Afrodescendientes y los círculos fatales de la pobreza

09/08/2016
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En la mayoría de las comunidades afro, se está experimentando una ausencia progresiva del Estado donde de vez en cuando solo aparecen unos muñecos en representación de algunas instituciones oficiales afro con característica clientelares”.

 

Exclusión….inclusión….y ausencia

 

Revisando en detalles el último censo del 2010 y de acuerdo a las estrategias que elaboramos un grupo de investigadores comprometidos con el tema afro, arrojó que cerca del 52 por ciento de la población del país se ubica en el espectro afrodescendientes que va desde morenos, negros, afrodescendientes, trigueños, mulatos y zambos.

 

Las comunidades y pueblos afrovenezolanos son el resultado del secuestro de más de 300 mil africanos subsaharianos que luego fueron arrojados en diferentes territorios de la antigua provincia de Venezuela, para ser sometidos a una bestial explotación que iba desde buscadores de perlas, haciendas de cacao y café, plantaciones de caña de azúcar, hato ganadero, y servicio doméstico, entre otros.

 

Nuestra amplia geografía tanto costera, serranía del interior, serranía andina, llanera y selvática, acobijó bajo el manto de los explotadores, a hombres, mujeres, niños y niñas de origen congo, fon, mina, bambaras (mandinga), entre otros componentes etnoafricanos.

 

Las primeras conglomeraciones de esta población giraron alrededor de las unidades productivas coloniales, otras en los pueblos de misión fomentados por la explotadora iglesia, católica, apostólica y romana. Otros surgieron como resultado de cimarrones y espacios liberados llamados cumbes y por último los llamados pueblos surgidos por testamentarias.

 

Los núcleos urbanos, como hemos revisado en archivos coloniales y fuentes parroquiales, fueron emergiendo al margen de las casas y pequeñas haciendas coloniales como en Chacao, La Vega y Antímano, Sarria, Petare. Pero la estructura colonial fue dejando un sustrato ideológico de los blancos peninsulares, primeros practicantes de la esclavocracia, que luego les fue trasmitido a los blancos criollos.

 

La participación en la guerra de independencia de miles de hombres, mujeres y niños en la guerra de independencia fue indiscutible, pese al sometimiento de las vejaciones de los blancos criollos. Al culminar la guerra de independencia, los blancos criollos reclamaron sus esclavitudes y al finalizar la guerra se restauró la esclavitud con la primera, segunda y tercera república, traicionando los decretos de Simón Bolívar sobre la abolición de la esclavitud.

 

Tres décadas después, por las crisis económicas y para beneficiar a los amos criollos, entre otros José Antonio Páez, el presidente José Gregorio Monagas (1954) indemnizó a los amos para liberar a los esclavizados, quedando estos en situación paupérrima y el comienzo de la neoesclavitud, el peonaje y el racismo. Desde la primera hasta la cuarta república, el tema de la pobreza y la exclusión en las comunidades afrovenezolanas no se había resuelto.

 

Con la llegada del comandante Chávez a la primera magistratura del país, y gracias a una agenda construida socialmente por los movimientos sociales afrovenezolanos, el tema es colocado en la agenda del proceso bolivariano.

 

Por primera vez en la historia de Venezuela se comenzó a saldar esa deuda histórica proponiendo reparto de tierras, dos o tres misiones agrícolas, empresas de producción social, democratización y territorializacion de la educación, salud.

 

¿Estamos retornando a la exclusión?

 

Si bien es cierto que en diecisiete años se dieron avances en educación, salud, distribución de tierras en las comunidades afro, en algo se falló que hoy la situación en la mayoría de las comunidades afro el Estado está ausente y solo aparecen unos muñecos en representación de algunas instituciones oficiales afro disfrazados de africanos, con unos trapos en la cabeza, que no ayudan a resolver nuestros problemas cotidianos como inseguridad, deterioro de instituciones educativas, sanitarias, carencia de calorías básicas nutritivas, entre otras necesidades básicas que estaban resueltas. Desde las comunidades afro se han hecho propuestas como el proyecto CUMBE-CIMARRON, concretado en el 2014, mas no se la ha parado bolas.

 

Recuerdo que varios programas de televisión “Aló Presidente” con el comandante Chávez se hicieron en comunidades afro, como Palmarejo (Yaracuy), Chuspa y Los Caracas (Estado Vargas), Capaya, Ocoyta, Chaguaramal, Carenero, San José (todos en esos pueblos en Barlovento), donde el mismo presidente se autoreconoció como afrodescendiente, dejando a su paso proyectos concretos, con presupuestos y alternativas de desarrollo sustentable.

 

¿Pero dónde están esos proyectos que sugirió Chávez?, ¿en manos de quienes quedaron? ¿Dónde está la evaluación cualitativa de la cantidad de créditos que se entregaron para la producción agrícola y la vialidad para sacar algunas cosechas para combatir la escasez? ¿Por qué se dejó y se siguen dejando las empresas socialistas del plátano y del cacao en manos de foráneos, teniendo nuestras comunidades ingenieros, administradores?...

 

La pobreza en parte se genera cuando se dan las oportunidades sin convicción política ideológica, a quienes por amiguismo, compadrazgos, familiares, que poco o nada han tenido que ver con los proyectos y que luego convierten esas oportunidades como bienes individuales y no se ejecutan, los despilfarran descaradamente. Esa es una forma de delinquir y al mismo tiempo empobrecer a las mayorías…

 

Si a esa pobreza que nos viene como resultado de los desvaríos de la mala interpretación de ejercer el poder popular y la democracia participativa, se le suma el ansia de tener más, buscar el dinero fácil, con los secuestros, los hurtos y asaltos que luego generan formas organizativas bien estructuradas que controlan amplios territorios, la pobreza se transforma en un ciclo fatal delictivo, y eso necesita una revisión a profundidad para proponer nuevas formas de control social desde las mismas comunidades. Solo así podemos de una forma sistemática retomar nuestro cimarronaje, que no es ni intransferible ni hipotecable.

 

CHU CHE RÍAS

 

-La mujer afrovenezolana como jefa de hogar está siendo afectada fuertemente por la crisis estructural en el campo de la alimentación, la salud y la inseguridad. Los indicadores que nos llegan son alarmantes.

 

-Diputada Nora Delgado: cada tres meses es que llegan las bolsas de comida a Tapipa, más de un mes sin agua, la luz brilla por su ausencia… ojo, camarada, es la comunidad donde usted nació y debería ser la mejor de Barlovia, usted tiene con qué para ponerla a valer… pese a los saboteos internos… pero también rodéese de gente capaz

 

-Los diputados que salieron impuestos por las comunidades afro del proceso, tanto regionales como nacionales, ni se acuerdan de ellas y los de la MUD ni se asoman.

https://www.alainet.org/de/node/179393?language=es
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