Imagine
04/03/2004
- Opinión
Imagine que Ud. está en
su ciudad, en su país, cualquiera que sea...
Imagine que en los sectores de clase media y clase alta de la
ciudad se realizan protestas similares a la de los piqueteros
en Argentina, pero sin las demandas de inclusión social de
éstos...
Imagine que un grupo de los manifestantes realiza un acto de
desagravio en la sede de la embajada de Estados Unidos en
medio de una de las coyunturas internacionales más anti-
norteamiericanas que se vive en el mundo...
Imagine que las policías municipales responsables del orden
público son los custodias de los manifestantes, facilitan la
destrucción urbana y establecen un toque de queda extraoficial
en algunas zonas de la ciudad...
Imagine que en la ciudad se intenta imitar el estilo de los
rebeldes haitianos, sin que este pobre país tenga el petróleo
y las reservas de más de 20 mil millones de dólares que posee
el suyo...
Imagine que se denuncia la violación de los derechos humanos,
mientras los manifestantes se impiden a sí mismos el libre
tránsito, ponen en peligro sus vidas, la de sus familias y
vecinos...
Imagine que no hay un solo fallecido ni herido que forme parte
de la militancia o dirigencia de los partidos opositores...
Imagine que, como algo muy extraño, el 60% de la población que
vive en barrios y representan la mayoría excluida socialmente
no está participando en las manifestaciones violentas...
Imagine que quienes respaldan al gobierno, se mantienen en
calma y los dirigentes hacen llamados a no caer en
provocaciones...
Imagine que la dirigencia opositora desconoce la autoridad
electoral porque sencillamente no da el resultado al que
aspiran...
Imagine que las operaciones de protesta social se planifican,
coordinan, estimulan, alientan y evalúan desde los medios de
información privados mientras se cuestiona la libertad de
prensa...
Imagine que la dirigencia de la gente que protesta le habla
desde un hotel 5 estrellas, bien vestidos y llamando a la
resistencia pacífica sin cuestionar los destrozos que sufre la
ciudad ni condenar la violencia...
Imagine a dirigentes opositores al gobierno que cuestionan la
democracia vigente pero se niegan o dificultan el diálogo...
Imagine a la Guardia Nacional a la defensiva y presionada para
aumentar la represión, saliéndose del libreto que respeta los
derechos humanos...
Imagine al responsable de la Defensa Nacional esperando que lo
llamen los Alcaldes opositores de las zonas donde se realizan
las protestas...
Imagine a un Gobierno también a la defensiva cuidándose de las
provocaciones anónimas o camufladas de la oposición para no
empeorar la situación...
Imagine a un Gobierno esperando peligrosamente el desgaste de
la protesta sin un plan efectivo de negociación ganar/ganar...
Imagine que su país es uno de los más observados del
continente por los organismos internacionales, quienes son la
última esperanza de los opositores, pero al mismo tiempo
exigen respeto a la autoridad electoral...
Imagine que estos organismos internacionales hacen un llamado
preciso a los medios informativos para que llamen a la
calma...
Ya no imagine nada, es demasiada tensión, Ud. se encuentra a
esta hora en Caracas o cualquier ciudad de Venezuela.
https://www.alainet.org/de/node/109520?language=en
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