México

Hijo que te pasó?

Víctor Manuel Barceló R.

07/09/2014

Opinión

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¿Hijo, que te pasó? Reacciona la madre de Pancho cuando lo ve entrar a la casa, con la camisa manchada de sangre y cubriéndose un ojo con la mano para ocultar el moretón que lo cubre y hace lagrimear. -Me pegaron en la escuela, Ma, fueron los “Chivos” que son montoneros y no pude hacer mucho, aunque dos se fueron “raspados” no creas que no… Pero y el director, los maestros ¿no hicieron nada? Fue en la calle Ma, allí dicen que no pueden meterse las autoridades de las escuelas.

Pancho es alumno de 5º año de una escuela primaria oficial, en un barrio en las afueras de la ciudad. Lo que le ocurre se repite por varios lados. Matilde, ella estudia 6º año en primaria privada, en medio de una colonia de gente “acomodada”. El otro día, en pleno salón de clases le jalaron violentamente, su bella trenza de pelo rubio, que diariamente le peina su “sirvienta”, para que después de desayunar opíparamente su madre le lleve al transporte escolar, de camino a su centro de trabajo. Ese día, al terminar las clases, salió a tomar el vehículo escolar para el retorno a casa y fue interceptada, con jaloneos y golpes en rostro y brazos, por tres niñas, en represalia de que fueron “amonestadas” por la directora, tras el incidente en el salón de clases. En ambos casos hubo amenazas de ataques mayores si había acusaciones de por medio.

La llegada del padre a casa, en el segundo y del abuelo en el primero, intensificó la reacción. Los dos reclamaron mayor acción de su nieto e hija: -o te defiendes o voy a buscar a los maestros para que aprendan a cuidar a sus alumnos, afirmaron –más o menos- con una que otra palabra altisonante, sin escuchar que los eventos habían ocurrido fuera del recinto escolar y la parte que fue al interior, provocó la reacción violenta de las niñas, que se expresó en las puertas de la escuela. Al final, la violencia regresó a donde se genera: el hogar de los niños. Esta se expresa: por insultos, aislamientos, golpes, rumores burlas, apreciaciones en redes sociales o notas en Internet: representando un maltrato verbal, psicológico o físico.

Pero el acoso escolar no es nada nuevo. No creo que exista un ser humano en el país –por no hablar de otros- de cualquier edad, que en sus años estudiantiles desconociera o no haya sufrido acoso de compañeros, en el recinto escolar o fuera de él. Este –el acoso- es inherente a la vida en las familias, que a su vez depende del ambiente en que se desarrollan y de las características de la región o país en que viven. Hay acoso de niños contra niños, de niños contra maestros, de maestros contra niños.

La violencia intrafamiliar está detrás del acoso escolar. Los niños víctimas y agresores, suelen tener problemas en común solo se diferencian por cómo responden ante ellos, aseguraron investigadoras de los institutos nacionales de Pediatría y Psiquiatría. Por su lado, Gabriela Saldívar, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría, preciso que “estas reacciones contra los niños que agreden a otros, se deben a la falta de información y de un programa integral que debería ser promovido desde la Secretaría de Educación Pública”. (La Jornada, 7-sep-2014, p. 33)

Las apreciaciones expresadas en el párrafo anterior, se repiten, tanto por expertos en esos temas como por funcionarios de diversas entidades –en especial de educación- que tienen contacto con instituciones que acogen y atienden casos de ese tipo y que pretenden encontrar una ruta definitiva para su solución.

Entretanto, la Secretaría de Educación Pública puso al día el material contra el acoso, que algunas dependencias de educación estatal aplicaban. Como parte de las acciones que emprendió la SEP para atender y combatir el acoso (bullying en inglés) dentro de las escuelas de educación básica, para el ciclo escolar que se inició hace unos días, se aplica el Proyecto a Favor de la Convivencia Escolar (PACE), Para ello los maestros recibirán una guía para actuar en situaciones de violencia entre los alumnos.

Favorecer la convivencia inclusiva, democrática y pacífica, a partir de diversas acciones, una de las cuales es elaborar materiales que contribuyan al trabajo académico de maestros y alumnos en el aula”, detalló la Secretaría en los considerandos al comunicado fechado el 31 de julio pasado. Ver: http://acosoescolar.sep.gob.mx/es/acosoescolar/La_violencia_escolar

A los maestros se les dotará de una guía del facilitador para que tengan conocimiento y manejo del material del alumno, además de estadísticas o situaciones cotidianas de acuerdo a su contexto particular, que hacen que la temática cobre relevancia.

En representación de la Subsecretaria de Educación Básica, el Director General de Desarrollo Curricular, Hugo Balbuena Corro explicó que el PACE, “es un programa educativo preventivo que se implementara en las escuelas de educación básica, que busca fortalecer la convivencia basada en aprender a aprender y aprender a convivir”. http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/07/31/973838

Empero, para el ciclo escolar sólo se aplicará en una primera etapa en grupos de tercer grado de primaria de Escuelas de Tiempo Completo; se ampliara, poco a poco, en otros planteles, según resultados del programa, así lo señaló la responsable del proyecto PACE y asesora de la Secretaría de Educación Pública, Esther Oldak Finkler.

La SEP –previamente- puso en marcha la página de Internet www.acosoescolar.sep.gob.mx y la línea telefónica 01800-11-ACOSO (22676) para atender, prevenir, denunciar y dar información sobre este fenómeno escolar. La página está diseñada para recibir y dar toda la información de Alumnos; Docentes; Familia y Lo que Debes Saber. En cada uno de ellos se explican detalles sobre: ¿Qué es el acoso escolar?, ¿Quiénes participan en situaciones de acoso escolar? y ¿Cómo se reconoce el acoso escolar? También las diferencias entre Acoso Escolar y otras conductas de maltrato o violencia, que algunos adultos puedan ejercer sobre los menores o entre alumnos y alumnas, que no se consideran como tal. El portal contiene algunas alternativas para resolver conflictos de forma pacífica.

De manera particular, en el apartado de Docentes se explican algunas características del acoso escolar, como: Intencionalidad de un menor de cometer actos premeditados para dañar o agredir a otro; la Persistencia, porque se repiten y se prolongan durante un tiempo; la Asimetría de poder, que se refiere al desequilibrio y desigualdad de fuerzas entre los participantes de la situación de acoso; y la Naturaleza social del fenómeno, pues ocurre frente a otros compañeros o espectadores.

En el apartado de Familia, el portal reconoce su valiosa colaboración en educar a la infancia. Considera que uniendo esfuerzos se pueden prevenir y corregir: faltas de respeto y comportamiento violento de niñas, niños y adolescentes. La página explica a mamás y papás, algunas señales de que su hijo sufre acoso en la escuela, como: cuando cuenta que le hacen bromas pesadas con frecuencia; le ponen apodos ofensivos que lo hacen sentir mal; lo exponen al ridículo o la burla; la pérdida de libros o dinero; que no le guste salir al recreo o buscar quedarse cerca de los profesores; inseguridad o miedo para hablar delante de sus compañeros; que le escriban ofensas en sus cuadernos; tristeza o preocupación. Un niño así no tiene amigos, nunca o casi nunca lo invitan a fiestas, ni hace trabajos en equipo; lo empujan; tiene miedo de ir a la escuela o bajas calificaciones; pide comida extra; usa rutas distintas para ir y regresar de la escuela. Es candidato a peores situaciones internas a su persona.

Dentro de las principales recomendaciones para padres de familia están: reconocer que su hijo tiene algún problema; que platiquen con su hijo; asuman que el acoso no es normal ni puede justificarse; mantener calma; no enojarse con él o ella y darle la importancia debida para atenderlo. Básico hacer sentir al menor que su familia lo protege para que confíe en sus papás y les hable del problema. Permitirle que se desahogue; no lo juzguen; no interrumpan sus relatos ni le pidan cuentas de por qué lo permite. Que el menor sepa que no es culpable de los hechos, y que lo ayudarán a superar esta situación, acudiendo de inmediato a la escuela a hablar, conversar con profesores y directivos y buscar una solución entre todos.

Los criterios continúan expresándose: la Senadora Martha Elena García Gómez, propuso incluir mecanismos de denuncia que permitan a estudiantes expresar de manera confidencial cualquier situación que dañe, degrade o lastime su integridad. El Presidente de la Sociedad Mexicana de Psicología, Alejandro Zalce Aceves, aseguró al Secretario de Educación, que “…no hay una sola escuela libre de este problema en el país”—, se acerque a los especialistas en materia de conducta, quienes conocen el tema porque lo han atendido durante años…”. (La Crónica, PP y 10)

De acuerdo a datos del Informe Nacional sobre Violencia de Género en la Educación Básica en México (UNICEF-2010) y la Secretaría de Educación Pública, las agresiones son recurrentes entre niños y niñas de sexto de primaria y secundaria. Lo cierto es que el asunto es grave y tiende a serlo más, si no hay una acción coordinada entre sus actores –padres-maestros-niños- bajo apoyo y supervisión de la autoridad educativa correspondiente. O se atiende con presteza o su acción negativa afectará cada vez más al proceso educativo nacional. (El Sol de México, p. 3; La Prensa, p. 8)

Puebla, Pue. 7-sep-2014.

v_barcelo@hotmail.com

https://www.alainet.org/de/node/103111?language=es