Ahora le toca a Rusia
03/01/2012
- Opinión
En la seguidilla de intervenciones militares y desestabilizaciones políticas que caracterizan a los tiempos que estamos viviendo, ha llegado el turno de Rusia, lo que no es casual. Era de esperar que sucediera, en la lógica, si así se la puede llamar, de europeos y estadounidenses.
El colapso de la Unión Soviética les dejó, en especial a Estados Unidos, mayor capacidad de maniobra, lo que le permitió asumir un rol hegemónico aunque su antagonista no había perdido su poderío sino que enfrentaba una crisis como la que su rival también podría experimentar ahora.
Lo indica así el poderío militar ruso, que incluye el atómico, por lo que se mantienen los pactos sobre el tema entre los dos países. Rusia ha superado los obstáculos económico-financieros que le ha puesto Washington y sigue siendo dueña absoluta de su gran riqueza petrolera.
Y así vamos llegando al fondo del debate actual, en el que más allá de las dudas que puedan surgir en algún proceso electoral en cualquier país, como sucedió el 2004 con la reelección de George W. Bush, en el caso ruso se apunta a sacar del juego al ex presidente y actual Primer Ministro Vladimir Putin.
Los que sostienen la existencia de un fraude no han presentado denuncia alguna ante un tribunal, como lo establece la ley, y si bien la manifestación de protesta que realizaron hace algunos días movilizó a unas 120 mil personas, los opositores no son un conglomerado unido.
Mientras tanto, el actual presidente Dimitri Medvédev, en su último informe ante el parlamento, ya que su período termina en mayo del 2012, planteó una serie de reformas rezagadas, que muchos esperaban y que redundarían en un mayor apoyo a Putin, candidato a sucederlo por el partido Rusia Unida, al cual ambos `pertenecen.
Los presidenciables
Los aspirantes a la presidencia de Rusia son varios, pero el problema de los opositores a Putin es que no tienen una organización que los reúna. Talvez la manifestación del 24 de diciembre sea la más concurrida, pero muy diversa en cuanto a los asistentes.
Allí estuvieron, por ejemplo, Grigori Yavlinski, fundador del partido Liberal Yabloko y candidato presidencial de esa colectividad, quien en las elecciones parlamentarias últimas sólo obtuvo el 3.43 por ciento del total de votos.
También estaba ahí Alexei Navaini, un bloguero que denuncia la corrupción, que espera que la oposición llegue al gobierno en las próximas elecciones y que para otra manifestación reúnan a un millón de personas.Aunque los que convocaron al mitin se organizaron, la diversidad de los participantes pesa y en ese contexto surgen...
Los millonarios
En 1985 Mijail Gorbachov asumió el cargo de Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética e impulsó una serie de cambios como la “glasnot”, que quiere decir transparencia, y la “perestroika”, que significa reestructuración, y que terminaron en algo muy distinto a lo que supuestamente se pretendía.
En concreto, significaron el fin de la Unión Soviética y en términos muy favorables a su principal enemigo, Estados Unidos, que invirtió más dinero en desestabilizar a Polonia que en colapsar a la URSS, lo que origina muchas preguntas acerca del rol que realmente jugó Gorbachov.
Después de un período agitado políticamente y tras varios cambios de presidentes, Vladimir Putin asumió ese cargo al ser nombrado como su “sucesor político” por Boris Yeltsin, al renunciar éste a la presidencia. Luego Putin fue elegido presidente el año 2000 y reelecto el 2004.
En todos estos años se han producido muchos cambios en Rusia, que sigue siendo el país territorialmente más grande. Y entre esos cambios está la aparición de potentados financieros que, entre otros negocios han accedido al del petróleo.
Uno de los magnates petroleros terminó en la cárcel, pero han surgido otros, en ese y otros rubros, como el magnate metalúrgico Mikhail Projorov, al que le calculan una fortuna de 18 mil millones de dólares y que ha declarado que postulará al cargo de presidente en los comicios de marzo próximo.
También declaró que no se centrará en la crítica a Putin sino que en lo que él cree que hay que hacer. Se opone a una revolución porque en su opinión terminan en derramamientos de sangre y caída del nivel de vida. Se manifiesta partidario de los “cambios evolutivos”.
Talvez por su planteamiento respecto a Putin, los sectores de oposición sostienen que su candidatura sería falsa y una forma de dividirlos a ellos.
Putin y los cambios
Mientras se acortan los plazos para la elección del nuevo presidente ruso se analizan también los cambios a realizar, los que ya fueron expuestos por el actual mandatario Dimitri Medvédev en el parlamento ruso, en su último mensaje anual.
En su intervención planteó el cambio del sistema político vigente para dar comienzo a las reformas antes de las elecciones, a fin de que se implementen en lo que resta de su mandato que culmina en mayo del próximo año. Lo dicho por Medvédev podría influir en el proceso electoral.
Las medidas a tomar y los cambios a realizar se refieren a la reforma del sistema político por considerar que el vigente ya se agotó y una de las propuestas contempla que los dirigentes regionales se elijan por voto directo en las regiones, junto con un mecanismo para designar gobernadores.
El traspaso de funciones a las regiones es uno de los proyectos importantes, porque apunta a la autonomía regional. Medvédev ya ha enviado dos proyectos de ley al parlamento, uno facilita el registro de nuevos partidos políticos y el otro elimina algunos requisitos para la participación en elecciones regionales y parlamentarias.
Muchos se preguntan por qué estas y otras reformas que se proponen no se propusieron antes y algunos sugieren que si así hubiera sido eso favorecería a Medvédev y que al hacerlo ahora jugarían a favor de la reelección de Putin, que sería la tercera.
Y el grado internacional de cuestionamiento a las elecciones parlamentarias tiene una razón evidente. Si el gobierno obtuvo la votación conocida, eso indica que la elección de Putin se puede dar por hecha y que la campaña sobre el presunto fraude busca evitar su triunfo.
Aunque Putin no es un desconocido para europeos y estadounidenses, también es sabido que hay cosas que no negociará y después de que Rusia se abstuviera junto con China en la votación en que el Consejo de Seguridad de la ONU dio el vamos a las acciones contra Libia, los rusos se han opuesto a iniciativas similares, como en el caso de Siria.
De aquí a los comicios de marzo veremos mucha agitación y movilizaciones en Rusia, los objetivos están a la vista. Putin no es el presidente que le gustaría a Europa y a Washington. Unos dicen que las movilizaciones opositoras se promovieron a través de las redes sociales, como en Egipto y otros lugares.
Si eso determinó que se anticiparan los proyectos de cambio que expuso Medvédev, las redes sociales podrían fracasar esta vez en su misión.
- Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.
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