La agresión israelí al Líbano

¿Quieren seguir viendo más masacre?

08/08/2006
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A 28 días del inicio de la ofensiva del Ejército de Israel, la situación se torna cada vez más calamitosa, y las soluciones son tan ambiguas como al principio del conflicto. Quedan tan solo dos días para llegar al mes del inicio de la embestida israelí sobre su vecino. Las consecuencias saltan a la vista, y es así que el Líbano se encuentra al borde de una crisis humanitaria, según informaron varias organizaciones internacionales. La región del sur es la que tiende a padecer este terrible escenario, donde las organizaciones ya están planificando abrir una nueva ruta que permita subsistir a más de 22 mil personas. Sin embargo, la prepotencia israelí no permite siquiera que las victimas sean abastecidas. El Estado hebreo advirtió que disparará contra cualquier vehículo que se aventure más al sur del río Litani, que discurre a unos 30 kilómetros de la frontera, y esa postura hace que la labor de la ayuda humanitaria tenga riesgos impensados. Su infame excusa es que cualquier vehículo será sospechoso de transportar armas para la milicia chiíta de Hezbollah (Partido de Dios). "La situación es cada vez más desalentadora. Primero destruyeron el único puente que quedaba practicable. Ahora, nos amenazan. La situación allí abajo comienza a ser muy crítica", manifestó a la agencia EFE un responsable de la Cruz Roja libanesa. Pero no sólo es el sur el que se encuentra en estas condiciones. La destrucción de puentes, viaductos y carreteras en el norte ha dejado sin suministro de combustible al país y en una posición muy complicada a Beirut. En la capital libanesa, es tarea casi imposible hallar una estación de servicio abierta y las pocas que todavía funcionan, sólo suministran 20 litros de gasolina a los desesperados conductores, que tienen que esperan horas bajo el sol en busca de ese producto. A su vez, la situación en los hospitales es dramática y, si es que siguen los bloqueos, varios tendrán que empezar a cerrar sus puertas a partir del fin de semana que viene, por la falta de combustible necesaria para su funcionamiento. Otra de las grandes preocupaciones es asegurar el alimento para casi un millón de desplazados que se hacinan en escuelas y casas de familiares en Beirut, y en las montañas del norte del país. Y como si fuera poco, la cantidad de civiles muertos va en aumento. Al cierre de esta edición 14 cuerpos más fueron recuperados entre los escombros de dos edificios bombardeos por el Ejército israelí en un suburbio del sur de Beirut, elevando a 30 el número de fallecidos en el que sería el ataque más mortífero desde que empezó la agresión. La policía local informó además que 60 personas resultaron heridas en el bombardeo sobre el distrito chiíta de Chiah, que destruyó completamente un edificio y causó graves daños en otro. Los equipos de rescate se encuentran trabajando sin descanso para recuperar los cuerpos atrapados entre los escombros. Hasta el momento ya suman en el Líbano al menos 998 muertos, más de tres mil heridos y casi un millón de desplazados, según datos del gobierno libanés. Mientras tanto, en sus cómodos sillones, los gobernantes del mundo aún discuten en el seno de las Naciones Unidas (ONU) sobre una solución al conflicto. En la jornada de ayer, el canciller de Qatar Sheikh Hamad bin Jassem al-Thani pidió, en nombre de la Liga Arabe, el retiro de las tropas israelíes del Líbano y advirtió de las consecuencias de aprobar la resolución por encima del Consejo de Seguridad. Una delegación de la Liga Árabe mostró su respaldo a la posición de Beirut en una sesión especial que mantiene el Consejo de Seguridad para analizar la situación en Líbano. Además, el presidente del Líbano, Fouad Siniora se opone al proyecto de resolución, patrocinado por Francia y Estados Unidos, que podría ser votado esta misma semana y que no pide a Israel que retire sus tropas (alrededor de 10 mil soldados) del sur del Líbano. Por su parte, Rusia instó este martes al Consejo de Seguridad a que adopte una resolución provisional que llame al "cese del fuego humanitario", en caso de que no se logren superar rápidamente las diferencias en torno a una declaración más extensa. El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Andrei Denisov, dijo en comentarios publicados en el portal electrónico del Ministerio, que Moscú deseaba que se tome en cuenta la opinión del gobierno libanés en la resolución redactada por Estados Unidos y Francia. "De otro modo, la resolución podría no ser efectiva, como ha ocurrido en el pasado", señaló. "Además, una decisión no equilibrada del consejo tiene el gran riesgo de desestabilizar la frágil situación política interna de Líbano", indicó el diplomático. Cabe recordar que Estados Unidos se rehusó a la exigencia libanesa para que el retiro de Israel esté cubierto en el borrador. El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, fue el más tajante a la hora de valorar el estado de la propuesta de Washington y París al calificarla de "inutilizable", después de que fuera rechazada por Beirut. Es tanta la inercia de la ONU, que Beirut tuvo que presentar un plan para intentará frenar ofensiva mediante el despliegue de tropas en el sur del país. De este modo se vislumbra que el Ejército libanés asuma el control de esa zona con 15 mil hombres, después de casi 40 años, pero una vez se hayan retirado las tropas hebreas, una solicitud hecha al Consejo de Seguridad. Por un lado, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, calificó como un “paso interesante” la decisión unánime del gabinete libanés, incluidos sus dos ministros de Hezbollah. "Tenemos que verificar todos los aspectos y en qué medida es aplicable en un tiempo razonable", declaró Olmert, ambiguo como siempre. Por el otro, Israel busca incrementar su ofensiva terrestre para lograr una “victoria contundente” sobre Hezbollah. Las tropas de combate se alistan para avanzar más allá del río Litani y conquistar así amplias zonas del sur del Líbano. Durante la mañana de ayer los oficiales encargados del mando militar norte se reunieron con los comandantes de los regimientos que operan en Líbano sur, y dieron su aprobación a los planes para continuar con la ofensiva, según citaron fuentes. A pesar de la paciencia, la impotencia y de los esfuerzos diplomáticos y un llamado dramático del primer ministro libanés, a que cesen las hostilidades, Israel no ha dado ningún signo de que pondrá fin a su ofensiva destructora en Líbano. Mientras tanto continúan los enfrentamientos entre fuerzas israelíes y el Hezbollah, las víctimas civiles van en aumento, y la ONU con una lentitud escalofriante, lo único que hace es dar vía libre al genocidio de los “sioncons”. Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina http://www.prensamercosur.com.ar
https://www.alainet.org/de/node/116500?language=es
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