Cuando los organismos no gubernamentales y las instituciones oficiales, en sus denuncias, en sus acciones o en sus recomendaciones hacen excepciones que se suponen interesadas cuando menos surge la duda o la sospecha; en esa situación tan grave han caído, desafortunadamente, la organización Freedom House y la recién creada Comisión de Seguimiento a Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación de la Cámara de Diputados, de ahí que sea aplicable ese dicho popular, que es filosofía neta: “de buenas intenciones está lleno el infierno”.

Cada 3 de mayo, deberíamos de celebrar el Día Mundial de la Libertad de Prensa y Expresión que instituyó Naciones Unidas En nuestro país cuando menos no tenemos que festejar. Ocupamos el primer lugar en asesinatos, desapariciones y demás agravios a informadores. El gremio periodístico organizado, a cambio, renueva su lucha por revertir el brutal fenómeno en el entendido de la defensa irrestricta de esas libertades.

La organización estadounidense Freedom House, que se dedica a monitorear en el mundo las condiciones en que trabajan los periodistas, en su informe anual, asegura que la libertad de prensa y expresión va a la baja y señala a países como China, Irán, Vietnam, Myanmar, Cuba, Libia, Corea del norte, Turkmenistán, y América Latina en su conjunto -ignoramos cuál es el propósito de no singularizar a México-, con las más bajas calificaciones, y lo más significativo evita incluir a Estados Unidos, no obstante que acepta que en la potencia mundial existen presiones legales e inclusive encarcelamiento a periodistas que se niegan a revelar sus fuentes de información.

Aquí en México la recién creada Comisión de Seguimiento a Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación de la Cámara de Diputados tomó la decisión de emitir recomendaciones a los gobiernos que efectúen acciones en contra de los informadores, lo que sorprende es que a su presidente el diputado panista, Gerardo Priego Tapia le haya ganado el partidismo ya que sólo señala como entidades de acoso a los informadores, a las gobernadas por priístas y perredistas.

Con excepciones interesadas, cuando menos se duda de las buenas intenciones de esas instituciones. Es de sobra conocido que la Ley Patriot, impuesta por el actual huésped de la Casa Blanca, George W Bush, de acuerdo a su programa de mantener al pueblo en estado de crisis con amplificado peligro del terrorismo, restringió las libertades a estándares nunca antes consignados al considerar como traición a la patria la revelación de algunas informaciones.

Se nota en consecuencia en dicho informe la intención de golpear principalmente a Asia, América Latina y a la ex Unión Soviética, porque asegura, la libertad de prensa siguió a la baja en el 2006 a consecuencia de golpes de estado, gobiernos opresores y asesinatos de periodistas. En ninguna parte de su informe, Freedom House se refiere a Irak, país que como consecuencia de una guerra de ocupación por parte de Estados Unidos y sus aliados se convirtió en la nación donde más periodistas han perdido la vida.

Los diputados federales "vigilarán con lupa" a los gobiernos estatales y municipales que amenacen, controlen o atenten contra la integridad de los periodistas por el contenido de la información que los representantes de los medios manejan y emitirán llamadas de atención, exhortos y recomendaciones a aquellas áreas de todos los niveles de gobierno que atenten contra el ejercicio informativo, declaró Gerardo Priego Tapia y de inmediato se refirió a las entidades donde, según dijo, el monitoreo de la Procuraduría General de la República el fenómeno represivo es más intenso: el Distrito Federal y Michoacán gobernados por los perredistas Marcelo Ebrard Casaubón y Lázaro Cárdenas Batell; así como Oaxaca, Tamaulipas, Estado de México y Tabasco que gobiernan los priístas Ulises Ruiz, Eugenio Hernández, Enrique Peña Nieto y Andrés Granier Melo. Se lo olvidó, y basta una prueba, Baja California que gobierna el panista, Eugenio Elorduy Walter, es la entidad que ocupa el segundo lugar en asesinatos a periodistas.

Estamos de acuerdo, dicho informes y dichas recomendaciones servirán para atemperar el clima de violencia contra los periodistas y permitirá a los gobiernos federales y locales tomar conciencia de la importancia de la labor de los comunicadores, sin embargo, cuando están implícitas las excepciones interesadas es de aplicarse el dicho popular, que es filosofía neta: “de buenas intenciones está lleno el infierno”.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.
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