Rajoy y Hollande

Benjamín Forcano

08/08/2012

Opinión

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¿A cuántos españoles les ha estrujado ya el bolsillo y a cuántos les ha hecho sangrar el corazón? ¿Y a cuántos, que les debía haber puesto firmes, los ha dejado sueltos mientras íbamos conociendo, cada vez más, sus desmanes, sus lucros, su impunidad y su loco afán de dinero? Frente a ellos, Rajoy y su Gobierno dan media vuelta y se ponen a llorar: “No hay más salida que obedecer y pagar la deuda”. Pagarla claro está a los terroristas de la economía, esa troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional) que nos apunta , nos invade, nos maneja y aprisiona sin tanques ni ejércitos, y se ríen mientras nos ven desconcertados y apabullados.

¿Algún logro, uno sólo, del Sr. Rajoy en estos 260 días? ¿Seguimos con la memez de que todo se debe a la herencia de Zapatero? No, pues lo ha dejado bien escrito el Sr. Rajoy: “Ya nadie pone en tela de juicio que el hombre es esencialmente desigual. Tal desigualdad le viene del código genético. Por eso, todos los modelos, que predican la igualdad de riquezas, son contrarios a la esencia del hombre y constituyen un claro atentado al progreso. El instinto natural del hombre a desigualarse ha enriquecido el mundo y elevado el nivel de vida de los pueblos” (El Faro de Vigo, 1983). Es decir, triunfan los más fuertes, los que por genética más valen y pueden; los más pobres y vulnerables no tienen más destino que resignarse, someterse y servir a los señores. Todo, efecto de la ideología, no socialista, sino neoliberal que repudia la igualdad, la justicia y la solidaridad y que es el sustento de su política.

En 56 días, Hollande, socialista, ha suprimido 100 % de los coches oficiales y los ha subastado destinando ese dinero a los centros urbanos con suburbios ruinosos; ha abolido los “vehículo de empresa” , salvando de inmediato 345 millones de euros creando con ellos 175 institutos de investigación científica; ha abolido el concepto de paraíso fiscal y ha establecido un 75 % de aumento en la tributación para todas las familias que ganan más de cinco millones de euros al año, contratando con este dinero a 59.870 licenciados desempleados y a otros 12.500 como profesores en la educación pública; ha privado a la Iglesia de subsidios estatales por valor de 2,3 millones de euros que financiaban exclusivos colegios privados y ha puesto en marcha con ello 4.500 jardines de infancia y 3.700 escuelas primarias; ha establecido el “bono-cultura” presidencial contribuyendo al empleo y relanzamiento de nuevas posiciones sociales; ha obligado a los bancos a definirse con acciones que les reportan beneficios fiscales o les supone pagar tarifas adicionales; ha reducido en un 25 % el sueldo de todos los funcionarios del Gobierno, el 32 % de todos los diputados y el 40 % de todos los funcionarios estatales que ganan más de 800.000 euros por año, con cuya cantidad (unos 4 millones de euros) ofrece garantías de bienestar a las “madresolteras” con un salario mensual, etc.

Luego, Sr. Rajoy, hay cosas, muy importantes, que se pueden hacer, si se piensa de otra manera, si se quiere y se tiene raya a la troika y sus satélites.

Benjamín Forcano es teólogo

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