Mal entró el 2007
02/01/2007
- Opinión
El mundo, desgraciadamente, empieza el 2007 con dos pésimas noticias que le hereda el concluido 2006: la ejecución en la horca del derrocado presidente iraquí, Sadam Husein, es de precisarlo, depuesto por fuerzas extranjeras de ocupación encabezadas por Estados Unidos. Un ex mandatario que fue socio del presidente, George Bush padre y que consecutivamente el presidente, George Bush hijo propició, aplaudió y festinó la sentencia y posterior ejecución del antiguo aliado. Ajusticiamiento, que no quepa la menor duda, generará todo tipo de reacciones, como la violencia ya desatada, por lo pronto ya cobró 73 víctimas mortales.
La otra mala noticia se produjo en el conocido Aeropuerto Internacional de Barajas de la ciudad capital Madrid. Se hizo estallar un coche bomba con un saldo de dos muertos y otros tantos policías heridos. Según se informó el atentado se lo adjudicó el grupo separatista -otro le llaman terrorista- vasco ETA. Desgraciadamente, como es su costumbre, la ultraderecha española se aprovecha para descalificar los esfuerzos del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien se vio forzado a romper las pláticas de paz con dicha organización que ya habían recorrido un largo camino en el que se habían superado intrigas por los muchos intereses en juego.
Me remito al doctor Raúl Ramírez Baena, presidente de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, Asociación Civil, quien en un análisis además de humanístico nos fundamenta la tesis jurídica y por ello afirma que ejecución de Sadam es la ejecución de la ilegalidad internacional. Nosotros no defendemos a presuntos culpables de delitos tan graves como el genocidio, defendemos el respeto al Derecho, con el que todo ser humano, por el sólo hecho de serlo, debe ser protegido. Es obvio que todo fue quebrantado y violado por la fuerza de ocupación de la gran potencia.
El presidente español, Rodríguez Zapatero, quien tuvo que interrumpir sus vacaciones para regresar a Madrid y ponerse al frente del caso que consterna, pero que algunos aprovecharán, en un mensaje radio televisado, se vio en la necesidad de informar que ha ordenado "suspender todas las iniciativas para desarrollar el diálogo" con ETA, ya que en estos momentos "no se cumplen las condiciones de la resolución que aprobó el Parlamento el 22 de marzo de 2005", en la que él mismo pidió autorización a la Cámara para iniciar contactos y un eventual diálogo con ETA para firmar la paz definitiva.
Ramírez Baena nos ilustra jurídicamente: El presidente George W. Bush y su aláteres el británico, Tony Blair y el español, José María Aznar, son los principales personajes que pasaron por encima de la autoridad de las Naciones Unidas, de su Asamblea General y del Consejo de Seguridad, y en lugar de iniciar un proceso legal al interior del organismo, inventaron la farsa de que el régimen de Sadam, antes protegido y favorito de los norteamericanos para frenar el fundamentalismo de los ayatolas iraníes, poseía armas de destrucción masiva. Para nadie es ajeno que el interés primordial de Bush era apropiarse por la fuerza –de qué otra manera- de la segunda plataforma petrolera más importante del mundo, la del Golfo Pérsico.
Es de tomarse muy en cuenta que el gobierno autonómico vasco se haya apresurado a declarar, por conducto de su vocera, la nacionalista moderada Miren Azcarate, que "no quiere y no puede dar por roto el proceso de paz". Además el líder de la coalición separatista Batasuna, Arnaldo Otegi, aseguró que el atentado no rompe con el proceso de resolución del conflicto vasco, y aseguró: "el cese el fuego permanente es la única alternativa razonable, democrática y eficaz para que el escenario cambie en nuestro país".
El juicio contra Sadam debió haber seguido a una orden de captura girada por Naciones Unidas por el delito de genocidio (delito de lesa humanidad) y otros, desahogado por un Tribunal Internacional imparcial, pero no por el máximo tribunal iraquí, por ser este impuesto por los Estados Unidos, afirma el jurisperito Ramírez Baena, por eso mismo nos dice la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, hasta el último momento apeló a detener la ejecución de Sadam por considerar serias dudas sobre la legalidad del juicio. Recordó que el derecho internacional prohíbe llevar a cabo una condena si el proceso no ha cumplido con las exigencias legales.
Dos malas noticias para el mundo porque ambas rompen el débil equilibrio del derecho internacional y violan los derechos humanos de víctimas, unas inocentes, y otra presunto responsable. Ambas inaceptables, el terrorismo no puede ni debe ser el camino de las reivindicaciones sociales; igualmente inaceptable que la potencia mundial se haga "justicia" por propia mano en su objetivo único de querer dominar al mundo y apoderarse de sus bienes. Mal entró el 2007.
La otra mala noticia se produjo en el conocido Aeropuerto Internacional de Barajas de la ciudad capital Madrid. Se hizo estallar un coche bomba con un saldo de dos muertos y otros tantos policías heridos. Según se informó el atentado se lo adjudicó el grupo separatista -otro le llaman terrorista- vasco ETA. Desgraciadamente, como es su costumbre, la ultraderecha española se aprovecha para descalificar los esfuerzos del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien se vio forzado a romper las pláticas de paz con dicha organización que ya habían recorrido un largo camino en el que se habían superado intrigas por los muchos intereses en juego.
Me remito al doctor Raúl Ramírez Baena, presidente de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, Asociación Civil, quien en un análisis además de humanístico nos fundamenta la tesis jurídica y por ello afirma que ejecución de Sadam es la ejecución de la ilegalidad internacional. Nosotros no defendemos a presuntos culpables de delitos tan graves como el genocidio, defendemos el respeto al Derecho, con el que todo ser humano, por el sólo hecho de serlo, debe ser protegido. Es obvio que todo fue quebrantado y violado por la fuerza de ocupación de la gran potencia.
El presidente español, Rodríguez Zapatero, quien tuvo que interrumpir sus vacaciones para regresar a Madrid y ponerse al frente del caso que consterna, pero que algunos aprovecharán, en un mensaje radio televisado, se vio en la necesidad de informar que ha ordenado "suspender todas las iniciativas para desarrollar el diálogo" con ETA, ya que en estos momentos "no se cumplen las condiciones de la resolución que aprobó el Parlamento el 22 de marzo de 2005", en la que él mismo pidió autorización a la Cámara para iniciar contactos y un eventual diálogo con ETA para firmar la paz definitiva.
Ramírez Baena nos ilustra jurídicamente: El presidente George W. Bush y su aláteres el británico, Tony Blair y el español, José María Aznar, son los principales personajes que pasaron por encima de la autoridad de las Naciones Unidas, de su Asamblea General y del Consejo de Seguridad, y en lugar de iniciar un proceso legal al interior del organismo, inventaron la farsa de que el régimen de Sadam, antes protegido y favorito de los norteamericanos para frenar el fundamentalismo de los ayatolas iraníes, poseía armas de destrucción masiva. Para nadie es ajeno que el interés primordial de Bush era apropiarse por la fuerza –de qué otra manera- de la segunda plataforma petrolera más importante del mundo, la del Golfo Pérsico.
Es de tomarse muy en cuenta que el gobierno autonómico vasco se haya apresurado a declarar, por conducto de su vocera, la nacionalista moderada Miren Azcarate, que "no quiere y no puede dar por roto el proceso de paz". Además el líder de la coalición separatista Batasuna, Arnaldo Otegi, aseguró que el atentado no rompe con el proceso de resolución del conflicto vasco, y aseguró: "el cese el fuego permanente es la única alternativa razonable, democrática y eficaz para que el escenario cambie en nuestro país".
El juicio contra Sadam debió haber seguido a una orden de captura girada por Naciones Unidas por el delito de genocidio (delito de lesa humanidad) y otros, desahogado por un Tribunal Internacional imparcial, pero no por el máximo tribunal iraquí, por ser este impuesto por los Estados Unidos, afirma el jurisperito Ramírez Baena, por eso mismo nos dice la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, hasta el último momento apeló a detener la ejecución de Sadam por considerar serias dudas sobre la legalidad del juicio. Recordó que el derecho internacional prohíbe llevar a cabo una condena si el proceso no ha cumplido con las exigencias legales.
Dos malas noticias para el mundo porque ambas rompen el débil equilibrio del derecho internacional y violan los derechos humanos de víctimas, unas inocentes, y otra presunto responsable. Ambas inaceptables, el terrorismo no puede ni debe ser el camino de las reivindicaciones sociales; igualmente inaceptable que la potencia mundial se haga "justicia" por propia mano en su objetivo único de querer dominar al mundo y apoderarse de sus bienes. Mal entró el 2007.
- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de
https://www.alainet.org/de/node/119372?language=en
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