Educación para un mundo nuevo -3ª Parte (última)

22/08/2016
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La creación de un Modelo Educativo de avanzada, creativo y emancipador es de los hándicaps fundamentales en el proceso de crecimiento y desarrollo sostenible que se pretende, por grupos sociales organizados, para toda la región latinoamericana y caribeña.

 

Ya incorporamos enlaces en las partes anteriores de esta serie de artículos, en que se corrobora que el empeño de algunos gobiernos, pero sobre todo de grupos magisteriales, estudiantiles y de la población en general por construir una educación que prepare para el éxito en la vida personal y de relación, con miras a la felicidad de pueblos y comunidades, es ingrediente fundamental de ese desarrollo sustentable y sostenible que abrirá la puerta al buen uso de los recursos naturales y constituirá una sociedad urbana y rural, paradigma de avance en la vida en comunidad.

 

Esa tarea afrontará la decadencia de valores reflejada en la vida familiar, social, y sus expresiones como la política, la cultura, la economía y demás actividades del ser humano para su convivencia. Tales muestras son parte de la crisis que tiene al Planeta, al filo de la navaja de una conflagración y sin medios para encontrar vías en que la humanidad viva en un universo sin fronteras económicas y en que la política se realice para el bien común.

 

La educación es el 1er eslabón para fundar una sociedad planetaria en que la convivencia entre naciones, sea lo más adecuado para salir adelante en el buen vivir para todos. Ello podrá darse paso a paso, país por país, región por región, constituyendo una ruta cierta que supere el sistema económico vigente, caduco, injusto, criminal, que solo sirve para la acumulación de capitales y la explotación de los recursos naturales en muy pocas manos.

 

Para ello debemos tomar conciencia de que –señala González Casanova- vivimos y prohijamos “un proyecto de globalización neoliberal que busca hacer de la educación una ‘‘cultura de la servidumbre’’. Coincidimos en que debemos ir a la conformación de una reforma educativa que contemple una formación emancipadora y crítica en la niñez y la juventud. En su línea de pensamiento reafirmemos que tal formación se apoyará con precisión en dos principios rectores: la moral y la verdad, valores imprescindibles que normen la construcción de lo colectivo en la humanidad, por encima del bienestar individual. La solidaridad y la cooperación son también vitales, pero apoyados en la crítica constante de lo que ocurre y quien lo genera. Ver: http://www.alainet.org/es/articulo/179476

 

En una alocución del Rector de la Universidad Autónoma de México (UNAM) al iniciar el ciclo escolar 2016-2017 se refiere a la Educación Superior -no se puede separar ninguna de las partes formativas, de la inicial a la universitaria-. Afirmó el Dr. Grawe: “El presupuesto de la educación superior pública no puede reducirse, pues se generaría un problema para el país en el mediano plazo…-y explicó- la presión demográfica así lo determina”. La cobertura en educación media superior, agregó, “está creciendo a nivel nacional y esos jóvenes requerirán espacios en las instituciones de educación superior en los siguientes años”. “Hay que estar conscientes que de no apoyar a la educación superior, se va a generar un problema importante, en el mediano plazo, en los siguientes años”, aseguró. Ver: http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2016_549.html

 

En la República Oriental del Uruguay –de los países en que el progresismo es más vigoroso- se dilucida un tema candente para la Región, el apoyo de empresas a universidades privadas, para otorgar becas. Muy bien e interesante; pero veamos el fondo del asunto. Investigaciones del Parlamento uruguayo llegan a la conclusión que ¡Oh decepción! De cada mil pesos que se aportan a las universidades privadas para becas, el gobierno aporta 750 pesos y la empresa privada 250. Sí, como se lee. Entonces hacen análisis interesantes. Suponiendo un hipotético número de empresas que “donan” a cada Institución y el aporte se dividiera entre ellas, ¿cuánto seria el peso de donaciones para cada una de ellas? ¿No podrían aumentar las “donaciones”, bajando mínimamente sus márgenes de ganancia? Si las Universidades privadas, también, hacen esfuerzos para becar alumnos que no pueden pagar la carrera en esas Instituciones y, por diversos motivos eligieron formarse allí. ¿Es difícil o inconveniente disponer de plazas a costo de la Institución y en beneficio de la sociedad? ¿Estos apoyos deben ser realizados con aportes del Estado, dinero de nosotros?

 

Supóngase que las universidades privadas determinan aumentar un dólar al mes solidariamente a cada estudiante; la cantidad total trasladada de nuestros bolsillos (retaceada del presupuesto educativo) es de 1.400.000 Dls. anuales; en cinco años asciende a 7 millones de dólares. Cuántas becas se pueden otorgar con esos millones en la Universidad de la Republica -gratuita y con niveles de excelencia-. Cuántos proyectos de investigación en la UDELAR se podrían apoyar. Qué cantidad de carreras podrían financiarse en el país con esos recursos, que son nuestros ahorros, plantea la diputada Macarena Gelman (Frente Amplio) con intención redistributiva y de equidad social. La propuesta, refuerza el concepto de que en tiempos de dificultades económicas, todos debemos poner el hombro a las adversidades, especialmente sectores con mayores solvencias económico-financieras. ¿En cuantos de nuestros países ocurre esto o algo parecido, que contradice el sentido social de la educación? Ver:http://parlamento-ciudadano.com/universidades-privadas-donaciones-y-nosotros/

 

Latinoamérica y el Caribe son un conjunto de naciones multiculturales, pluriétnicas, mega diversas, con una sociedad desigual e inequitativa. Niños, adolescentes y adultos que acuden a las escuelas, pertenecen a una diversidad de género, condiciones sociales, capacidad económica, ideologías políticas, credos religiosos, preferencias sexuales. Pero todos cuentan con capacidades creativas y vocaciones intelectuales. Todos, a todas las edades y en todas las lenguas vigentes, buscan estudiar, pero requieren la guía, de sus padres primero y de un docente después, para hacerlo con voluntad, intensidad e ilusión, en la incansable tarea de perseguir sus sueños y acompañar su curiosidad intelectual, que no muere nunca.

 

De allí, que una Reforma educativa requiera del docente, educador o guía -fuente del conocimiento en las escuelas y el propulsor del saber de los pueblos-. Por ello no extraña que sea meta de la globalización neoliberal -que manejan los grandes consorcios financieros y sus amanuenses, las empresas transnacionales- su anulación, para incorporar otras personas formadas para ser empleados, que además de no contar con la preparación que requiere un educador, están lejos de entender y menos procurar el implante en los alumnos de razonamientos sociales, que se apoyen en la libertad, la verdad, la concordia, la ética o moral, el laicismo y otros valores arraigados en pueblos y comunidades a lo largo y ancho de la Región.

 

El Dr. González Casanova –ya mencionado- en la alocución del caso recuerda el hecho singular del docente mexicano (campechano), Luis Hernández Navarro y su reciente libro sobre “La novena ola del magisterio”, en que recoge y expresa el paso y ritmo del proceso histórico que se da entre confrontaciones y negociaciones. Afirma González Casanova “necesitamos pensar más profundamente en la situación, en el proceso de que es parte y en cómo podemos dar esta lucha –que es mundial y tormentosa-, en cómo podemos luchar entre las confrontaciones y las negociaciones que se han dado y se den por una educación emancipadora, a sabiendas de que la nuestra es una lucha contra la globalización neoliberal que están impulsando las corporaciones y complejos empresariales-militares–políticos y mediáticos con sus asociados y cooptados que, con el capital financiero a la cabeza, y amparados por una legislación que violan y que cambian a su antojo, se están quedando…con riquezas y empresas e instituciones nacionales –antiguas fuentes de empleo– que ya han privatizado y desnacionalizado”. Ver: http://www.jornada.unam.mx/2013/09/24/opinion/023a1pol

 

Está siendo evidente en la Región que esas fuerzas al servicio transnacional -sean dominantes o no al interior de las naciones- cuentan con importantes medios legales, políticos, mediáticos y represivos que ponen o se los ponen a su servicio. Sustentados en ellos, certifican su atraco, legitiman el despojo de patrimonios públicos y sociales, rebajas y evasiones de impuestos, junto a múltiples actos que explican el proceso de acumulación de la riqueza en unos cuantos, a costa de la inmensa mayoría, afectada en número y calidad de sus empleos (escasez de servicios de salud, seguridad social, educación; cesión de actividades agropecuarias, industriales, comerciales, bancarias y de transporte). Todo ello nos incorpora al capitalismo salvaje, corporativo, neoliberal, globalizador que recupera terrenos en Latinoamérica y el Caribe.

 

Por ello es tan importante que surjan resultados positivos, de ganar-ganar, en la confrontación gobierno-magisterio, que representen logros para el “interés general”, respetando conocimientos y metodologías de la enseñanza, que la práctica desarrolla en los docentes –de la educación inicial hasta la universitaria- y prepararles con nuevos conocimientos que les permitan guiar a la niñez y juventud, por rutas de superación para una vida plena, integralmente dedicada al logro de sus sueños vinculados al beneficio de los pueblos que habitan y por esa ruta a toda la nación a que pertenecen.

 

Debemos en ello, superar la idea de que el conocimiento a impartir sea instrumental. La educación no puede ser solo para crear trabajadores manuales que manejen máquinas y herramientas de las fábricas que nos traen de otras partes, porque allá no hay mano de obra barata. Una educación para la vida debe considerar básicamente la preparación de la niñez y la juventud para obtener cultura general, científica, crítica y humanista. Por ello debe lograr competencias para dominar un oficio o arribar a una especialidad pero, a la vez, adquirir conocimientos necesarios para cambiar de especialidad u oficio, cuando las circunstancias lo requieran. Debe ser, por tanto, una educación que les de la libertad de elegir la ruta de su vida y poder cambiarla de acuerdo a sus sueños e intereses.

 

Una educación sin valores es como un auto sin ruedas, encenderá, pero jamás avanzará con precisión ni rumbo. La solidaridad, verdad, moral, actividad colaborativa, la experimentación (prueba-error-prueba) que dan fortaleza a nuevas formas de vida, son factores intrínsecos de la vida en el salón de clase, conductas a llevarse a cabo desde tiernas edades hasta los estudios superiores (humanidades, ciencias, técnicas y artes), porque el aprender a aprender es el camino para la emancipación y la vida en libertad.

 

Tales valores y muchos más que surgen en el proceso de enseñanza, se sumarán a las competencias que adquieran los educandos, para fortalecer sus esencias sociales de lucha moral por una ruta mejor para su existencia y de sus congéneres. El individualismo, consumismo, y otros intereses enajenantes, deben borrarse. Que la verdad permee todo el proceso de la enseñanza; apoye la crítica a la cultura de la servidumbre y cuestione lo que acontece, para arribar a óptimas rutas mediante estrategias hacia valores y metas esperadas en el transcurrir de la existencia.

 

La participación del magisterio regional en la conformación de un sistema educativo moderno, que supere el proyecto neoliberal es la meta. Para ello, es urgente respetar la dignidad de los docentes, como en momentos clave de la historia latinoamericana y caribeña. La defensa de sus derechos –como los de todos los trabajadores- debe ser inalienable. Bajo tales premisas se puede bordar fino para intensificar la defensa y promoción de la cultura humanística, científica, artística y tecnológica, así como la crítica creadora para una región y con ella un Planeta mejor, libre, justo y democrático.

 

Si la moral es el valor esencial en la educación, con él se puede realizar un esfuerzo intenso en dos vías: la evaluación formativa al profesorado, para conocer en que artes y ciencias requiere de capacitación continua y, con tal información, incorporar a las instituciones educativas que saben de pedagogía en cada país, para que integren un Plan de Estudios que ponga al día al profesorado en todos los niveles y coopere a poner en ruta de modernidad a las instituciones que dan formación normal. Ello, tras revisar con los equipos pedagógicos del magisterio organizado, dicho Plan, producto de la moral de lucha, cooperación y corresponsabilidad de todos los involucrados en el proceso educativo nacional.

 

Puebla, Pue. 21/agosto/2016

 

v_barcelo@hotmail.com

 

https://www.alainet.org/de/node/179628?language=es
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