La historia de las mujeres zapatistas no se puede entender sin la participación de las valientes mujeres  en las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN). Las primeras. Las Semillas/referentes/hermanas de las mujeres indígenas que en el sureste mexicano se integraron y se formaron en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Mujeres que vimos, conocimos y escuchamos en 1994.  Aquí están sus hermanas mayores. ¿Todas? No sé. Alguna de ellas en esa parte ‘oscura’ de los procesos. Cada una de ellas con su o sus nombres de combate: Elisa Irina Sáenz Garza o Renée, Blanca, Carmen, Murcia. Dení Prieto Stock o María Luisa. Carmen Ponce Custodio o Sol. Julieta Glockner Rossainz o Coco, Paz, Aurora. María Teresa González Carmona o Lucrecia, Claudia. Concepción o Concha, Lucero, Lucha. Nora Rivera Rodríguez o Sandra. Nilda Valentina Rivera Rodríguez.  También Olivia y Ruth. Silvia Fernández Hernández o Sofía, Gabriela. Natalia García o Lucia. Mercedes. Yolanda y María Gloria Benavides Guevara o Ana, Alicia, Elisa.

Compañeras que participaban de todas las actividades que implicaba la militancia de tiempo completo en las FLN, veamos. En el ejemplar  número 9 de  NEPANTLA, Órgano de Agitación y Comunicación Interna de la Fuerzas de Liberación Nacional, de fecha 15 de Marzo de 1980, aparece el trabajo las compañeras: un artículo firmado por Esther recordando a Pacha que participó en el Ejército Insurgente Mexicano y miembro fundador de las FLN. En ese mismo número, en un artículo dedicado a Nuestra Historia se alude a la ausencia y a la incorporación de las mujeres: “Esa falta de compañeras entre los profesionales, fue una de las causas que provocó la curiosidad de unos vecinos de la casa de seguridad de Monterrey, de quienes llamó la atención que dos jóvenes vivieran solos. (…)” Más adelante se detalla: “Por cierto, como fruto del desarrollo de esas redes urbanas, se empezaron a incorporar a las filas de los militantes de tiempo completo las primeras mujeres, lo que trajo entre otras consecuencias  - todas benéficas – las primeras peticiones de matrimonio. Ya en otro número (ver Nepantla No 5) la compañera Lucha escribió sobre el matrimonio dentro de la organización. Aquí sólo recordamos que, desde que se formó el primer matrimonio dentro de las FLN, el criterio ha sido el mismo: consolidar una unión que, contribuyendo a la felicidad de una compañera y un compañero, redunde en beneficio de la organización.”

 

En Recordatorio, sección dedicada a rememorar a las/os compañeros caídos mencionan: “(…) la claridad de Aurora, (…)”, “(…) mujeres de carne y hueso, (…) que sentían alegría, tristeza, temor, rabia.” Se recuerda la  “alegría de María Luisa,  quien consideró que el máximo privilegio a que aspirar puede un ser humano es hacer la revolución.” Ruth, escribió una reflexión sobre el tema de la Vivienda: “Hacinamiento. En viviendas de una sola pieza viven familias de 9 hijos o más. Los conflictos que provoca el hacinamiento van desde la violación hasta el asesinato (…). En el campo se presentan las mismas características que en las grandes ciudades, o peores; en los espacios abiertos no son mejores ni más amplias las chozas en las que habitan indígenas y campesinos.”

 

La sección de Cultura del Nepantla 5, está dedicada al DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER. En un recuadro podemos leer: “Como un homenaje a las mujeres que, en el escalón más alto de la especie humana, han luchado por la liberación de su pueblo (…)” Uno de los espacios está dedicado a María Luisa, combatiente caída el 14 de febrero en la Casa Grande de Nepantla. Lo que sigue es parte de su diario… un día en su  vida…

 

Hoy caminaré con “Tamarindo” (su perro mascota) y correré y jugaré. Al regresar estaré deliciosamente cansada, me sentaré en mi sillón y leeré. Estoy leyendo “La última Tentación de Cristo” de Nikos Kazanzakis. Me gusta. Estoy feliz. Tengo una cama donde dormir, comida si la deseo, un perro, discos, libros y bastantes árboles y pasto y flores. Además, gente agradable con la cual puedo hablar si deseo.

 

El 22 de marzo de 1980, la Dirección Nacional de las FLN, dio a conocer la muerte de Ana. Ella era una combatiente internacionalista que participó en la lucha del pueblo nicaragüense realizando trabajos clandestinos en México para el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Después del triunfo de la Revolución Sandinista, Ana fue invitada a integrarse a la FLN.

“Comía poco, vestía humildemente, la oí levantarse diariamente a las 5 de la mañana para ser la primera en el seminario de estudio incluyendo a veces los fines de semana. Menuda y frágil en todo, sorprendía por su ingenio y alegría cuando uno descubría las fibras que la movían (…)

 

Hasta siempre compañera Ana.

Los compañeros dicen… Visita a una casa de seguridad, es el título de la colaboración de Tere para el  Nepantla 9.

 

Nerviosismo y temor fueron las emociones de Tere cuando recibió la invitación. Trataba de imaginarse cómo sería una casa de seguridad, las personas que ahí conocería. Temor por el “carácter, formado por todos esos defectos con que el sistema capitalista me ha marcado”. Temor a esa experiencia que podría influir en su decisión de participar en la lucha (…).”

 

Sintió un gran alivio al sentir el afecto de sus compañeros. Ser aceptada “con naturalidad y sin condiciones”. Percibió la “disciplina” y “la igualdad que ahí existe entre hombres y mujeres; (…) que no contempla ni deja ver incapacidad alguna entre ambos sexos; (…)” Tanta que a Tere se le encargó que lavara un tanque de gasolina. No sabía: “¿Cómo voy a hacer para cumplirla?” Tere recibió el apoyo de Juan que, “con paciencia”, le enseñó y ayudó en la tarea, “en fin, cómo quitar y volver a poner el bendito tanque”. Con Javier hizo su primera práctica de tiro. Comprendió y venció sus miedos a las armas. Ruth,  con instrucción, le enseñó el nombre de las piezas y su funcionamiento: “haciéndome notar el cuidado que debo tener para que no se pierda ninguna pieza…” También participó en la elaboración de una revista, que le permitió conocer el trabajo que implica la redacción y la edición de cada ejemplar. Fue una actividad en la “que participaron todos los compañeros”, un momento “salpicado”  por el humor de Lia. El artículo de Tere podemos encontrar la camaradería de las y los militantes de la FLN: “el gran respeto que impera entre los compañeros, en donde, no importando el sexo y en igualdad de condiciones, todos se esmeran en cumplir lo mejor posible el trabajo que se está realizando;”

 

Las horas de comida tienen un gran significado en las FLN. Se valora el trabajo del intendente “que se esmera”, que utiliza los recursos al máximo. Nadie puede “desperdiciar la comida”. Tere que estaba comiendo 3 veces al día pensaba que en algún momento comería “una vez al día” o que pasarían más de 2 para poder hacerlo… Tere salió fortalecida de LA CASA…

 

Lucia con su aporte en Nepantla 9,reflexiona y debatesobre la situación de la mujer y la moral: “Considero que hay algo muy importante en cuanto a cuál es la situación de la mujer en la sociedad burguesa y que no ha sido considerado dentro de lo que las compañeras explican, y esto es: EL PAPEL DE LA MORAL.” Desde una perspectiva histórica y de clase, Lucia trata de explicarnos que, “el carácter dependiente de la mujer se viene arrastrando desde la época esclavista”. Rompiendo con la Moral burguesa concluye: “Finalmente, considero que una mujer, al igual que un hombre, es tan igual y capaz como él para tomar decisiones, (…). Si una mujer puede ser obrera, puede ser también doctora, licenciada, dentista, estudiante, militante, incluso guerrillera. Hay mujeres que históricamente, así lo han demostrado.”   

 

Mujeres guerrilleras que dieron su vida como la compañera Dení – María Luisa. Ella era militante de las FLN cuando asesinaron al Salvador Allende en Chile. Me cuentan que participó en alguna de las marchas de protesta que se organizaron en México y que algún familiar cercano le dijo que “ojala y no se le ocurriera hacer alguna locura”. Al parecer, el asesinato de Allende contribuyó a solicitar su ingreso a las FLN como militante clandestina y de tiempo completo. Abajo aparece la carta con la que se despidió de sus padres. Aparece una primera fecha: septiembre de 1973. La segunda, noviembre de 1973. La joven Dení Prieto, Flor en otomí,  fue asesinada el 14 de febrero de 1974 en la Casa Grande de Nepantla.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 que habrán de morir y

 

 

 

Fuentes: Tesis de licenciatura y maestría de Adela Cedillo. Ensayo: Mujeres, guerrilla y terror de Estado en la época de la revoltura en México, de Adela Cedillo. DVD La insurrección de la memoria: Un testimonio de las FLN. Nepantla. No 9.