Los últimos días de la barbarie

07/03/2017
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Cómo se está acercando un aniversario más del golpe de Estado mediante el cual Fulgencio Batista entregó nuestra  patria al amo estadounidense, decidí revisar algunos documentos históricos, sobre todo aquellos cercanos a los últimos días de la barbarie, para tener una idea de cómo los representantes del imperio percibían la situación y si verdaderamente estaban bien informados o el subjetivismo los invadía.

 

Veamos primero el Estimado Especial de Inteligencia Nacional, fechado en Washington el 24 de noviembre de 1958.

 

Codificado como SNIE 85-58.  El título de este documento es LA SITUACION EN CUBA. El mismo plantea que es un informe para analizar la presente situación en Cuba y hacer un estimado del posible desarrollo de la misma en los próximos meses.

 

Como Conclusión se plantea:

 

1.    Las elecciones nacionales del 3 de noviembre y la proyectada inauguración de Rivero Agüero el 24 de febrero, ha tenido poco efecto en la situación política y militar de Cuba. El líder rebelde, Fidel Castro ha continuado su campaña de guerra de guerrillas, pero ese movimiento, en coordinación con otros grupos de oposición existentes, probablemente no pueda derrocar al gobierno en los próximos meses. Por otro lado, las fuerzas armadas de Cuba no puede acabar con el movimiento guerrillero a no ser que reciba una mejor preparación, suministros, equipos y una motivación más fuerte, salvo que las fuerzas rebeldes puedan ser aisladas, de forma efectiva, de todo tipo de suministro externo.

 

2.    Las fuerzas armadas cubanas, no obstante todo eso, son el elemento mas importante, capaz de romper este bloqueo político, eliminando el régimen actual y estableciendo una junta militar que lo sustituya. Un grupo dentro de los militares estarían dispuestos a realizar esto si hubiera un incremento en la oposición popular o laboral al régimen actual. Con la excepción de operaciones militares, que requerirán el recibir amplia ayuda militar y la asistencia correspondiente, una junta militar casi seguro que no podría por si sola restaurar la paz en Cuba en un breve período, a menos que sus miembros y acciones pudieran convencer a los revolucionarios y a la oposición que están en la mejor disposición de ejercer una influencia significativa en un gobierno provisional.

 

 

3.    En estos momentos nos es imposible identificar un líder en perspectiva, dentro de las fuerzas armadas cubanas que pueda derrocar al régimen de Batista.

 

Cómo puede leerse en este informe de noviembre de 1958, el estimado de Inteligencia del Gobierno de Estados Unidos, calculaba que Fidel y las guerrillas no podrían derrocar al régimen de Batista en los próximos meses.

 

También se dice que las fuerzas armadas de Batista no podrían acabar con el movimiento guerrillero salvo que recibieran un fuerte preparación y gran cantidad de armamento (más de lo que ya le habían enviado los Estados Unidos).

 

Se maneja la instauración de una Junta militar mediante un golpe de estado a su aliado Batista, que pueda convencer a los rebeldes y a la oposición de sus buenos propósitos. Están buscando quién lo puede sustituir, aunque todavía no lo han encontrado.

 

 El otro documento al que haré referencia para mostrar la agudeza de análisis de los servicios especiales estadounidenses es el telegrama enviado por la Embajada de Estados Unidos en la Habana, al Departamento de Estado, el día 1 de enero de 1958, a las seis de la mañana.

 

Ese día todos los cubanos estábamos despiertos desde mucho antes de  las seis de la mañana y La Habana era un hervidero con personas en prácticamente todas las esquinas, los vehículos de todo tipo moviéndose de un lado a otro tocando las bocinas y la alegría popular desbordándose.

 

Veamos que se informó por la Embajada Estadounidense al Departamento de Estado.

 

665.- El General Batista, con su familia, salió para Santo Domingo a las 4 am. Fue acompañado por Guell y Rivero Agüero.  Muchos altos oficiales, miembros de las fuerzas armadas cubanas, también salieron para New Orleans y Daytona Beach.

 

El General Eulogio Cantillo ha tomado el mando de las fuerzas armadas, pidió a Carlos M. Piedra, Magistrado del Tribunal Supremo, que asuma el control de los elementos civiles que forman el gobierno y además solicitó su apoyo al Arzobispo de Santiago de Cuba, Pérez Serante.

 

La Habana se encuentra tranquila, sin señales de disturbios. La Embajada observa atentamente la situación.

 

El general Cantillo me dijo que haría un esfuerzo por establecer la paz con Castro.

 

Smith.

 

 ¡LA HABANA SE ENCUENTRA TRANQUILA!  Hasta ellos mismos se engañan de vez en cuando.

 

 - Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba) sarahnes@cubarte.cult.cu

 

https://www.alainet.org/de/node/183946
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