Dos tácticas desencontradas del progresismo paraguayo
18/11/2012
- Opinión
Las fuerzas democráticas, progresistas y de izquierda paraguayas van a las elecciones del próximo 21 de abril del 2013 con dos candidaturas presidenciales, la de Anibal Carrillo, por la Concertación Frente Guasu y la de Mario Ferreiro, por la Concertación Avanza País, y sus respectivas listas plurinominales nacionales para el Senado y el Parlasur. Es la conclusión que se desprende de declaraciones posteriores al lanzamiento de Carrillo el pasado jueves 8 de noviembre (Nota 1).
Cada candidatura responde a una lógica diferente, que en una estrategia acorde a los desafíos del momento deberían complementarse y no excluirse. Expliquémoslas, primero, para después trazar los escenarios futuros posibles.
Mario Ferreiro es un conocídísimo comunicador social. Oriundo de una familia "febrerista" (Nota 2) nunca tuvo militancia política aunque desde el ámbito cultural siempre participó del ambiente político progresista. A invitación de fuerzas de la izquierda a comienzos del año dejó su profesión para dedicarse de lleno a una campaña política en la que encuestas de opinión le daban grandes chances de transformar su "imagen positiva" (conseguida en su dilatada y exitosa carrera profesional) en intenciones de voto. Pasó a ser uno de los seis pre-candidatos a presidente de la República dentro del Frente Guasú en un proceso que se inició aún antes del golpe de estado parlamentario del 22 de junio pasado. Encuestas de diversos institutos lo colocan con un buen desempeño electoral.
Entre el lanzamiento del proceso de pre-candidaturas del Frente Guasu y la ruptura del Frente (que tuvo como su gatillo la negociación final el 8 de octubre sobre la aceptación o no de la candidatura de Ferreiro, a esa altura ya el único pre-candidato en carrera) lo que hubo fue un desencuentro entre dos lógicas que se hallaban presentes desde un inicio.
El Frente Guasú se constituyó a lo largo del año 2010 en un proyecto para darle un espacio unitario a todas las desperdigadas fuerzas políticas progresistas y de izquierda del gobierno Lugo. Ese proceso estaba incompleto cuando llegó el golpe de estado. El Frente no tenía institucionalidad capaz de dirimir divergencias ni madurez para enfrentarlas. No había superado aún la fase de la construcción del acuerdo entre las direcciones de los pequeños partidos y movimientos del progresismo y la izquierda paraguaya, en consecuencia se encontraba bloqueada la tarea de ser un polo de atracción de los amplios sectores progresistas no organizados.
La candidatura de Mario Ferreiro responde, justamente, a esa expectativa. Tiene capacidad de penetración en sectores progresistas de la sociedad que no se organizan en los partidos actuales de la izquierda o en sectores en los que las fuerzas de izquierda tradicionalmente no tienen audiencia. Ferreiro tiene potencial de captar votos de los que no tienen afiliación partidaria y de aquellos que la tienen pero van a votar de acuerdo al candidato y no al partido. Debido a esas características es que analistas de opinión pública afirman que Ferreiro “repite” el “fenómeno” Lugo del 2008. Pero, por su trayectoria, Ferreiro despierta suspicacias en las organizaciones de izquierda tradicionales aglutinadas en el Frente Guasú.
Una parte importante de esa izquierda la conforman varios partidos que en general son expresión de movimientos sociales. Vienen de experiencias políticas iniciadas en los años 80 o aún antes. Sus líderes han tenido una vigorosa participación en luchas sociales pero poca proyección política partidaria nacional (Nota 3). La decisión de Fernando Lugo de quedarse con ellos cuando la ruptura con Ferreiro y de encabezar una lista de Senadores del FG alimenta su expectativa de que amplios sectores van a votar en sus listas ya que por su condición de ex-obispo y por las políticas sociales de su gobierno ejerce un liderazgo en esos segmentos.
El lanzamiento de Carrillo responde a una táctica en las elecciones que tiene como prioridad afianzar la construcción del Frente Guasu (lo que sus dirigentes llaman “el Proyecto Histórico” ya que después de la ruptura lo integran los partidos de más trayectoria). Se trata de un médico de Asunción que inició aún joven bajo la dictadura stronista una larga militancia en la izquierda desde el "febrerismo" y que actualmente integra el Partido Popular Tekojoja, pero que no tiene proyección electoral. No fue integrante destacado del gobierno Lugo (ocupó por unos meses un cargo secundario en el Ministerio de Salud) y en la elección a diputados del 2008 tuvo escasos votos en la capital sin ser electo. En esta visión de construcción donde la disputa presidencial es secundaria, el objetivo sería que un grupo expresivo de dirigentes del FG accediera a mandatos parlamentarios "atrás" de Lugo (Nota 4).
Si articuladas y correctamente combinadas las campañas de Ferreiro Presidente y Lugo Senador No 1 serían potentes. Separados y contrapuestos por tácticas desencontradas ambas pierden. Si el candidato presidencial del Frente no despega, probablemente le va a quitar votos a su lista al Senado aunque Lugo la encabece. Si la lista de Lugo tiene un resultado electoral modesto, será una victoria de los sectores que lo destituyeron. Al mismo tiempo, Ferreiro necesita de Lugo y del FG para afianzarse como aglutinador de todo el progresismo. Hasta el momento es un candidato fuerte pero lo acompaña una constelación de movimientos y partidos pequeños y de poca estructura.
Las tácticas de ambas concertaciones responden, cada una por su lado, a uno de los dos problemas reales de las fuerzas democráticas, progresistas y de izquierda paraguayas en el período político en que nos encontramos. Pero, confrontadas como se encuentran hoy, probablemente no resolverán ni uno ni otro.
Asunción, 14 de noviembre de 2012.
Nota 1. Ver declaraciones de Anibal Carrillo y Fernando Lugo en respuesta a Mario Ferreiro quien propuso verificar más adelante cuál de los dos candidatos estuviera mejor colocado para que el otro lo apoye:
Una tercera fuerza fue constituída por feministas de izquierda que tienen su propia plataforma, ver en: http://ladiaria.com.uy/articulo/2012/11/con-pisada-propia/
Nota 2. "Febrerista": integrante del Partido Revolucionario Febrerista (PRF) surgido de la reivindicación de la Revolución del 17 de Febrero de 1936 liderada por el Coronel Rafael Franco, experiencia de gobierno nacionalista progresista que fue interrumpida por un golpe militar conservador al año siguiente.
Nota 3. La excepción es Carlos Filizzola, actual Senador por el Partido País Solidario e integrante también del FG. Después de una trayectoria de líder gremial combativo en los 80 ingresó a la política siendo electo intendente de Asunción en 1991 y mantuvo un caudal electoral propio hasta el surgimiento de la candidatura Lugo.
Nota 4. Caso la táctica fuese disputar el espacio electoral presidencial el Frente Guasú tenía dos opciones interesantes: el senador Carlos Filizzola, ex-intendente de Asunción y Esperanza Martinez, la ministra con mejor imagen pública en la gestión del presidente Lugo. Ambos tenían un buen potencial electoral de punto de partida para presidente. Van a integrar la lista de Senadores en lugares prioritarios.
https://www.alainet.org/de/node/162704?language=en
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