Hacia una nueva teoría crítica
- Opinión
“ Teoría crítica de la sociedad` designa un tipo de teoría
social que comparte con la Escuela de Francfort una cierta
forma de crítica normativa”
AXEL HONNETH: La societé du mépris, P. 182
El subtítulo del libro de Honneth es precisamente: “Hacia una nueva teoría crítica”. Sugestiva notación en tiempos en los que la impronta posmoderna supone una disolución de los lugares—ético-ideológicos—para fundar una crítica de la sociedad. En efecto, desde una visión historicista que veía al capitalismo como un simple estadio en el curso inevitable de una evolución sujeta a las “leyes” del cambio social, y por tanto, condenado a una crisis que abriría el camino del socialismo y el comunismo, es imposible hoy fundar la idea de crítica.
Pero de allí no se sigue que toda alternativa esté condenada a la funcionalización, que toda oposición termine siendo parte de lo mismo. Al contrario, una radicalización de la crítica teórica, acompasada con una postura “virulenta” (Zizek) frente a la dominación, está en el corazón mismo de lo que en América Latina denominamos posmodernismo crítico. Justamente el cuestionamiento del status quo del capitalismo instalado pasa por “una forma de crítica normativa” (como lo sugiere Honneth) sin estar demasiado preocupados por el estatuto “científico” de esa teoría (entre otras cosas, porque la ciencia misma está en el banquillo) ¿En qué consiste lo nuevo de “una nueva teoría crítica”?
Básicamente en su carácter cultural (en el sentido en el que Alain Touraine desarrolla su Nuevo Paradigma: frente al paradigma de lo social, emerge hoy el paradigma de lo cultural como eje comprensivo de la sociedad posmoderna). No se trata de prefijar un “Sujeto” a partir del cual se asegura el lugar de la crítica. Tal “Sujeto” se ha evaporado. Las viejas centralidades no funcionan para fundamentar nada. Por tanto, el “sujeto” adelgazado deviene modestamente un actor: nómada, evanescente, transitorio, instantáneo, performativo. Nada de “proletariado” como fuerza motriz de la revolución y leyendas parecidas.
En común con la tradición francfortiana reivindicamos fuertemente el momento negativo de la crítica. La traducción política de esta postura no es lineal pero tiene consecuencias. Su traducción teórica tampoco es automática pero está también cargada de implicaciones. En ambos espacios se hace visible hoy una creciente tendencia mundial que recupera una crítica radical de la globalización hegemónica y antepone una concepción de la mundialización solidaria fundada en el encuentro de civilizaciones, en el diálogo de saberes. De allí también se desprende, sólo para ilustrar estas implicaciones, todo un movimiento internacional que se bate hoy contra las concepciones tecnocráticas de la racionalidad científico-técnica, contra la decadencia del mundo académico, contra los saberes dominantes en el campo de la cultura, la educación y la comunicación. Una postura radical contra todas las formas de neoliberalismo y sus políticas públicas nefastas.
Como podrá apreciarse, en esta brevísima enumeración no hay lugar para las ambigüedades. Teórica y políticamente una posición posmoderna crítica supone una jugada normativa abierta contra lo establecido. La criticidad de esta postura no es negociable. La apelación a una voluntad política subversiva no es negociable. El rechazo a toda forma de dominación no es negociable. El cuestionamiento epistemológico frente a las viejas maneras de pensar no es negociable. La impugnación a las prácticas y discursos del capitalismo no es negociable. ¿Será que queda clara mi posición?
De allí no se sigue un “plan de acción” para aplicarlo aquí y allá. Los amigos que quieren la edición de un “¿Qué hacer?” al estilo del camarada Lenin, les tengo malas noticias. No basta decir NO y tomar las vacaciones, ya lo sabemos. Sepamos también que el momento de la crítica es constitutivo de cualquier positividad. No hay propuesta que valga que no provenga de una impugnación de lo dado. De momento hay que sacar el máximo provecho de la crítica…por la crítica misma. “Siempre será más fácil proclamar que se rechaza que rechazar realmente” J. P. Sartre
Del mismo autor
- La gobernanza se construye 07/03/2013
- Religión y política: ¡Peligro! 25/02/2013
- Por una izquierda subversiva 18/02/2013
- La salud de Chávez 09/12/2012
- Sin pensamiento crítico… 26/11/2012
- Redes: partido, movimientos, comunidades 12/11/2012
- Pensar desde la izquierda 06/11/2012
- Rebelión en la izquierda 06/11/2012
- Lo más difícil es transformar 10/06/2012
- La izquierda de Pepe Mujica 03/06/2012