Compañeras y compañeros del sueño de la comunicación liberadora:
Van cuarenta años de construcción de una herramienta comunicacional desde la heterogeneidad y pluralidad de miradas, aunque todas hacia el mismo horizonte de la emancipación humana. Son 40 años de desataduras de dogmas y artificiosas certidumbres para poder batirse en la arena machacona y hostil de la hegemonía del pensamiento único oligopolizado. Es sin duda una larga experiencia histórica que acompaña la larga marcha de los oprimidos del mundo, los humillados y los excluidos, por esa trilla difusa y enmalezada hacia sus emancipaciones y conquistas, siempre parciales, siempre inacabadas.
No se me escapan las dificultades y los tropiezos, ni la magnitud de los desafíos próximos. Tampoco las incertidumbres o exasperaciones en un momento de la multiplicación de las urgencias de las mayorías arrojadas a la vera del camino. Pero hoy es tiempo de celebración en el que el un vasto arco iris de tradiciones teóricas, políticas e ideológicas que hace 40 años comenzó a plasmarse en las páginas de Alai, debe fulgurar continuo y completo, de extremo a extremo del horizonte, y reafirmarse en las alturas porque el incierto porvenir lo demanda como orientación y se entusiasma con ganar ritmo de marcha y poder llegar a atravesarlo. Poco importará si es posible, ya que el realismo se alimenta de las demandas quiméricas.
Como lector y colaborador, siento el orgullo de contribuir a que esta empresa de resistencia y construcción alternativa al monopolio informativo y concomitante análisis justificatorio de la barbarie y las penurias, siga cumpliendo su misión dilatando de este modo, su irreprochable trayectoria.
Por más décadas de oxígeno informativo y de crítica despiadada de todo lo existente.
Afectuosamente:
- Emilio Cafassi