Los Relatores Especiales de la Libertad de Expresión de la ONU, Frank La Rue, y de la OEA, Catalina Botero, expresaron en un comunicado conjunto, de una manera muy contundente, su postura y demanda hacia el Gobierno de Estados Unidos a proteger enérgicamente la libertad de expresión en internet, valiente respuesta ante los proyectos de ley sobre piratería en internet conocidos como Sopa y Pipa. Consideran dichos relatores que si bien la libertad de expresión, incluso a través de internet, no tiene carácter absoluto,

Deben formularse enfoques específicos para responder a contenidos ilícitos, pero que al mismo tiempo reconozcan el goce de la libertad de expresión. Y aunque las normas que se discuten tienen el objetivo legítimo de procurar proteger los derechos de propiedad intelectual, existen serias preocupaciones respecto de su impacto sobre el derecho humano a la libre expresión del pensamiento.

También alertan los relatores sobre algunas versiones de los proyectos de ley que podrían silenciar expresiones que son absolutamente lícitas, entre ellas exigir a los sitios web que controlen el contenido generado por sus usuarios, para identificar violaciones de los derechos de autor. Esta norma podría permitir que la totalidad de un sitio web pueda verse afectada aun cuando una pequeña proporción de sus contenidos se considere ilícita.

Esa repudiada intención está apadrinada por 142 grandes empresas, entre ellas discográficas, estudios cinematográficos, de productos de belleza, cámaras de comercio, organizaciones deportivas, todas ellas interesadas en censurar un “espacio público global que debe ser abierto, asequible y accesible para todas las personas”, según han considerado expertos y organizaciones de todos los continentes.

Para quienes tienen el privilegio de usar internet, esta es la concreción de un mundo más informado, más comunicado, más cerca de cada persona. Una especie de democratización de las comunicaciones, aunque todavía limitado a quienes tienen posibilidades de acceder a la tecnología. Internet permite el acceso al conocimiento, del que no pueden considerarse propietarios exclusivos ninguno de los grandes intereses empresariales y consorcios, cuya lista puede ser consultada en www.puntomedionoticias.com. También es una herramienta para el aprendizaje y el acceso a los avances tecnológicos para el desarrollo.

Esta ley ha causado tal repudio mundial que su discusión ha tenido que ser suspendida. Hay campañas que llaman a mostrar el rechazo a ella. Algunos han propuesto apagar los sitios, o enviar correos a las empresas, con mensajes como: “Me he dado cuenta que su compañía apoya la Ley Sopa, que es un ataque a la libertad de expresión, por lo que he decidido dejar de consumir sus productos hasta que retire su apoyo a esa ley tan peligrosa”. De igual manera se está promoviendo que las personas muestren en twitter y facebook qué empresas avalan la ley. Los comerciantes solo entienden de negocios y de dinero, el boicot es una buena estrategia, además de otras formas de evidenciar su falta de democracia, como la postura de las relatorías.

Guatemala, 25 de enero 2012

- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, es directora de la Agencia CERIGUA

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