Prohibir la venta de armas para transformar la sociedad

18/10/2005
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Queridos amigos y amigas del MST: El próximo día 23 de octubre la sociedad brasileña ha sido convocada a decidir sobre si debemos prohibir la venta de armas. El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra y los movimientos sociales que pertenecen a la Vía Campesina Brasil ya se pronunciaron hace mucho tiempo: nos definimos claramente por la prohibición de la venta de armas y municiones. Tomamos esa decisión de forma unánime, sin ninguna duda y nos esforzaremos para convencer al mayor número posible de personas sobre esa necesidad. La sociedad brasileña enfrenta muchos problemas sociales y económicos. Tenemos el problema de la marginalidad social que genera muchos crímenes. Tenemos el problema de la criminalidad organizada, con grupos, cuadrillas, narcotraficantes, contrabandistas de drogas y de armas. En general todos ellos tienen conexiones con las clases dominantes, con sus fortunas muy bien guardadas y aprovechadas en el sistema financiero nacional e internacional. Esos problemas son muy graves y solamente grandes transformaciones en las estructuras económicas, sociales y políticas podrán tener fuerza suficiente para combatir la pobreza, la desigualdad y la impunidad de esos grupos concertados con los sistemas de poder y del Estado. El referendo no trata de esos dos problemas: de la marginalidad social y de la criminalidad. Las razones del referendo Pero el referendo, al prohibir la venta de armas para personas comunes, sí puede ayudar a resolver el problema de las 40 mil muertes que ocurren en nuestra sociedad todos los años. En cerca de un 85% de los casos, las víctimas conocían a los agresores. La mayoría es joven y pobre Hay también muchos casos de agresión a esposas y compañeras, y accidentes. La prohibición de la venta reducirá drásticamente ese tipo de problema. Prohibir la venta de armas es una actitud civilizatoria para salvar vidas. Se trata de establecer relaciones menos agresivas para resolver problemas sociales. Es muy sintomático que los portavoces y defensores de la venta de armas sean, en primer lugar, los fabricantes que sólo piensan en el lucro. Después, la llamada “bancada de la bala”, conformada por aquellos parlamentarios violentos, ligados a la Unión Democrática Ruralista (UDR), bancada rural y ultraderechista. Muy sintomático que todos los fascistas, la UDR y Tradición Familia y Propiedad defiendan con ardor el armamento. ¿Por qué hacen eso? Porque parten de una concepción del mundo de que ellos, los propietarios, la burguesía, la clase dominante, tienen el derecho de defender con armas su patrimonio. Tienen el derecho de decidir por la vida, inclusive de algún pobre ladrón. Eso es volver hacia la Edad Media. Cabe al Estado, al poder, a la estructura jurídica de la sociedad y las leyes defender la vida de los ciudadanos. Decir que cada uno necesita defenderse es volver al sálvese quién pueda de la ley primitiva. Es muy sintomático que los columnistas más derechistas, como el Sr. Rosenfield, la mentirosa Vea, y algunos militares derechistas de Río de Janeiro, responsables por 20 años de dictadura militar, hayan publicado su defensa de la venta de armas. A ellos no les interesa discutir cómo defender la vida, cómo salir de la pobreza y de la desigualdad social. Reducen los problemas de la sociedad al derecho de defender su patrimonio, sus privilegios, sus bienes materiales. Y lo que es peor: aún en ese caso, según todos los especialistas de la policía, tener un arma en casa no representa ninguna seguridad. Al contrario, es un riesgo más para su propia vida, pues los delincuentes siempre estarán mejor preparados para el uso de las armas. Por eso el MST se junta a todas las personas de bien, iglesias, movimientos sociales, las fuerzas progresistas de nuestra sociedad para luchar por la prohibición de la venta de armas. Y convocamos a todos y todas a que participen en la campaña y ayuden a que el SÍ gane el próximo domingo. Por otro lado, lamentamos que ese instrumento tan importante que es el referendo haya sido tan mal usado en esta campaña. El espíritu del referendo es provocar el debate, la participación de todas las personas. Lamentablemente fuimos perjudicados, de nuevo, por la reglamentación de la ley y de los publicistas, que transformaron un debate sobre un tema tan fundamental solamente en un campeonato de propaganda en la televisión. Pero en toda lucha política hay un aprendizaje y esperamos que este referendo ayude el pueblo a descubrir que él tiene el verdadero poder de decisión, y que no puede ni debe transferir a otros el destino de los temas candentes de nuestra sociedad. (Traducción: ALAI).
https://www.alainet.org/de/node/113279
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