Trascendencia de un 26
28/07/2014
- Opinión
Para que el 26 de Julio se convierta en fecha emblemática en la historia política contemporánea, sobre todo en el continente americano, se fundamentó en el hecho original de que todo el proceso revolucionario de Cuba se forjó a nombre del movimiento denominado con esa fecha, tomada así por el día en que una pléyade de jóvenes asaltó el Cuartel Moncada.
A diferencia de la denominación de movimientos sociales o políticos que invocan nombres de personas o de identidad ideológicas, el proceso conducido por Fidel Castro fue tan original en casi todos los aspectos, que al llamarse con una fecha, que pudo ser cualquiera, sorprendió a todos porque asumió como insignia un elemento intrascendente: una fecha.
No así en cuanto a la inspiración, guía filosófica, estructura ideológica, y convicción revolucionaria que fue nutrida por la figura inmortal del Apóstol José Martí, a quien se califica con justeza como el autor intelectual de todo el proceso de la Revolución Cubana y que a la fecha de hoy, es apropiado considerar que sigue inspirando a los procesos de lucha por la independencia y defensa de la soberanía que se vive en Latinoamérica, Nuestra América o la Patria Grande.
Así como José Martí fue hilvanando sus acciones a lo largo de toda su existencia para hacer posible la guerra de independencia por la que ofrendó su vida, los revolucionarios del siglo XX, a la cabeza Fidel, fueron sorprendiendo al imperio y a sus agentes y serviles seguidores con elementos que desconcertaron a los tradicionalistas.
Se destacan acontecimientos como la defensa y justificación de la revolución en ¨La Historia me Absolverá¨; el desembarco de los guerrilleros en el yate ¨Granma¨; o todo el proceso guerrillero en la Sierra Maestra.
Desde lo sencillo de denominar al movimiento con el nombre de una fecha, 26 de Julio, hasta la complejidad de liderar una causa ejemplar con herramientas como la solidaridad, la equidad social, el desarrollo de la educación, aprovechamiento del talento humano, impulso de la ciencia y la tecnología, defensa de la dignidad y soberanía, valoración de los aspectos positivos del socialismo, aplicación de la justicia y equidad social; y todo aquello que le ha permitido resistir con valentía el criminal bloqueo económico del imperio y convertirse en el hermano mayor de la causa revolucionaria que galopa por el continente.
Lo más importante y trascendente es que la Revolución Cubana aporta una amplia gama de valores y principios ideológicos en la construcción de un basamento que colabora a definir las razones para que una revolución sea de verdad parte de un cambio de época.
Lo cual es bueno en esta interminable tarea en definir qué es derecha y qué es izquierda, la verdadera izquierda.
- Alfredo Vera es escritor y periodista ecuatoriano, ex ministro de Educación, http://alfredovera-ecuador.blogspot.com
Publicado en El Telégrafo
https://www.alainet.org/de/node/102044?language=es
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