Acabo de leer en ALAINET un excelente artículo titulado “Discursos sobre una falsa elección: deuda, importaciones y metabolismo en la crisis económica venezolana” de Malfred Gerig.

El autor describe en detalle el falso dilema en el que, por una vez, que están de acuerdo el gobierno de Maduro y los economistas de la oposición. Básicamente el dilema sería entre pagar los intereses y el principal a los acreedores y abastecer el país. La infraestructura productiva, ya golpeada por la hostilidad ideológica del régimen bolivariano, es una importante fuente de empleo y al negarle los medios para la importación de insumos, se golpea dos veces a la clase trabajadora, con la eliminación de puestos de trabajo y con el encarecimiento que provoca el desabastecimiento. El panorama que se va perfilando en Venezuela no es nuevo. Se asemeja mucho al de Argentina bajo el breve gobierno de De la Rua en la época post-Menem.

Es curioso que la obediencia ciega de Menem al Consenso de Washington haya producido un resultado de impagable deuda externa y caótico desabastecimiento interno, que 10 años de políticas proclamadas socialistas, con los habituales abundantes decibeles de la oratoria bolivariana. De la Rua tuvo que fugarse de la Casa Rosada para salvar su pellejo de la furia popular.

Al final solo Duhalde se atrevió a enfrentar la situación y llamó para resolver esa dificilísima y caótica situación nombró Ministro de Economía a una de las mejores cabezas de América Latina, llamó a Roberto Lavagna, quien renegoció la deuda y abrió las importaciones para poder abastecer rápidamente país.

A Duhalde le sucedió Néstor Kirchner, quien dejo a Lavagna al timón de la economía argentina, con tanto éxito que Kirchner, que había llegado al poder con menos de la mitad de los votos, fue re-elegido por una abrumadora mayoría. La popularidad de Lavagna era tal, que Kirchner, en un típico gesto de celos políticos, le quitó la cartera de economía en su segundo mandato

La difícil crisis económica que atraviesa Venezuela puede agravarse y fomentar una violencia popular que será difícil hacer volver al cauce institucional y eso no conviene ni al actual gobierno ni a la oposición, que, a juzgar por lo que dicen sus técnicos, tampoco sabe cómo resolver el dilema entre pago de deuda y desabastecimiento. Sugiero a ambos bandos que consulten a Roberto Lavagna.

Bourg en Bresse 26/03/2017

- Umberto Mazzei es doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Florencia. Es Director del Instituto de Relaciones Económicas Internacionales Sismondi, en Ginebra. www.ireisismondi.org; www.ventanaglobal.info