Nada tan sospechoso –y peligroso- como negar la realidad

Benjamín Forcano

01/09/2009

Opinión

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Al ser humano no le es dado manipular la realidad a su antojo. Las cosas son lo que son y bajo ninguna razón podemos negarlas o tergiversarlas. La trama Gürtel ha envuelto a muchos miembros del PP con los encantos del dinero. Es una realidad, que afecta ya a más de cien imputados.

Pero la participación en ella no se ha hecho sin atropellar la propia conciencia. La euforia imperante en otros momentos del PP parecía invitar a pensar que la villanía del dinero podía no importar mientras no llegara al público y no se hiciera visible. Pero, estamos en una democracia, lo cual es otra realidad, dentro de la cual las tropelías más pronto que tarde se saben. Y entonces esas actuaciones detestables –ocultas- se las pretende convertir en honorables. Lo llevamos oyendo por días y semanas: en el PP nada de corrupción, todos inocentes, sufridores de una malvada persecución. A pesar de que la realidad está ahí, probada y confirmada por los mecanismos vigilantes de nuestra democracia. Pero, hay más: el Gobierno, denuncian ahora, ha hecho de España “un Estado policial con escuchas telefónicas ilegales a dirigentes del PP”.

Si uno abre los ojos y ve la realidad, no hay más que admitirla, por mucho que duela y avergüence. Pero, el PP declara con énfasis empecinado que en su Partido la corrupción no existe y es, simplemente, una conspiración y una maniobra siniestra del Gobierno.

También los del PP son pecadores, hijos de Adán y Eva y pueden sucumbir a la tentación de la avaricia. ¿Por qué negar lo evidente? Pero, las ganas de poder, de tener en manos las riendas de una política que interprete, imponga y decida los destinos de una nación saben convivir con la pestilencia del robo y del dinero y, llegado el caso, negarla olímpicamente. Y traspasar a otros la responsabilidad, afirmando que todo es acoso y calumnia contra el PP. Y, traspasando todo límite, imputar ahora la conspiración, a través de escuchas telefónicas y pinchazos ilegales, a fiscales, jueces, policías, guardia civil, medios de comunicación, etc.

La realidad no es que la Fiscalía del Estado sea más dura con el PP que con el PSOE, sino que el PP está mostrando una realidad tan dura de corrupción que es suya y no se encuentra en ningún otro partido. No se puede cambiar la realidad con distracciones, pretextos o acusaciones de otro género. Resulta repugnante y suicida.

La ciudadanía entera, al igual que las instituciones acusadas, debiera gritar: Sra. Cospedal “váyase”.

¡Pobre del PSOE si una mínima parte de lo que estamos observando en el PP se hubiera producido en su partido! Comparen lo que hicieron con el ministro Bermejo y lo hecho con el ministro Trillo. ¿Qué anida en la conciencia de la Sra. Copesdal, secretaria general del PP y en la del Sr. Trillo, diputado y asesor? Ellos, que son tan sensibles a las cuestiones éticas, que aspiran a regenerar este país, ¿para cuando dejan ventilar y limpiar esta putrefacción ética?

(Publicado abreviado en El Pais)

- Benjamín Forcano es sacerdote y teólogo.

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