No al ALCA y a la Guerra imperialista sobre Irak

30/03/2003
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
En la Plaza Houssay y el entorno de facultades de la UBA se realizará entre el 10 y el 13 de abril próximos, las Jornadas de resistencia al ALCA y a la Guerra, iniciativa promovida por la Autoconvocatoria No al ALCA. Esta última surgió para superar los límites a la política que algunos movimientos sociales le colocaron al movimiento de resistencia a la globalización capitalista. El descrédito de la política abonó el apoliticismo de una generación de luchadores y habilitó la construcción de una falsa barrera entre lo social y lo político. Así, se construyeron imaginarias representaciones sociales al margen de la política y hasta creyeron, algunos, que podía prescindirse de la política. Es el caso de algunas evaluaciones sobre que cosa es el propio FSM de Porto Alegre. Naomí Klein, en un reciente artículo de la Revista española El Viejo Topo (176/177 de marzo 2003) reivindica desde el título de su artículo que "lo pequeño es bello" y lo hace contra balances que resaltan la presencia de multitudes y la destacada presencia de la política con personalidades como Lula y Chávez y partidos de izquierda. Se trata de una opinión relevante de una corriente específica que disputa la orientación del movimiento de movimientos, donde la articulación de lo pequeño y la horizontalidad define la constitución de un nuevo sujeto para un nuevo tiempo. El presupuesto es el fracaso de toda experiencia anterior contenida en un planteo orgánico desde la izquierda y por el socialismo. Esa tendencia existe en todas las manifestaciones globales contra el orden capitalista existente y no es la única. Otra tendencia, que es cada vez más visible en el movimiento global resistente es aquella que retoma la tradición política de históricas generaciones por la transformación socialista de la sociedad. Es cierto que en el seno de esta corriente coexisten grupos y personas para quienes nada ocurrió en el devenir social y por lo tanto sus consignas y paradigmas se expresan a-históricamente. Sin embargo, es destacable la renovación del pensamiento crítico y de las prácticas revolucionarias que incorporan el análisis de lo nuevo en las relaciones sociales vigentes y que promueven una crítica transformadora de la cruda realidad del capitalismo presente. El accionar creciente de esta corriente habilitó una pugna por la hegemonía del movimiento "no global", siendo quizá, los momentos cumbres de esa manifestación las reuniones del Florencia en noviembre de 2002 (FSM europeo) y de Porto Alegre en enero de 2003 (FSM).Esa disputa existe en el ámbito mundial y se expresa en cada país. Esta fue una de las razones que motivó en la Argentina la constitución de la autoconvocatoria por el No al ALCA. El presupuesto de sus organizadores originales era que la resistencia a un objetivo muy especial de la política exterior de EEUU y de las clases dominantes en los países de la región, requería del agrupamiento de todos y cada uno de los opositores al proyecto ALCA, claro está, los partidos políticos incluidos. De ese modo, las dos corrientes existentes en el movimiento global coincidían en una convocatoria inclusiva al ámbito político, que otros ámbitos rechazaban desde su constitución. Debe reconocerse que al principio la iniciativa tuvo resistencias varias. Por un lado de aquellos que pretendían la exclusividad de la representación del movimiento de resistencia global. De otro lado, de los que miran la política como vanguardias autoasumidas y recelan de movimientos que no controlan claramente. La dinámica social en el conflicto existente de la coyuntura argentina post crisis de fines de 2001 fue abriendo camino a las jornadas a protagonizar en los próximos días y que se lanzará con una movilización callejera entre la cancillería y la Plaza Houssay el jueves 10 de abril a las 18 hs., para culminar el domingo 13 con un homenaje al primer aniversario del triunfo del pueblo de Venezuela sobre el golpe. En el medio, la segunda asamblea nacional de la campaña No al ALCA en la Argentina para considerar las futuras acciones en acuerdo con la campaña continental. En estos días previos a la concentración el escenario se tiñe con la agresión imperialista sobre Irak y confirma las consignas iniciales del movimiento contra el ALCA en la Argentina, ya que además de lo especifico se anunciaba que la resistencia era contra la militarización y la deuda externa. Así, el Plan Colombia, o el Puebla Panamá, las maniobras militares en la región (Cabañas ayer y Plumerillo mañana) o el accionar del FMI eran asociados a los objetivos por instalar el acuerdo comercial y de inversiones en la región. Más allá de verificar consignas, lo que interesa es comprender el objetivo estratégico del capital trasnacional y del mayor estado capitalista del mundo. La crisis capitalista se expresa en las tendencias que obstaculizan la apropiación de plusvalía por parte del capital más concentrado en el ámbito mundial. Esa es la razón que impulsa al estado dominante a financiar el déficit fiscal de 150.000 millones de dólares anuales y el déficit comercial de 400.000 millones de dólares anuales, generando una succión de capitales de todos los territorios. Es que no importa el costo económico del sostenimiento del capitalismo. Mucho menos el costo en vidas. "No odiamos las bajas mortales sino la derrota" replica en la tapa de la edición del diario Página12 de la Argentina (29/03/03). EEUU está embarcado en una guerra de dominación global, no sólo por el petróleo como muchos suponen o contra el terrorismo tal como rezaba el argumento original. Pero no solo existe la iniciativa bélica sobre Irak y de anexión regional con el ALCA, también se reconoce en la escena global la emergencia de un sujeto resistente contra el accionar de EEUU y tal como sostuvimos, ese es el ámbito de disputa de una concepción que se agota en la protesta y otra que empuja la transformación de la sociedad por la solidaridad y la eliminación de la explotación. El movimiento anti guerra es un espacio adecuado para la resistencia antiimperialista, en un momento de crecimiento del sentimiento anti EEUU, en todo el mundo y especialmente en Argentina. Es una situación favorable para instalar con fuerza la campaña contra el ALCA y programar los pasos futuros en el proceso de construcción de una alternativa política que pueda articular las demandas locales con la resistencia global por otro mundo posible, que otra vez empieza a denominarse socialista. Buenos Aires, 30 de marzo de 2003
https://www.alainet.org/de/node/107259

Clasificado en

Clasificado en: 

America Latina en Movimiento - RSS abonnieren