Comentario a tiempo

Doble éxito de los trabajadores

01/05/2006
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  • Opinión
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Lo peor que pudiera ocurrir, y ya existen tendencias peligrosas en ese sentido, es que se dieran oídos sordos al doble éxito de unidad y concentración que demostraron tanto en su país como en Estados Unidos, los trabadores mexicanos en sus luchas por el respeto a sus derechos humanos, a salarios dignos, a la seguridad social y el respeto a la autonomía de sus sindicatos. Fueron cientos de miles los inmigrantes, fundamentalmente latinos y dentro de estos mexicanos, que en una demostración de fuerza nunca antes vista y sólo comparable con las movilizaciones que encabezara por las reivindicaciones de la raza negra el reverendo Martín Luther King, recorrieron más de 150 ciudades, como dicen las crónicas, desde Los Ángeles a Chicago, de Nueva Orleáns a Houston y que tuvieron especial resonancia en la capital de la gran potencia, Washington y en el centro financiero mundial, Nueva York El mensaje estaba claro: la oposición a la ley Sensenbrenner que considera delincuentes a los inmigrantes por el sólo hecho de serlo, y la demanda justa de legalización de los migrantes, que con su esfuerzo y mano de obra barata han engrandecido a esta nación. Fue todo un éxito la movilización llamada un "Día sin inmigrantes". Aquí en México, aunque algunos medios trataron de minimizar las marchas, también tuvieron una importancia relevante. En la capital de la República, precisamente en la Plaza de Constitución, el Zócalo, se llenó después de los actos oficiales para celebrar con los líderes proclives al Gobierno el Día del Trabajo. Durante las mismas hubo cuatro constantes exigencias: reivindicaciones sociales y creación de empleos, respeto a la autonomía sindical, esclarecimiento de las muertes de dos obreros durante la toma fracasada de la fuerza pública de la siderúrgica Lázaro Cárdenas, Michoacán y la destitución del secretario del Trabajo y Previsión Social, Francisco Javier Salazar. Además de lo anterior el reconocimiento al líder de los mineros, Napoleón Gómez Urrutia, y lo más grave, amenazaron nuevamente de no cumplirse sus demandas con una huelga general nacional, la cual de llevarse al cabo tendría resultados desastrosos para la economía en estos tiempos prolegómenos a las elecciones presidenciales y en el último tramo del gobierno derechista de Vicente Fox Quesada. En las movilizaciones se logró lo que poco tiempo atrás no se consideraba viable, que se unieran en las protestas los mineros, maestros, telefonistas, electricistas, universitarios y personal del Seguro Social, entre otros, los cuales se manifestaron en contra de la política liberal iniciada en 1982, en regímenes priístas e incrementada en la administración foxista panista. Tanto es Estados Unidos como en México, fue un éxito también el boicot, el cual fue notorio en la franja fronteriza. Miles de inmigrantes faltaron al trabajo y salieron a la calle este lunes, en una demostración nacional de fuerza que logró reducir e incluso parar las labores en granjas, fábricas, mercados y restaurantes. Las tiendas de servicio y toda clase de comercios lucían desolados. Lo grave de todo esto es la indiferencia demostrada, como primera reacción, por parte de la Casa Blanca, aunque es de considerarse que corresponde al Congreso estadounidense la decisión final, y aquí en México, el presidente Fox, en lugar de ordenar el diálogo y la negociación se concretó a decir: “Se respeta la autonomía sindical pero no se negocía (sic) la Ley”. ¡Que grave! - Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.
https://www.alainet.org/de/node/115031?language=en
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