Los varios centenares de ponencias, presentaciones de caso, testimonios, movilizaciones diarias, expresiones culturales, publicaciones y otras formas de expresión que se visibilizaron en el Foro Social Mundial, ponen en evidencia que en el proceso de construcción de un mundo diferente, el ejercicio de producción del pensamiento diverso es un sólido cimiento para la construcción de democracias viables. Pues como lo señaló, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, en su presentación realizada en el Seminario Por un Milenio Diverso y Plural, "únicamente la conciencia crítica, que nos permite diferenciar los valores de los anti-valores, es lo que puede generar y recrear el sentido de la vida. A esta cultura de dominación del pensamiento único, que impone la globalización neoliberal, solo podemos oponer el pensamiento propio, aquel que abre la posibilidad de la inter-humanización". "Tenemos que alimentar una conciencia crítica para generar, en la diversidad, una sociedad de iguales, para lo cual tenemos que liberarnos nosotros mismos del estado de opresión que existe en nuestras conciencias y actitudes, en nuestros comportamientos cotidianos. Si nosotros no podemos liberarnos, no podremos liberarnos de las estructuras. Solo en la diversidad se podrá crear una sociedad de iguales", agregó Pérez Esquivel. Con lo que quedó planteado que la construcción de la diversidad es un ejercicio colectivo, de amplio alcance, que abarca desde lo individual hasta lo mundial y que pasa tanto por la construcción de pensamiento como por la práctica. Y es justamente de esas prácticas que trató la Nobel Rigoberta Menchú Tum, en el marco del evento antes mencionado, al colocar "La puesta en práctica de la diversidad en el mundo de hoy, al centro de las esperanzas por encontrar solución a los problemas que dividen a la humanidad y ver cristalizados los ideales y las utopías de un mundo diferente". "La humanidad siempre fue diversa. El planeta siempre tuvo un origen plural, diverso, multicultural y multilingue" agregó Menchú, a la vez que cuestionó que "no se entienda aún la dimensión profunda de la diversidad y se generen estereotipos que la relegan como el asunto de una minoría, cuando ésta es patrimonio universal, esperanza de bienestar y felicidad de todos los seres humanos del planeta". Cuestionó asimismo, aquellos postulados que se presentan como la única alternativa, "que ya no son viables ahora. Hay que volver a construir alternativas inclusivas, y eso pasa por las alianzas. Cualquier lucha aislada no será de incidencia, ahora es necesario juntar ideas para definir mejor las perspectivas de nuestro futuro común". La izquierda tiene que plantear la diversidad al centro de sus enfoques, planteos y propuestas, "hay un cuestionamiento que tenemos que hacer si queremos hacer una oposición real al modelo. Tenemos que revisar nuestras agendas, para beneficiar de la oportunidad de ser más fuertes siendo inclusivos", agregó la Nobel. Numerosas fueron las voces que se levantaron en el Foro y los espacios en los cuales se debatieron los ejes para la construcción de un mundo diverso y plural, como también de los problemas relativos a la predominancia de su antítesis: el racismo, el sexismo, la homofobia, la intolerancia religiosa, y otras. Decenas de actividades, tales como el Tribunal de los Pueblos Afrodescendientes e Indígenas; el Taller de Políticas Públicas para combatir el Racismo; el de Globalización y exclusión social, propuestas GLBT; y otros, formularon, desde diversas perspectivas, múltiples iniciativas para erradicar la discriminación. Y, como esta última está inobjetablemente relacionada con el ejercicio del poder y es parte estructural del proceso de globalización, no faltaron los planteamientos de que estos aspectos tengan más relevancia en el próximo Foro, pues como enfatizó Adolfo Pérez Esquivel "No podemos construir una sociedad distinta sin verdad y sin justicia, sin el derecho de los pueblos a la diversidad". Bajo esos mismo criterios, en lo que a justicia se refiere tanto el Tribunal de los Pueblos Afrodescendientes e Indígenas como el Taller de Políticas Públicas para combatir el Racismo, relevaron la importancia de levantar propuestas de igualdad de oportunidades que, lejos de ser concebidas como parches al sistema, conduzcan a reparar las desigualdades históricas que relegan a la exclusión a pueblos enteros. El mencionado Tribunal, en su veredicto simbólico señaló que el Grupo de los 8, las Instituciones Financieras Internacionales, las empresas transnacionales, los Clubes de Londres y París, y toda la arquitectura financiera del neoliberalismo deben ser desmanteladas, para reorganizar al fin instituciones mundiales al servicio de los pueblos, con su participación. Y con ello crear un mundo diverso y posible.