El terremoto de Santiago, 1776
- Opinión
Sobre el terremoto que azotó a Santiago de Cuba en 1776 se han hecho varias referencias en los últimos días debido a los movimientos telúricos que se han registrado.
Tengo en mi poder un folleto que por su estructura y edición, el mismo está cosido, en vez de pegado o presillado, algo que hace muchos años no se utiliza con este tipo de publicación. El folleto en su cubierta anuncia que el trabajo que fue Publicado en “El Orden del día”, el 3 de septiembre de 1852.
En la introducción, de una cuartilla y media, el autor del trabajo el capellán Miguel José Serrano, dedica el mismo al Sr. D. Fernando Cajigal, Marquez de Casa Cajigal, Caballero del Orden de Santiago, Brigadier de los Ejércitos, Gobernador y Capitán a guerra de la Ciudad de Santiago de Cuba.
Incluye en la dedicatoria a d. Miguel José Serrano Presbítero, Intendente y Subdelegado en virtud de Real Disposición, Vicerrector y Preceptor de gramática en el colegio Seminario de S. Basilio el Magno, notario del santo oficio, traductor de letras apostólicas, domiciliario y natural de dicha ciudad.
Se aclara en la introducción que este folleto fue impreso en el Real y más antiguo colegio de S. Ildefonso de Méjico, en el año 1776. La Obra cuenta con 66 octavas en las que se describen los sucesos ocurridos en dicha ciudad.
La introducción se inicia diciendo:
“Trágica descripción que bosqueja la momentánea lamentable desolación de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Santiago de Cuba, causada por el horrendo terremoto acaecido, a las once y cincuenta minutos de la noche, del miércoles once de Junio de 1766.”
En su primera octava se planteó:
Si en triste llanto su sesión termina
El Troyano Monarca esclarecido
Al pintar de su patria la gran ruina (¡)
En los estados de la Reina Dado;
¿Qué hará si de la pluma el vuelo inclina
mi numen de congojas poseído
al bosquejar de Cuba la derrota,
siendo de ella el más fino compatriota?
Dentro de las octavas que, en mi opinión describe, más ampliamente los efectos del terremoto, están las siguientes:
7ma.
Tan pujante cuan varía su moción
Ya se exaltaba, ya se sumergía
Ya en círculo cual recio turbillón,
Ya hacia los cuatro vientos se mecía:
Ya fluctuaba cual mísero galeón
A quien mar borrascosa combatía
Tanto que al mismo movimiento airado
Quedó lo más altivo más postrado
9na.
Así del torrente la fiereza
Al sentirse del trueno el estallido
En polvo vil compendia su grandeza
El más firme edificio y más erguido:
Ya reduce a mil piezas una pieza,
Ya demuele, ya impele lo molido
Sin que la inmunidad de lo sagrado
Quede de su furor excepcionado.
10ma.
De modo que al minuto o diez momentos
(Si momentos finales se contaron)
De máquinas robustas los fragmentos
Con estruendo su ruina publicaron:
Las techumbres se hicieron pavimentos
Los muros sin nivel se desplomaron
Y de los arcos la pesada clave
Más ligera cayó cuanto más grave
16aba.
Si poco polvo (-) pirio introducido
De las minas en las cóncavas entrañas
Aborta incendio, y humo, y con tronido
Trastorna, y vuela rocas y cabañas
Nitro, azufre y betún que contenido
Se halla en grutas, cavernas y montañas
Iguala en el furor cuando se inflama
A las minas, el trueno, rayo y llama.
18 aba
La capilla mayor ¡O penas duras!
De la matriz Iglesia Catedral
Con soplos que le dio por sus roturas
Apagó su linterna o su fanal;
Abrió del toral arco sus junturas
Y al viento se inclinó meridional,
Sin que a su ruina sirva de resguardo
Fajas, que astuto le ciño Fajardo (1)
(1) Fajardo fue el constructor de la capilla.
20aba
La Auxiliar y el Convento Franciscano
Dolores, Hospital y el de Lucia
Y el Carmen (2) aunque nuevo y más ufano
Cedieron del temblor a la porfía:
Siendo el golpe y cuchillo más tirano,
Que con dolor el corazón partía
Ver que el mismo Dios con siete casas
Al raso estaban por que estaban rasas.
(2) La Iglesia del Carmen se acabó de construir pocos días antes del temblor.
21 aba
Asaltaron también vaivenes crueles
Al Castillo con tanta fortaleza
Que el mirador y la secreta pieza
Redujo a menos plaza y más cuarteles:
Sus almacenes, garitas, chapiteles
A la seña del trueno sin pereza
Dejan su puesto, y bajan con violencia
A jurar a la tierra la obediencia.
23aba
Templo. Capilla, torres, frontispicio,
En fin, no quedó nada en Cuba si se nota
Ni mirado, Castillo, ni edificio
Que no entrase a prorrata en la derrota
Rocas desquicia el monte de su quicio
El mar del hondo centro el fango brota
Siendo el tremendo y general estrago
Un remedo del juicio aún más que amago.
24 aba
Todo era pena, horror, ayes, gemidos,
Ansia, angustias, suspiros y lamentos
Asombro, pasmo, estruendo y alaridos,
Clamores, llantos, gritos y sentimientos
Todos de haber pecado arrepentidos
Con obras, con palabras, pensamientos
A veces se confiesan donde quiera
que encontraban que absolviera.
29aba
No bien de la congoja y el temor
Había el corazón convalecido,
Cuando el pesado y un poco menor
Segundo movimiento fue sentido:
Al instante el marqués gobernador
Solo de celo y lealtad movido
A su Rey, un dragón con diligencia
Manda a saber del Morro la existencia.
32aba
Cuatro muertos en una casa hallaron
Dos en tres, tres en una aparecieron
Uno en muchas, a muchos sepultaron
Las ruinas que en la calle ante cogieron
De cincuenta aseguran que pasaron
Los que heridos o ahogados fallecieron
Incluyéndose en lista tan fatal
El Caballero Alcalde Provincial (3)
(3)D. Juan Antonio Avillon, heraldo de la ciudad.
En el resto de las octavas, hasta 66, se narra la atención que las autoridades del momento dieron a la población de Santiago de Cuba.
También en algunas de dichas octavas, se refleja que con frecuencia se sentían nuevos temblores, mucho menos fuertes, pero también alarmantes, para los que consideraban que nuevamente sufrirían un evento de gran magnitud.
Próximamente escribiré otro artículo, tomando como base el folleto en el que se describe y ofrecen datos sobre el terremoto que el 20 de agosto de 1852 afectó la ciudad de Santiago de Cuba y otros puntos cercanos.
Este folleto, escrito por el Lic.D. Miguel Estorch, Socio de mérito de la Real Sociedad Patriótica de la Habana, fue publicado en la imprenta de D. Loreto Espinal, calle San Pedro No. 51.
24 de enero del 2016
- Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba) sarahnes@cubarte.cult.cu
Del mismo autor
- Elecciones: Trump se aparta del posible fracaso republicano 23/10/2018
- ¿Qué necesita Trump para noviembre? 18/10/2018
- Lista de presos políticos en Estados Unidos 16/10/2018
- Hablando de millonarios estadounidenses 15/10/2018
- Sobre los llamados “ataques sónicos” 28/09/2018
- Trump castiga a los cubanos de Miami 28/09/2018
- ¿Por qué Trump no puede tener su murito? 24/09/2018
- El debate sobre la Constitución 19/09/2018
- Elecciones en USA 14/09/2018
- El bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba, un arma obsoleta 07/09/2018