Lesbianas feministas de toda América Latina están reunidas bajo el lema “Pensando autonomías desde una rebeldía cómplice”. Participan además, mujeres de España, Australia y Estados Unidos.

Como una “deuda histórica” calificaron las activistas latinas la realización del VII Encuentro Lésbico Feminista en Santiago de Chile (ELFLAC). Es la primera vez que se desarrolla en este país luego de infructuosos intentos que obligaban a aplazarlo.

Unas 200 lesbianas feministas de toda América Latina se encuentran congregadas en Santiago de Chile, desde ayer hasta el 11 de febrero, bajo el título “Pensando autonomías desde una rebeldía cómplice”.

Según las activistas chilenas, no estaban dadas en Chile las condiciones históricas, políticas y sociales para un evento de esa envergadura. En ese contexto, Erika Montesinos, responsable de comunicación del encuentro, explicó en rueda de prensa, que realmente existe una apertura en Chile, pero que ésta conlleva consecuencias negativas, “ya que con el aumento de la visibilidad ha aumentado también la persecución”, señaló.

El encuentro incluirá ponencias, talleres, actividades artísticas y culturales, así como una manifestación por el centro de Santiago el viernes por la tarde. Un total de 18 países de América Latina, participaron del primer taller, en el cual se revisó la historia del movimiento lésbico en América Latina y las diferentes corrientes que se presentan en él.

La opinión general de las participantes, es que soplan nuevos vientos en América Latina, y que desde la acción conjunta se está intentando romper las fronteras del patriarcado y solucionar problemas que no sólo afectan a las lesbianas, sino a todas las mujeres.

No obstante, la situación no está del todo resuelta porque América Latina todavía no está libre de homofobia. Las integrantes destacaron su condición de feministas, además de lesbianas, y la precisaron que toman su sexualidad para luchar contra el orden actual.

En ese contexto, las mujeres aseguraron que en Chile si bien hay una apertura, aún existe una mayor persecución a las estudiantes en liceos y golpizas a lesbianas que expresan sus sentimientos libremente en la vía pública. Situación que las expone a la lesbofobia y agresión de grupos radicalizados como los neonazis.

En tanto, Norma Mogrovejo, activista peruana mexicana, destacó los 20 años que cumplen los encuentros lésbicos feministas en América Latina. Asimismo, aseguró que a lo largo de los años se presentaron dificultades para organizarlos, como agresiones en algunos países hasta falta de apoyo en el financiamiento.

Por su parte, la activista Mariana Pessah de Argentina, indicó que sin autonomía no hay libertad de movimiento. "El movimiento lésbico feminista institucional se está enraizando cada vez más en el sistema neoliberal patriarcal; la otra corriente, la autónoma, pretende ser radical desde la raíz, sacar los pies de este sistema y crear uno nuevo”, precisó.

Pessah aseguró que la existencia lésbica no es solamente el hecho de amar a otra mujer, sino que representa una postura política rebelde donde se subvierten los códigos patriarcales de las sociedades actuales.

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
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