Como todos los años desde que los bancos fueron privatizados en el gobierno de Carlos Salinas y después vendidos a trasnacionales estadunidenses, británicas y españolas, entre otras, en el sexenio de Ernesto Zedillo, mostraron un crecimiento de 8.9 por ciento, en comparación con 2016, en el cobro a los usuarios de préstamos personales y de consumo con comisiones por 143 mil 515 millones de pesos.

Si las comisiones subieron 8.9 por ciento, de acuerdo a información presentada a los medios de comunicación –los que con harta frecuencia juegan el papel de parte y no de medio entre sociedad y poder–, por el presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, las ganancias en 2016 fueron récord al incrementarse 8.3 por ciento más con respecto a 2015, de acuerdo con el informe de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Cuando Mario di Costanzo fue designado por Enrique Peña como presidente de la Condusef, su entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, le preguntó: Presidente, este nombramiento es un mensaje para la izquierda, ¿verdad?

La pregunta-afirmación de Videgaray tenía sentido porque Di Costanzo fue cooptado del movimiento obradorista al gobierno, en una acción de pésimo gusto de parte del grupo gobernante que, entonces, sorteaba un conflicto poselectoral con Andrés Manuel López Obrador, pues éste afirmaba que el triunfo oficial de Peña Nieto descansaba en la compra de más de 3 millones de votos.

Peña Nieto contestó: Sí, pero también para los banqueros. Lo que intento es subrayar que el mensaje presidencial les importó un comino a los señores que jinetean los recursos de los mexicanos y cobran comisiones tres veces superiores a las que tienen permitido realizar en sus países.

Y si no veamos otros datos oficiales. Los bancos cobran a sus clientes 4 mil 916 diferentes tipos de comisiones que están registradas ante la Condusef. Y el producto que más comisiones tiene es el de la cuenta de depósito, con mil 814 diferentes tipos, seguido por los créditos hipotecarios, con mil 227 cargos distintos.

En cuanto a las tarjetas de crédito existen 984 comisiones registradas. En los créditos automotrices son 199; en los personales 55 y en los de nómina son 45 comisiones posibles. En promedio, el oligopolio bancario obtuvo 29 millones de pesos por cada una de las 4 mil 916 comisiones autorizadas.

Por las comisiones cobradas en 2016, la Condusef recibió 586 mil 560 quejas de usuarios que se inconformaron con los cargos: ¡30 por ciento más que en 2016! En tanto que hubo otras 150 mil 478 quejas por intereses cargados por el banco y no reconocidos por el usuario, ¡24 por ciento más!

El monto reclamado ascendió a mil 219 millones de pesos, pero de esa cantidad tan sólo fueron abonados a los usuarios 254 millones de pesos, 21 por ciento de la cantidad en disputa. Los bancos con mayor número de reclamaciones fueron BBVA Bancomer y Banamex, los más grandes del sistema, que realizan más transacciones y son más abusivos por no decir asaltantes a la luz del día y con permiso oficial.

Excelente que el funcionario que justifica su salida del obradorismo porque se convirtió en partido político, multiplique la atención a las denuncias de los cuentahabientes, pellizcando apenas las fabulosas ganancias lícitas del oligopolio bancario a partir de un proceso de trasnacionalización con el que se prometió al país todo lo contrario: eficiencia, abaratamiento del crédito y de los servicios. La misma propaganda usada para privatizar el sector energético. 

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