Con el total de los votos escrutados
Lula Da Silva reelegido presidente
30/10/2006
- Opinión
Se confirmaron los datos que, días antes, mostraban las encuestas. El actual presidente consiguió el 60 por ciento de los votos válidos. En su primer pronunciamiento prometió que el segundo mandato será “mucho mejor” que el primero.
Luiz Inácio Lula Da Silva, por el Partido de los Trabajadores (PT), fue reelecto como Presidente de la República Federativa del Brasil para el período 2007-2010. Con la totalidad de los votos escrutados, el actual Jefe de Estado aventajó, 60,8 a 39,7 por ciento de votos válidos –sin contar blancos ni nulos-, a Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), según los datos del Tribunal Superior Electoral (TSE). En términos absolutos, Lula Da Silva consiguió 58 millones de votos y Alckmin 37 millones.
En su primer pronunciamiento después de conocerse el resultado final, vistiendo un remera con la frase “la victoria es de Brasil”, Lula Da Silva dijo que “el triunfo no es de Lula, no es del PT, no es del PC do B, no es de ningún partido político; es de la sabiduría del pueblo brasileño”.
Lula Da Silva también afirmó que “están dadas las condiciones para que Brasil pueda crecer más” y llamó a tomar conciencia de en el nuevo mandato el país puede dar un salto hacia adelante. Además citó las conquistas que su gobierno logró en materia económica, la consolidación de las relaciones internacionales y la importancia que se le dio al Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
“El MERCOSUR es para nosotros como una pasión especial”, confesó el Gobernante, observando que en el inició de su mandato el bloque estaba prácticamente extinto y sólo se hablaba del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) propuesto por Estados Unidos. “Tengo el sueño de integrar todos los países latinoamericanos en sólo bloque”, añadió dentro de su postura de defender la expansión del MERCOSUR.
El Presidente también resaltó que el país nunca tuvo una relación tan fuerte con Argentina como la actual y advirtió que ambos tienen la responsabilidad de ayudar a las naciones menores de América Latina. Después tuvo tiempo de criticar a los “sectores más reaccionarios” que proponían políticas más duras contra Bolivia.
En tanto, el presidente boliviano, Evo Morales, saludó la victoria en las urnas de su homólogo brasileño. Morales declaró a la Agencia Boliviana de Información (ABI), que la elección de Lula consolida el proceso de transformaciones en el continente y la voluntad de los gobiernos de resolver los grandes problemas acumulados en las mayorías marginadas.
“Todo el pueblo brasileño votó porque tiene esperanza de las cosas van a ir mucho mejor en el segundo mandato. Las regiones más empobrecidas tendrán una atención mejor. Queremos hacer un Brasil más humano y más justo”, declaró Lula Da Silva y añadió: “nuestro desarrollo nos colocará entre los principales países del mundo”.
A las 20 horas, comenzaron los festejos en la Avenida Paulista, corazón financiero de la ciudad de San Pablo, donde miles de personas pudieron escuchar nuevamente a un Lula Da Silva más distendido: “presten atención, voy a gobernar el para todos los brasileños sin división pero los más pobre tendrán la preferencia de la política pública de mi Gobierno. De ahora en más, no voy a compararme más con mis adversarios porque ya están derrotados, voy compararme con mi primer mandato”.
Horas antes, por la tarde, luego de sufragar en la localidad de San Bernardo do Campo –cabecera de los siete municipios de los 33 que conforman el área metropolitana de la ciudad de San Pablo-, Lula Da Silva no quiso cantar victoria aunque sí adelantó una de sus primeras acciones para el nuevo período, ahora confirmado: “voy a llamar a los partidos que me apoyan y a los opositores para discutir los grandes proyectos que Brasil precisa”.
"Voy a conversar con todos los partidos políticos y con los gobernadores en los próximos días; vamos a tener que plantificar el Brasil como mucho más amor, con más compromiso para los años que vienen”, agregó el mandatario que el viernes cumplió 61 años y lo festejó de manera improvisada con unos 400 militantes en las puertas del Palacio Alvorada, la residencia oficial en Brasilia.
Con respecto al futuro del país, el Jefe de Estado aseguró que "Brasil tiene todo para ser un país mucho mejor, más productivo y más generoso con su pueblo". Y en referencia su política exterior remarcó: “si yo gano en estas elecciones, quien ganará será la integración de América del Sur, el MERCOSUR y el pueblo, que consolidó de una vez por todas que Brasil es indivisible”.
El líder del PT, que luego se retiró a su bunker de campaña a esperar junto a su esposa y colaboradores más estrechos los resultados finales, señaló que, más allá del triunfador, “Brasil saldrá más unido que nunca de este proceso electoral” y que la democracia brasileña vive un "momento mágico".
El Presidente llegaba este balotage con el resultado puesto, pero como buen conocedor y víctima de la volatilidad de la política brasileña –en 1989 perdió en 24 horas una elección que tenía ganada-. Ayer, la última encuesta elaborada por el instituto Datafolha reveló que Lula Da Silva iba a ser confirmado en su cargo por el 61 por ciento de los votos válidos y que Alckmin obtendría apenas el 39 por ciento.
De las 10 gobernaciones que también se diputaban hoy, el PT compitió por dos, ambas frente al PSDB: Pará y Río Grande Do Sul. En el primero ganó de la mano de Ana Julia y en el segundo cayó derrotado frente Yeda Crusius. El 1° de octubre, el partido de Lula Da Silva ganó en cuatro Estados y la fuerza de Alckmin se hizo con la misma cantidad. Ahora, la paridad no se modificó: el PT se quedó con cinco y el PSDB también. Quien realizó una buena elección fue el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), que sumó tres Gobiernos estatales a los cuatro ya conseguidos en la primera instancia.
Luiz Inácio Lula Da Silva, por el Partido de los Trabajadores (PT), fue reelecto como Presidente de la República Federativa del Brasil para el período 2007-2010. Con la totalidad de los votos escrutados, el actual Jefe de Estado aventajó, 60,8 a 39,7 por ciento de votos válidos –sin contar blancos ni nulos-, a Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), según los datos del Tribunal Superior Electoral (TSE). En términos absolutos, Lula Da Silva consiguió 58 millones de votos y Alckmin 37 millones.
En su primer pronunciamiento después de conocerse el resultado final, vistiendo un remera con la frase “la victoria es de Brasil”, Lula Da Silva dijo que “el triunfo no es de Lula, no es del PT, no es del PC do B, no es de ningún partido político; es de la sabiduría del pueblo brasileño”.
Lula Da Silva también afirmó que “están dadas las condiciones para que Brasil pueda crecer más” y llamó a tomar conciencia de en el nuevo mandato el país puede dar un salto hacia adelante. Además citó las conquistas que su gobierno logró en materia económica, la consolidación de las relaciones internacionales y la importancia que se le dio al Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
“El MERCOSUR es para nosotros como una pasión especial”, confesó el Gobernante, observando que en el inició de su mandato el bloque estaba prácticamente extinto y sólo se hablaba del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) propuesto por Estados Unidos. “Tengo el sueño de integrar todos los países latinoamericanos en sólo bloque”, añadió dentro de su postura de defender la expansión del MERCOSUR.
El Presidente también resaltó que el país nunca tuvo una relación tan fuerte con Argentina como la actual y advirtió que ambos tienen la responsabilidad de ayudar a las naciones menores de América Latina. Después tuvo tiempo de criticar a los “sectores más reaccionarios” que proponían políticas más duras contra Bolivia.
En tanto, el presidente boliviano, Evo Morales, saludó la victoria en las urnas de su homólogo brasileño. Morales declaró a la Agencia Boliviana de Información (ABI), que la elección de Lula consolida el proceso de transformaciones en el continente y la voluntad de los gobiernos de resolver los grandes problemas acumulados en las mayorías marginadas.
“Todo el pueblo brasileño votó porque tiene esperanza de las cosas van a ir mucho mejor en el segundo mandato. Las regiones más empobrecidas tendrán una atención mejor. Queremos hacer un Brasil más humano y más justo”, declaró Lula Da Silva y añadió: “nuestro desarrollo nos colocará entre los principales países del mundo”.
A las 20 horas, comenzaron los festejos en la Avenida Paulista, corazón financiero de la ciudad de San Pablo, donde miles de personas pudieron escuchar nuevamente a un Lula Da Silva más distendido: “presten atención, voy a gobernar el para todos los brasileños sin división pero los más pobre tendrán la preferencia de la política pública de mi Gobierno. De ahora en más, no voy a compararme más con mis adversarios porque ya están derrotados, voy compararme con mi primer mandato”.
Horas antes, por la tarde, luego de sufragar en la localidad de San Bernardo do Campo –cabecera de los siete municipios de los 33 que conforman el área metropolitana de la ciudad de San Pablo-, Lula Da Silva no quiso cantar victoria aunque sí adelantó una de sus primeras acciones para el nuevo período, ahora confirmado: “voy a llamar a los partidos que me apoyan y a los opositores para discutir los grandes proyectos que Brasil precisa”.
"Voy a conversar con todos los partidos políticos y con los gobernadores en los próximos días; vamos a tener que plantificar el Brasil como mucho más amor, con más compromiso para los años que vienen”, agregó el mandatario que el viernes cumplió 61 años y lo festejó de manera improvisada con unos 400 militantes en las puertas del Palacio Alvorada, la residencia oficial en Brasilia.
Con respecto al futuro del país, el Jefe de Estado aseguró que "Brasil tiene todo para ser un país mucho mejor, más productivo y más generoso con su pueblo". Y en referencia su política exterior remarcó: “si yo gano en estas elecciones, quien ganará será la integración de América del Sur, el MERCOSUR y el pueblo, que consolidó de una vez por todas que Brasil es indivisible”.
El líder del PT, que luego se retiró a su bunker de campaña a esperar junto a su esposa y colaboradores más estrechos los resultados finales, señaló que, más allá del triunfador, “Brasil saldrá más unido que nunca de este proceso electoral” y que la democracia brasileña vive un "momento mágico".
El Presidente llegaba este balotage con el resultado puesto, pero como buen conocedor y víctima de la volatilidad de la política brasileña –en 1989 perdió en 24 horas una elección que tenía ganada-. Ayer, la última encuesta elaborada por el instituto Datafolha reveló que Lula Da Silva iba a ser confirmado en su cargo por el 61 por ciento de los votos válidos y que Alckmin obtendría apenas el 39 por ciento.
De las 10 gobernaciones que también se diputaban hoy, el PT compitió por dos, ambas frente al PSDB: Pará y Río Grande Do Sul. En el primero ganó de la mano de Ana Julia y en el segundo cayó derrotado frente Yeda Crusius. El 1° de octubre, el partido de Lula Da Silva ganó en cuatro Estados y la fuerza de Alckmin se hizo con la misma cantidad. Ahora, la paridad no se modificó: el PT se quedó con cinco y el PSDB también. Quien realizó una buena elección fue el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), que sumó tres Gobiernos estatales a los cuatro ya conseguidos en la primera instancia.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
https://www.alainet.org/de/node/117865?language=es
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