Una bomba de racimo
Insolvencia del neoliberalismo
13/10/2008
- Opinión
La crisis financiera, eufemismo con el que se intenta disfrazar el fracaso del neoliberalismo, no sólo hizo impacto en el ámbito económico, sino que explotó cual bomba de racimo y cayó sobre varios puntos estratégicos. Uno de tantos es el político electoral del propio Estados Unidos, donde en menos de un mes se realizarán las elecciones presidenciales destinadas a escoger al sucesor de Bush.
Y en el plano financiero también quedaron cosas importantes en descubierto. La primera de ellas es que el modelo, al igual que el manejo del mercado, no tenía ni pies ni cabeza. Por un lado era una especulación destinada a acumular inmorales fortunas que contrastan con el crecimiento de la pobreza que esa acumulación ha provocado. Por el otro lado, la supuesta fortaleza económica sirvió para apuntalar los proyectos de dominación de grupos de individuos enriquecidos que han ejercido un poder sin límites, decidiendo sobre guerra o paz, vida o muerte.
En Estados Unidos, como ya lo hemos señalado, la crisis ha sido similar a la producida en algunos países de América Latina, incluso en el programa de rescate de las empresas insolventes, excepto que allá son cientos de miles de millones de dólares los destinados a ese objeto y nada garantiza que el problema se solucione, como lo ha demostrado el comportamiento de los mercados. Los 700 mil millones de dólares marcan el fin de fiesta de la administración Bush.
Las aspiraciones europeas
Establecido ya que la “superpotencia” va cuesta abajo, los europeos se preparan para redefinir los ámbitos de poder. En su calidad de presidente de la Unión Europea, UE, el presidente francés Nicolás Sarkozy convocó a una reunión a los gobernantes de Alemania, Italia y Reino Unido, así como a los presidentes de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del Eurogrupo e intentó que de allí surgiera un programa de rescate similar al estadounidense. Se encontró con la negativa de Alemania, país cuyos intereses hace tiempo vienen chocando con los de Estados Unidos. Los alemanes son socios comerciales importantes de Siria e Irán, naciones a las que Washington amenaza permanentemente.
También están aumentando su influencia en Líbano y han realizado gestiones para no quedar fuera de la reconstrucción en Irak. Alemania ha sido fuerte opositora al ingreso a la Alianza del Atlántico Norte, OTAN, de Georgia y Ucrania, ex repúblicas soviéticas que se encuentran en la frontera con Rusia. Otros países europeos han mantenido posiciones similares porque dependen del petróleo ruso. En síntesis, hay intereses contrapuestos con Estados Unidos, que al término de la segunda guerra mundial estaba entero y con recursos suficientes como para encabezar la reconstrucción europea.
Las cosas han cambiado y hoy Europa es un centro de poder. La Unión Europea se ha extendido a países que integraron el campo socialista y como organización aspira a estar en igualdad de condiciones con Estados Unidos en la OTAN. Esto no es nuevo, pero la crisis financiera y las decisiones tomadas en la reunión convocada por Francia abren nuevas interrogantes, porque a pesar de la desaparición del campo socialista siguen existiendo una Europa Occidental y otra Oriental, ésta ahora bajo la influencia de Washington.
El cuadro se completa con otros acuerdos destinados a desarrollar una serie de acciones que culminen con un nuevo pacto, al estilo del de Bretón Woods que estableció el hoy colapsado orden de posguerra. A esa reunión serán invitados países como China, India y Brasil, que en algunos análisis figuran como países del segundo nivel en un mundo multipolar. Mientras vuelan los miles de millones de dólares virtuales, se gesta un cambio político.
A la guerra sucia
A pocas semanas de las elecciones presidenciales, la crisis impactó también en ese proceso y Barack Obama empezó a distanciarse nuevamente de John McCain. La campaña electoral ha sido de un nivel mediocre, ni siquiera frente a una situación de la trascendencia de esta crisis se han escuchado planteamientos que sugieran la existencia de alguna alternativa.
Obama logra conmover a su auditorio, como lo hizo con el discurso que pronunció al aceptar la candidatura. En contraste, la campaña de Mc Cain ha sido fría, así se ven también él y su esposa, como si quisieran establecer una diferencia de clase respecto a su rival, dejándole a Sara Palin la tarea de mostrarse populachera, rol para el que tiene aptitudes. Los comentarios acerca del debate con Joseph Biden apuntan a eso cuando se señala que Biden la superó, pero que Palin “cayó bien” y no cometió los errores que caracterizaron algunas de sus intervenciones anteriores
En este marco, la campaña tendrá nuevos ingredientes. Los estrategas republicanos anunciaron que replantearán su accionar y cuando una candidatura decide modificar su estrategia es porque admite que está perdiendo, sobre todo cuando falta menos de un mes para los comicios. El sello de la nueva estrategia será la guerra sucia, especialidad de los republicanos.
Según se anunció, a Barack Obama lo acusarán de liberal y de tener propuestas riesgosas. Palin ya empezó a cumplir su papel, acusándolo de estar vinculado a un ex terrorista que cometió unos atentados cuando Obama tenía 8 años y que ahora tiene un cargo en una universidad, a raíz de lo cual se conocieron. El candidato demócrata se había negado a entrar en ese terreno, pero a días de la elección le mandó un mensaje a McCain al recordar que éste estuvo involucrado en un escándalo financiero en relación a ahorros y préstamo, asunto en el cual fue acusado de corrupción por recibir aportaciones a su campaña de un estafador y aunque lo exoneraron, el hecho es real.
Si efectivamente los días que quedan para la elección van a ser utilizados en sacar trapitos al sol, a McCain podría no irle muy bien si se profundiza en su vida sentimental y sus relaciones con cabilderos. A Obama los publicitas republicanos lo han investigado a fondo y hasta ahora sólo han sacado a relucir a sus familiares africanos, algunos de los cuales viven en la pobreza, como su medio hermano, y otros tienen un modesto pasar, pero podrían tener reservada alguna sorpresa.
Los “cerebros” de la campaña republicana son expertos en intrigas. Otto Reich, el asesor para América Latina, montó numerosas campañas con información falsa en apoyo a los “contras” en Nicaragua y fue alto funcionario de la Agencia Internacional para el Desarrollo, AID, organización que financia acciones desestabilizadoras contra gobiernos legítimos.
Está en compañía de Dick Morris, que se dedica también a las intrigas y ha trabajado para republicanos y demócratas, llegó a ser consejero de William Clinton en materia de encuestas. Por sobre ellos está Karl Rove, el “gurú” de Bush,que lo llevó a la Casa Blanca y lo dejó hace algunos meses para dirigir la campaña de McCain. Los cerebros de la campaña de Obama parecen ser más discretos.
- Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.
Y en el plano financiero también quedaron cosas importantes en descubierto. La primera de ellas es que el modelo, al igual que el manejo del mercado, no tenía ni pies ni cabeza. Por un lado era una especulación destinada a acumular inmorales fortunas que contrastan con el crecimiento de la pobreza que esa acumulación ha provocado. Por el otro lado, la supuesta fortaleza económica sirvió para apuntalar los proyectos de dominación de grupos de individuos enriquecidos que han ejercido un poder sin límites, decidiendo sobre guerra o paz, vida o muerte.
En Estados Unidos, como ya lo hemos señalado, la crisis ha sido similar a la producida en algunos países de América Latina, incluso en el programa de rescate de las empresas insolventes, excepto que allá son cientos de miles de millones de dólares los destinados a ese objeto y nada garantiza que el problema se solucione, como lo ha demostrado el comportamiento de los mercados. Los 700 mil millones de dólares marcan el fin de fiesta de la administración Bush.
Las aspiraciones europeas
Establecido ya que la “superpotencia” va cuesta abajo, los europeos se preparan para redefinir los ámbitos de poder. En su calidad de presidente de la Unión Europea, UE, el presidente francés Nicolás Sarkozy convocó a una reunión a los gobernantes de Alemania, Italia y Reino Unido, así como a los presidentes de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del Eurogrupo e intentó que de allí surgiera un programa de rescate similar al estadounidense. Se encontró con la negativa de Alemania, país cuyos intereses hace tiempo vienen chocando con los de Estados Unidos. Los alemanes son socios comerciales importantes de Siria e Irán, naciones a las que Washington amenaza permanentemente.
También están aumentando su influencia en Líbano y han realizado gestiones para no quedar fuera de la reconstrucción en Irak. Alemania ha sido fuerte opositora al ingreso a la Alianza del Atlántico Norte, OTAN, de Georgia y Ucrania, ex repúblicas soviéticas que se encuentran en la frontera con Rusia. Otros países europeos han mantenido posiciones similares porque dependen del petróleo ruso. En síntesis, hay intereses contrapuestos con Estados Unidos, que al término de la segunda guerra mundial estaba entero y con recursos suficientes como para encabezar la reconstrucción europea.
Las cosas han cambiado y hoy Europa es un centro de poder. La Unión Europea se ha extendido a países que integraron el campo socialista y como organización aspira a estar en igualdad de condiciones con Estados Unidos en la OTAN. Esto no es nuevo, pero la crisis financiera y las decisiones tomadas en la reunión convocada por Francia abren nuevas interrogantes, porque a pesar de la desaparición del campo socialista siguen existiendo una Europa Occidental y otra Oriental, ésta ahora bajo la influencia de Washington.
El cuadro se completa con otros acuerdos destinados a desarrollar una serie de acciones que culminen con un nuevo pacto, al estilo del de Bretón Woods que estableció el hoy colapsado orden de posguerra. A esa reunión serán invitados países como China, India y Brasil, que en algunos análisis figuran como países del segundo nivel en un mundo multipolar. Mientras vuelan los miles de millones de dólares virtuales, se gesta un cambio político.
A la guerra sucia
A pocas semanas de las elecciones presidenciales, la crisis impactó también en ese proceso y Barack Obama empezó a distanciarse nuevamente de John McCain. La campaña electoral ha sido de un nivel mediocre, ni siquiera frente a una situación de la trascendencia de esta crisis se han escuchado planteamientos que sugieran la existencia de alguna alternativa.
Obama logra conmover a su auditorio, como lo hizo con el discurso que pronunció al aceptar la candidatura. En contraste, la campaña de Mc Cain ha sido fría, así se ven también él y su esposa, como si quisieran establecer una diferencia de clase respecto a su rival, dejándole a Sara Palin la tarea de mostrarse populachera, rol para el que tiene aptitudes. Los comentarios acerca del debate con Joseph Biden apuntan a eso cuando se señala que Biden la superó, pero que Palin “cayó bien” y no cometió los errores que caracterizaron algunas de sus intervenciones anteriores
En este marco, la campaña tendrá nuevos ingredientes. Los estrategas republicanos anunciaron que replantearán su accionar y cuando una candidatura decide modificar su estrategia es porque admite que está perdiendo, sobre todo cuando falta menos de un mes para los comicios. El sello de la nueva estrategia será la guerra sucia, especialidad de los republicanos.
Según se anunció, a Barack Obama lo acusarán de liberal y de tener propuestas riesgosas. Palin ya empezó a cumplir su papel, acusándolo de estar vinculado a un ex terrorista que cometió unos atentados cuando Obama tenía 8 años y que ahora tiene un cargo en una universidad, a raíz de lo cual se conocieron. El candidato demócrata se había negado a entrar en ese terreno, pero a días de la elección le mandó un mensaje a McCain al recordar que éste estuvo involucrado en un escándalo financiero en relación a ahorros y préstamo, asunto en el cual fue acusado de corrupción por recibir aportaciones a su campaña de un estafador y aunque lo exoneraron, el hecho es real.
Si efectivamente los días que quedan para la elección van a ser utilizados en sacar trapitos al sol, a McCain podría no irle muy bien si se profundiza en su vida sentimental y sus relaciones con cabilderos. A Obama los publicitas republicanos lo han investigado a fondo y hasta ahora sólo han sacado a relucir a sus familiares africanos, algunos de los cuales viven en la pobreza, como su medio hermano, y otros tienen un modesto pasar, pero podrían tener reservada alguna sorpresa.
Los “cerebros” de la campaña republicana son expertos en intrigas. Otto Reich, el asesor para América Latina, montó numerosas campañas con información falsa en apoyo a los “contras” en Nicaragua y fue alto funcionario de la Agencia Internacional para el Desarrollo, AID, organización que financia acciones desestabilizadoras contra gobiernos legítimos.
Está en compañía de Dick Morris, que se dedica también a las intrigas y ha trabajado para republicanos y demócratas, llegó a ser consejero de William Clinton en materia de encuestas. Por sobre ellos está Karl Rove, el “gurú” de Bush,que lo llevó a la Casa Blanca y lo dejó hace algunos meses para dirigir la campaña de McCain. Los cerebros de la campaña de Obama parecen ser más discretos.
- Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.
https://www.alainet.org/de/node/130234?language=es
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