La fertilidad amenazada
15/03/2007
- Opinión
La fertilidad masculina desciende cada año. Según un estudio publicado por el prestigioso British Medical Journal, la calidad del esperma europeo se ha reducido a la mitad en el último medio siglo. El estudio explica los factores asociados al descenso de calidad seminal: tabaco, estrés, sedentarismo, consumo de drogas, hábitos alimenticios y el uso de ropa ajustada, que sube la temperatura testicular. A éstos se unen los compuestos químicos ambientales que actúan sobre el organismo.
Los resultados señalan que hay importantes diferencias según las regiones. El ranking va desde los 44 millones de espermatozoides por mililitro en los daneses, hasta el de los lituanos, con 65 millones por mililitro. Los españoles, se encuentran en un punto intermedio, con 52 millones.
Para medir la calidad del semen, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece una serie de parámetros. Se mide por la concentración, tiene que tener más de 20 millones de espermatozoides por mililitro eyaculado, un 25% con la movilidad adecuada y un 30 %con la morfología definida. En el caso de la investigación española, la muestra se realizó en Almería. Un equipo de científicos ha analizado el semen de 300 voluntarios de entre 18 y 23 años, y teniendo en cuenta el criterio de la OMS, los datos medios de los españoles se ajustan a los parámetros mínimos de calidad. Un 14,5% de los participantes no alcanzaba el mínimo de concentración, tenían menos de 20 millones de espermatozoides por eyaculado, y un 32,8% no superó el de movilidad.
En los bancos de semen españoles ya se sabe desde hace tiempo que algo está pasando con la calidad del semen de los jóvenes, principales donantes. Los científicos advierten que esos datos deben ser tomados con reservas, al resultar de analizar una muestra de una población sesgada y que no se han obtenido conforme a un criterio científico.
No obstante, el doctor Marina, fundador del Instituto CEFER, primer banco de semen de España, asegura que actualmente la prueba de calidad que se exige a los donantes, tan sólo la pasa uno de cada cinco, cuando era hace unos años del 50% de los donantes.
“El efecto combinado de los compuestos químicos de contaminantes ambientales, como los pesticidas (el DDT, metoxicloro y otros) puede haber influido en esta pérdida de calidad seminal”, comenta Nicolás Olea, uno de los investigadores españoles que elaboró parte del informe. “Está demostrado que hay una serie de sustancias que el hombre ha producido que tienen la capacidad de imitar a nuestras hormonas endógenas, como la testosterona o las hormonas tiroideas, y estamos convencidos de que están teniendo un papel preponderante en patologías dependientes de las hormonas como el cáncer de próstata y mama o la calidad seminal”. De momento, no se puede establecer una causa-efecto directa, pero se han encontrado una media de 9 pesticidas prohibidos (de los 18 analizados) en la sangre de los 300 almerienses que participaron en el estudio. Lo más curioso es que se trata de pesticidas prohibidos hace tiempo pero a los que nos hemos visto expuestos desde que estábamos en el vientre materno. Eso significa que en unos años, nuestros hijos podrían verse afectados con muchos de los efectos no deseados y hasta ahora desconocidos que pueden resultar de nuestras modas, alimentos, contaminación, etc.
En esta era de avances vertiginosos, nos hallamos inmersos en unas dinámicas sobre las cuales muchas veces no tenemos control. No sabemos muy bien los efectos secundarios y perversos que pueden llegar a tener algunos de nuestros hábitos, fármacos, pesticidas, alimentos alterados genéticamente, etc. Cuando lo descubrimos suele ser tarde y ya no se puede rebobinar. Deberíamos reflexionar sobre las causas de la degeneración de nuestra capacidad reproductora, pues de estos datos dependen las generaciones que vienen.
María José Atiénzar
Periodista
Los resultados señalan que hay importantes diferencias según las regiones. El ranking va desde los 44 millones de espermatozoides por mililitro en los daneses, hasta el de los lituanos, con 65 millones por mililitro. Los españoles, se encuentran en un punto intermedio, con 52 millones.
Para medir la calidad del semen, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece una serie de parámetros. Se mide por la concentración, tiene que tener más de 20 millones de espermatozoides por mililitro eyaculado, un 25% con la movilidad adecuada y un 30 %con la morfología definida. En el caso de la investigación española, la muestra se realizó en Almería. Un equipo de científicos ha analizado el semen de 300 voluntarios de entre 18 y 23 años, y teniendo en cuenta el criterio de la OMS, los datos medios de los españoles se ajustan a los parámetros mínimos de calidad. Un 14,5% de los participantes no alcanzaba el mínimo de concentración, tenían menos de 20 millones de espermatozoides por eyaculado, y un 32,8% no superó el de movilidad.
En los bancos de semen españoles ya se sabe desde hace tiempo que algo está pasando con la calidad del semen de los jóvenes, principales donantes. Los científicos advierten que esos datos deben ser tomados con reservas, al resultar de analizar una muestra de una población sesgada y que no se han obtenido conforme a un criterio científico.
No obstante, el doctor Marina, fundador del Instituto CEFER, primer banco de semen de España, asegura que actualmente la prueba de calidad que se exige a los donantes, tan sólo la pasa uno de cada cinco, cuando era hace unos años del 50% de los donantes.
“El efecto combinado de los compuestos químicos de contaminantes ambientales, como los pesticidas (el DDT, metoxicloro y otros) puede haber influido en esta pérdida de calidad seminal”, comenta Nicolás Olea, uno de los investigadores españoles que elaboró parte del informe. “Está demostrado que hay una serie de sustancias que el hombre ha producido que tienen la capacidad de imitar a nuestras hormonas endógenas, como la testosterona o las hormonas tiroideas, y estamos convencidos de que están teniendo un papel preponderante en patologías dependientes de las hormonas como el cáncer de próstata y mama o la calidad seminal”. De momento, no se puede establecer una causa-efecto directa, pero se han encontrado una media de 9 pesticidas prohibidos (de los 18 analizados) en la sangre de los 300 almerienses que participaron en el estudio. Lo más curioso es que se trata de pesticidas prohibidos hace tiempo pero a los que nos hemos visto expuestos desde que estábamos en el vientre materno. Eso significa que en unos años, nuestros hijos podrían verse afectados con muchos de los efectos no deseados y hasta ahora desconocidos que pueden resultar de nuestras modas, alimentos, contaminación, etc.
En esta era de avances vertiginosos, nos hallamos inmersos en unas dinámicas sobre las cuales muchas veces no tenemos control. No sabemos muy bien los efectos secundarios y perversos que pueden llegar a tener algunos de nuestros hábitos, fármacos, pesticidas, alimentos alterados genéticamente, etc. Cuando lo descubrimos suele ser tarde y ya no se puede rebobinar. Deberíamos reflexionar sobre las causas de la degeneración de nuestra capacidad reproductora, pues de estos datos dependen las generaciones que vienen.
María José Atiénzar
Periodista
Fuente: Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS), España.
ccs@solidarios.org.es
www.solidarios.org.es
https://www.alainet.org/de/node/120013
Del mismo autor
- Arsenales de salud 30/10/2013
- La televisión seduce 03/10/2013
- Salud materna, buenas noticias 22/04/2010
- Créditos FAD: las cosas por su nombre 27/11/2009
- Los bosques, motor de vida 13/11/2009
- Inversiones rentables en prisión 22/10/2009
- Recuperar los pueblos 01/10/2009
- Falso ecologismo 24/09/2009
- Complicidad de abuelos y nietos 03/09/2009
- Cambio climático y pobreza 16/07/2009