Asistimos a uno de los procesos conspirativos contra la Revolución Bolivariana acaso mejor orquestado de cuantos han –incansablemente- desarrollado a lo largo de todos estos años. Con variantes sutiles se desarrolla ante nuestras narices una conspiración similar a la sufrida entre el año 2002 y 2003 sólo que mucho más letal. En este caso con descaro infinito se ejecuta un ataque feroz en dos frentes fundamentales. El de los bienes de consumo y el financiero.

Admitir que “son los mismos” y lo son quienes tienen años agrediendo con una guerra inmisericorde al pueblo sin que hayan recibido del debido escarmiento con una inexorable decisión de hacerlos pagar por sus delitos con la aplicación de la ley da vergüenza.

No aplicarle a comerciantes y distribuidores la Ley Orgánica de Costos y Precios Justos con todo rigor y permitir que los precios que debe pagar la gente los determine una página WEB manejada por un banquero corrupto y un payaso de quinta categoría es más que torpe un acto suicida. ¿A quién debe importarle lo que diga la fulana página WEB?, ¿Acaso lo que diga es ley en la República Bolivariana de Venezuela? ¿Qué debe ocurrirle a quienes haciéndose eco de lo que diga la paginita de mierda cambian los precios de los bienes que debe pagar el pueblo? Se me ocurre que lo único que debe ocurrirles a quienes con tal descaro atentan con el pueblo es exactamente lo que debe ocurrirle a un atracador o estafador: la cárcel y el decomiso total de sus bienes mal habidos y no multas en unidades tributarias que lo único que les causan es risa. No hacerlo camarada Presidente es el reconocimiento de que la burguesía nos está torciendo el brazo, y nos tuerce el brazo porque ha dispuesto del poder y la impunidad suficientes para poder hacerlo. Porque se lo hemos permitido e incluso lo hemos propiciado. Esto no hace sino poner en dolorosa evidencia que al capitalismo no se le puede conceder “ni tantico así” y –la verdad- hemos cedido y concedido “un tantote así”

La Revolución Bolivariana ha transferido como nunca jamás recursos al pago de la deuda social con los excluidos de siempre, pero más de la mitad del total de recursos generados por la nación fue a parar a los bolsillos de la burguesía y particularmente al de la burguesía bancaria e importadora de cachivaches. Así lo indica la distribución del PIB para el año 2012. La conspiración contra la estabilidad monetaria ha sido y seguirá siendo monstruosa a menos que de una vez se apliquen las leyes. Han aprendido que “sí pueden seguir fastidiando con jota” y por tanto lo seguirán haciendo. Por los mil y un vericuetos de impunidad y corrupción cómplice los bienes de consumo importados ya exhibían grotescos precios con dólares calculados, porque sí, a 300 y más bolívares por dólar. Esto lo sabemos todos ¿Dónde han estado todo este tiempo el Estado y sus instituciones para meter en cintura a tanto desfachatado ladrón?

El Estado (Presidente Maduro) reconoce que bienes como televisores, vehículos, celulares, etc., tienen un sobreprecio de 600 y 700% con respecto al precio de esos mismos bienes en cualquier otro país de América y del Mundo. La explicación –si acaso la dan- es que “tuvimos que importar a dólar paralelo” cuando los montos de dólares concedidos por el Estado demuestra que en la inmensa mayoría de los casos lo hicieron con dólares a Bs. 6.30 ¿Cómo se puede robar tan impunemente? ¿Por qué si las cárceles venezolanas están abarrotadas de ladrones pobres no están acompañándoles estos?

En cuanto a los alimentos la burguesía controla la inmensa mayoría de las cadenas de producción industrial y distribución de estos. Operativos llevados a cabo por las autoridades han decomisado no menos de 19.000 millones de toneladas de alimentos de primera necesidad en sólo un año ¡Esas son muchas toneladas! ¡Demasiadas! Una pregunta por una duda que tengo ¿Dónde estarán esos presos? ¿O estas 19.000 millones de toneladas fueron acaparadas por el Espíritu Santo?

¡Ejercicio de la Autoridad compatriotas! Aplicación de la ley con todo rigor a todo el que se atreva a violarla. Castigos ejemplares hacia afuera y hacia dentro o nos seguirán comiendo en caldo de ñame. Al capitalismo se derrota con rigor y socialismo. Al capitalismo hay que combatirlo sin concederle “ni tantico así”