Proceso con ELN: reflexiones en voz alta

30/04/2017
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

Comparto aquí con los lectores estas reflexiones personales, en voz alta, acerca del proceso de diálogo entre Gobierno y ELN, en vísperas del inicio de la segunda ronda de conversaciones en Quito, sin pretender, como parecen sugerir algunos, 'darle línea' a las dos Delegaciones, acerca de lo que deben o no hacer. Ya hay suficientes expertos dando recomendaciones.

 

El ELN carga con el karma de ser considerado por muchos, incluido el Gobierno, como unas FARC chiquitas, a pesar de que todo mundo predica que se trata de organizaciones diferentes, realmente no interiorizan esto para incorporarlo en sus análisis. Por ello, siempre intentan ver el proceso con el ELN como una réplica del llevado a cabo con las FARC. El ELN es una organización más societal, con menos cuerpos de ejército y que actúan con hechos e impactos distintos.

 

Quisiera reiterar, desde la reflexión personal, que las dos delegaciones de paz, del Gobierno y el ELN no han logrado, es abandonar la tentación de los medios de comunicación y de las redes sociales -dada la presión de las 'barras bravas' de lado y lado-, de persistir en reaccionar a la dinámica cotidiana del conflicto -para ello otros funcionarios del Gobierno y otros voceros en el ELN pueden cumplir ese papel reactivo- y diferenciar la discusión de la agenda en la Mesa de Conversaciones, de los hechos de la coyuntura diaria; sin olvidar que acordaron y ha sido una regla del actual Gobierno y hasta el momento ha sido útil, negociar en medio de la confrontación, es decir sin ceses del fuego o de hostilidades. 

 

El Gobierno del Presidente Santos tiene las debilidades políticas propias de los gobiernos cuando, como se dice coloquialmente, 'tienen el sol a sus espaldas', pero aunque no les guste a algunos, este Gobierno inició y terminó exitosamente el proceso con las FARC, lo cual llevó merecidamente a que se le otorgara al Presidente Santos el Premio Nobel de Paz y ese es el interlocutor que va a intentar avanzar lo más posible con el ELN y esto le da a esta organización guerrillera la certeza de contar con un interlocutor serio. Si avanzan de manera importante y lo pueden hacer, cualquier Gobierno que se elija en 2018 estará interesado en concluir ese proceso de conversaciones y cerrarlo positivamente.

 

Está claro que el ELN no es favorable a decisiones unilaterales, sino bilaterales, sin que ello signifique que deben ser equivalentes. Por lo tanto, en la Sub-Mesa sobre Asuntos Humanitarios, podrían centrarse en encontrar fórmulas de Acuerdos Humanitarios o Parciales, que permitan terminar por parte del ELN con una práctica muy indeseable como lo es la del secuestro y avanzar en otros temas sensibles como el desminado humanitario, la situación de los presos del ELN en las cárceles, e ir abordando la posibilidad de ir hacia un cese bilateral, que tiene como presupuesto la concentración de fuerzas y mecanismos serios de verificación. Al tiempo, avanzar de manera realista en definir fórmulas de participación de la sociedad, sin pretender consultas de carácter exhaustivo que se vuelven infinitas; creería que las opiniones sobre el tema de la Mesa Social por la Paz, como plataforma de organizaciones sociales, el Consejo Gremial, las Iglesias, y algunos especialistas, podrían ser suficientes para llegar a fórmulas que generen el consenso dentro de la diversidad necesario para poner en marcha el proceso de participación previsto en el punto uno de la agenda.

 

La reunión de esta semana entre las direcciones del ELN y las FARC en Cuba, puede ser un intercambio muy positivo.

 

- Alejo Vargas Velásquez es Profesor Universidad Nacional

 

https://www.alainet.org/de/node/185168?language=en
America Latina en Movimiento - RSS abonnieren