Trump, contra los molinos de viento

Cualquier acción de Trump es utilizada por sus detractores, apoyados en la gran prensa establecida, para divulgarla, de forma sensacionalista y tergiversada, con el fin de dañar su imagen.

23/05/2017
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Congresista Al Green
Foto: RT
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Aunque Donald Trump forma parte de la clase dominante de Estados Unidos, no es menos cierto que otros, que también pertenecen a esa élite, el 1 por ciento de la población estadounidense, no están de acuerdo con las ideas que pretende desarrollar durante su presidencia.

 

Cuando muchos lo oyeron hablar de la importancia de tener buena relaciones con Rusia, se escandalizaron. Si eso sucede, se pierde un “enemigo”, y toda una serie de planes y gastos que se apoyan en la existencia del “enemigo” dejarían de tener fundamento. Eso y otros pronunciamientos de Trump, además de acciones que ha realizado, le garantizaron la oposición desmedida de aquellos que no desean cambio alguno en el sistema, pues gracias a este, se han llenado los bolsillos del dinero que aportan los contribuyentes al pagar sus impuestos.

 

Cualquier acción de Trump es utilizada por sus detractores, apoyados en la gran prensa establecida, que también se ha manifestado en su contra, para divulgarla, de forma sensacionalista y tergiversada, con el fin de dañar su imagen. Según lo que se nos presenta, Trump es un loco, inconsistente, irracional, que diariamente comete errores y muchos de sus propósitos, de realizarse, pudieran causar grandes daños al sistema.

 

En estos días, el Representante Demócrata a la Cámara por el Noveno Distrito de Houston, Al Green, pidió se iniciara un proceso de “impeachment” contra el presidente por obstrucción de la justicia. Para fundamentar esto, Green planteó que se refería a un jefe de Estado que despidió al director del FBI, encargado de la pesquisa sobre su relación con la interferencia rusa en las elecciones del 2016. Dentro de su propio discurso, Green, tratando de salvar su prestigio, planteó que el “impeachment” no significaba que el presidente fuera encontrado culpable, sino que la Cámara de Representantes lo acusara.

 

Esto es una interesante maniobra. Se acusa a Trump, comienza el proceso de “impeachment”, el cual dura varias semanas, el propio Green maneja la posibilidad de que no sea encontrado culpable y si eso es así, son varias semanas entretenidos en asuntos que no resuelven problema alguno a la nación, proceso que cuesta cientos de miles de dólares y al final, el que paga es el contribuyente estadounidense. Green quizás se excuse por haberse equivocado, pero eso es todo.

 

Esta no es la primera vez que Green se manifiesta en contra de los planteamientos de Trump, su oposición principal al mismo está relacionada con el muro que Trump ha planteado terminar en la frontera con México.

 

Quizás para Green sea más beneficioso el que los inmigrantes ilegales entren en el territorio estadounidense y los propietarios de fincas y negocios puedan explotar la mano de obra barata que ellos proporcionan.

 

Cuando estos inmigrantes son detenidos, el estado comienza a proporcionarles un lugar donde vivir, alimentación, entretenimiento y cuidados médicos. Son recluidos en cárceles que también paga el estado, cárceles privadas que tienen la reclusión de inmigrantes como un negocio, del que obtienen cientos de miles de dólares de utilidad y que en ocasiones, también explotan la mano de obra del inmigrante al que le pagan una miseria por el trabajo que realiza mientras está detenido.

 

Obama deportó más de dos millones y medio de inmigrantes, los gastos que estos originaron durante todo el tiempo que estuvieron detenidos rebasa la cifra de 12,500 millones de dólares, un buen negocio para estas cárceles una de las cuales se encuentra precisamente en Houston, ciudad de la que es uno de los representantes el señor Al Green. Si existe un muro y los inmigrantes no pueden entrar en Estados Unidos, el negocio va a la quiebra.

 

Algunos especialistas han planteado la poca probabilidad de que puedan someter a Trump al proceso de “impeachment”, entre otras cosas, porque la única evidencia que existe hasta el momento sobre la orden que plantea el ex jefe del FBI, James Comey, recibió del presidente, es un memorándum escrito por el propio Comey en el que relata su entrevista con Trump.

 

También se ha tratado de involucrar a Trump en la entrega de “información secreta sobre terrorismo” al Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia. Algunos plantean que la “indiscreción” de Trump ha puesto en peligro la vida de un agente del Mosaad que fue el que originalmente entrego la información. Esta información se refería a planes de una organización terrorista para introducir en un avión estadounidense una computadora en la que se colocaría una bomba que explotaría cuando el avión estuviera en pleno vuelo.

 

La reunión con Seguèi Lavrov fue hace pocos días, pero desde hace varias semanas, se comentó en la prensa de varios países que el Departamento de Seguridad de la Patria de Estados Unidos había dado orientaciones de que en los aviones de pasajeros de compañías estadounidenses no se podían transportar laptops y otros equipos electrónicos ¿No recuerdan eso?

 

Desde que se dio esa orden, la organización terrorista sabía que sus planes habían sido descubiertos y que debía ser alguien que estaba dentro de la misma el que dio la información. Si efectivamente Trump le traslado algo a Lavrov ya hacía más de quince días que la información estaba corriendo por los aeropuertos y en la prensa. No obstante eso la misma se utilizó como parte de la campaña contra Trump, en este caso de que estaba “entregando secretos a Rusia”.

 

Los medios de información estadounidenses son especialistas en crear estados de opinión, en tergiversar información y en presentar situaciones de forma tal que los lectores consideren son ciertas. Dentro de los enemigos de Trump, están los dueños de los medios de información, que están tratando de que su imagen se deteriore y que el ciudadano estadounidense considere sería lo mejor este dejara de ser presidente.

 

Esos mismos medios son los que presentan la situación de Venezuela como si el gobierno de Maduro estuviera reprimiendo la población, que “pacíficamente está manifestándose y luchando por su libertad y los derechos humanos”. Los asesinatos que a diario se comenten en México, Honduras, Guatemala y Colombia ni se mencionan en esa gran prensa. Tampoco se habla de los problemas que confrontan los pueblos de Argentina y Brasil como consecuencia de los gobernantes mediatizados que en estos momentos tienen.

 

No podemos esperar otra cosa de unos medios de prensa que son propiedad de lo peor de la sociedad estadounidense y que son utilizados para oponerse a todo lo que perjudique sus intereses económicos. Según una investigación reciente de la Universidad de Harvard, el 80 por ciento de la cobertura de prensa sobre Trump es de carácter negativo.

 

Pero todavía nos quedan “noticias” sobre Trump que nos llegarán en los próximos días, no solamente de su gira por distintos países, sino principalmente sobre la propuesta de presupuesto que este realizó.

 

En esta propuesta se plantean grandes cortes a la burocracia de Washington con el fin de balancear el presupuesto en un término de 10 años. Muchos de los cortes se realizan sobre los programas contra la pobreza, pues en los planes se toma en consideración la disminución del desempleo, que se considera el mejor antídoto contra la pobreza. No se afectan, por el momento, los planes del Seguro Social y el Medicare, tal y como prometió Trump durante su campaña.

 

Cómo beneficiado en el presupuesto propuesto está el Pentágono, que ya en el 2018 se plantea incremente sus fondos en 54 billones de dólares. Los perjudicados con disminución de su presupuesto son el Departamento de Estado, La Agencia de protección del Medio Ambiente, el Departamento de Agricultura y otros. Se plantea eliminar del presupuesto la Corporación para Transmisiones Publicas (radio y tv) y la Fundación Nacional para las Artes.

 

La disminución del presupuesto del Departamento de Estado, en mi criterio, debe afectar a la USAID, la NED y algunos otros planes de la llamada “diplomacia suave”, por lo que no debe extrañarnos alguna manifestación contra esto que se efectúe en Cuba, por los que viven del dinero que reciben de esas fuentes. También considero que la eliminación total del presupuesto de la Corporación para Transmisiones Públicas pudiera darle el golpe de gracia a Radio y TV Martí. Si esto es así, me parece muy bien lo que está proponiendo Trump.

 

La idea que se trata de desarrollar en esta propuesta es alentar a que la población resuelva sus problema mediante la obtención de un puesto de trabajo, no mediante el subsidio estatal, salvo aquellos que su edad o condiciones físicas le impidan trabajar. Se trata de promover, según dice el propio documento, la responsabilidad personal en solucionar los problemas familiares y de resolver las diversas necesidades de la población que utiliza el Medicaid. Esto último estará fuertemente unido a la nueva ley que sustituya el Obamacare.

 

Este problema del presupuesto es serio y seguramente tendrá un buen número de opositores. Aunque es bueno señalara que es la propuesta de la administración Trump sobre la que el Congreso tendrá que actuar y como se encuentran las coas en dicho recinto bicameral no creo que todo pase fácilmente.

 

Muchos políticos, tanto republicanos como demócratas se encuentran comprometidos, hay muchos millones de dólares en juego y unas elecciones parciales a la vuelta de la esquina donde cualquier afectación a la población puede revertirse en una derrota electoral.

 

Mientras tanto, Trump continúa cabalgando en dirección a los molinos de viento.

 

18 de mayo del 2017

 

- Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba) sarahnes@cubarte.cult.cu

 

 

https://www.alainet.org/de/node/185653?language=en
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