207 aniversario de la revolución de independencia de México

02/10/2017
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Una de las causas externas que influyeron para que se diera una de las condiciones en la Independencia de México, fue el acontecimiento que se dio en marzo de 1808, Napoleón invadió España, el rey Carlos XIV abdica y pasa el poder a su hijo Fernando. Ambos, padre e hijo trataron de negociar con el imperio francés, pero no lo logran y son tomados presos. El pueblo español toma la dirección para la defensa del país, en todo un ejercicio de soberanía, en Madrid se inició la resistencia y la lucha contra los invasores franceses. Godoy, ministro de Carlos XIV firma el tratado en el que sede al emperador Napoleón, todos los reinos de España e Indias, además de la entrega del trono de España a José Bonaparte.

Al rendirse la monarquía, quienes tomaron el mando fueron los ciudadanos libres que se levantaron contra la invasión y la usurpación del poder, la organización civil se organizó en casi toda la península.

En América, por el momento, las colonias españolas siguieron con la misma estructura de poder, mismo que estuvo operando durante los 300 años. El Virrey y la Real Audiencia seguían siendo los representantes de la Corona. Sin embargo, había algo en el ambiente político, una gran incertidumbre por los acontecimientos en España y que, poco a poco vinieron a romper el orden prevaleciente.

Surgen en México de manera figurativa, dos partidos antagónicos, es decir, aquellos reaccionarios que cuidaban que no hubiera ningún cambio en la estructura de la Colonia y los que, aunque de forma matizada, empujaban a que se dieran cambios estructurales de importancia, se esperaba que éstos sucedieran en lo general y no sólo para los criollos inconformes, que buscaban obtener un papel de mayor relevancia.

El Ayuntamiento de la Ciudad de México, estaba dirigido por Francisco Primo Verdad y Francisco Azcárate, apoyados por el Oidor, Jacobo de Villaurrutia, los tres de origen criollo, que vieron la oportunidad de realizar reformas políticas, le pidieron al virrey, José de Iturrigaray convocara a una junta general, con el fin de que todos, reconocieran públicamente a Fernando VII, aunque éste no estuviera en el trono.

La convocatoria fue hecha en base a una ley antigua: “Cuando el rey tiene algún impedimento para gobernar, el gobierno regresa al pueblo, según viejas leyes de Castilla”, estos argumentos servirían para realizar la convocatoria de la junta, en ausencia del rey. Dos autoridades eran reconocidas por el licenciado Primo de Verdad –los Ayuntamientos y el soberano-, bajo la figura del rey, es decir, la monarquía absoluta. Así, los Ayuntamientos pasaron a ser las primeras autoridades de la Nueva España, el Virreinato y la Real Audiencia se establecerían poco después.

Entraron en pugna dos instituciones: la Real Audiencia, quienes muchos eran nombrados por la Corona, y el Ayuntamiento quienes eran representativos de cierta clase media. Surgió la idea de planear un Congreso, donde la mayoría serían los ayuntamientos, y los cabildos serian llamados a participar en el Congreso, haciéndose más amplio. Aparecieron en el Congreso dos posiciones opuestas, el proyecto de Villaurrutia y el de Primo de Verdad, ambos representaban intereses de grupos sociales distintos y confrontados, más aún, cuando prendió la idea del fraile mercedario Melchor de Talamantes, que ve en el Congreso, un acercamiento a la idea de independencia, en cada una de las reuniones urgentes que tenían.

El debate estaba entre la Real Audiencia, que impulsaba se dieran reformas para gobernar en espera del regreso de Fernando VII y, los Ayuntamientos y Cabildos que sostenían la idea de la Independencia; entonces, la Real Audiencia decide gobernar con mano fuerte; un rico hacendado, Gabriel de Yermo, dio un golpe de Estado, toma preso al virrey Iturrigaray y, en su lugar, la Real Audiencia nombra a Pedro Garibay, se detienen toda una serie de reformas; por su parte Primo de Verdad, Azcárate y Talamantes fueron detenidos y puestos en la cárcel, Jacobo Villaurrutia es derrocado. Con todo esto empezaron a surgir en la llamada Nueva España, movimientos de importancia, los pueblos originarios se opusieron a seguir siendo presas del tributo, la pelea entre criollos y “gachupines” se acentuaba cada vez más.

En los primeros meses de 1810, llegaron noticias a casi todas las colonias novohispanas, de la ocupación de la mayor parte de España, por las tropas francesas, empezando así, las insurrecciones en casi toda América del Sur, tomando como ejemplo la visión del Cabildo de México, es decir, la idea de la Independencia política de España.

En Querétaro se realizaban constantemente una serie de juntas, para analizar el caso independentista que ya se estaba preparando, éstas estaban dirigidas por Miguel Hidalgo “letrado”, intelectual, eclesiástico, ex rector del Colegio de San Nicolás de Valladolid; Ignacio Allende, oficial y dueño de tierras y Juan Aldama oficial e hijo de padre administrador de una pequeña industria; acercándose el momento, convocaron a una junta para constituir y llamar a grupos de regidores y abogados para que actuaran en su momento en defensa de los partidarios independentistas, en el instante que iniciara la insurgencia; pero la conspiración fue descubierta , la salida fue la rebelión armada del 15 de septiembre de 1810, en la Villa de Dolores; fueron tomadas algunas armas de una pequeña guarnición y liberaron a los presos, el movimiento cruento por la Independencia de México, había empezado.

En Dolores, empezó el movimiento popular, logrando dar un su mayor ascenso en casi todo el territorio, trabajadores del campo y la ciudad, se sumaron a este, movidos por la situación de pobreza y por el afán de acabar con el régimen de esclavitud; las comunidades indígenas, armándose con lo que podían, también atendieron al llamamiento de Miguel Hidalgo.

Primero tomaron Guanajuato y después Valladolid, (hoy Morelia), logrando abrirse paso hacia la capital, pero el avance no fue sencillo, se presentó un enfrentamiento en el Monte de las Cruces, lugar próximo a la capital, ganaron la batalla los insurgentes, pero con grandes pérdidas humanas; el maltrecho ejército realista se retiró a la capital; por el norte venía otro ejército realista dirigido por Félix María Calleja, cuyo objetivo era detener el avance de los insurgentes hacia México; Hidalgo decide no hacerles frente y se retiraron a Celaya, para recuperar y organizar sus fuerzas.

Por mala fortuna, hubo una división entre los insurgentes, Allende se retira a Guanajuato e Hidalgo a Valladolid, menguando sus fuerzas; sin embargo en otras regiones, la antorcha de la libertad iluminaba el porvenir de la lucha; en Guadalajara el ranchero José Antonio Torres, y muchos que lo seguían tomaron la ciudad; la muchedumbre organizada logró importantes victorias en San Luis y Zacatecas, el cura rural, José María Morelos organizó un ejército en la costa sur. En otras regiones ya se estaban organizando rebeliones compuestas por obreros, campesinos, mineros, etc. extendiéndose el movimiento libertario a casi toda la nación.

Hidalgo mueve su ejército a Guadalajara, donde cuenta con el apoyo y la simpatía del pueblo, es cuando decide decretar la soberanía del pueblo, abrogar los tributos, suprimir la distinción de castas y declarar la abolición de la esclavitud, decretó la confiscación de bienes de los europeos, y toma como medida agraria, la restitución a las comunidades indígenas las tierras que les fueron arrebatadas.

Allende al igual que otros criollos, se dieron cuenta que estaban siendo rebasados por los movimientos populares, en la lucha por la independencia, cosa que –los criollos- pensaban en encauzarla de manera ordenada, pero carecían de un programa concreto y revolucionario. Solo tenían en la mira la destrucción del orden social opresor, mantenido por los europeos.

Para algunos penadores, el movimiento era un enfrentamiento entre fuerzas del bien y del mal, donde el desenlace podría ser solo el establecimiento de la igualdad y una religión más pura; los europeos y el alto clero, condenaron a Hidalgo, tachándolo de “hereje” o “judío”, la misma acusación fue para los luchadores sociales que seguían al padre de la patria, Don Miguel Hidalgo.

Los criollos empiezan a preocuparse, en cuanto el rumbo que tomaba la revolución, algunos decidieron abandonarla y otros traicionarla. Calleja recupera Guanajuato y se lanza contra Guadalajara, en este lugar, ya habían unido de nuevo sus ejércitos, Hidalgo y Allende; deciden atacar al ejército comandado por Calleja en el Puente de Calderón, pero perdieron la batalla. Los insurgentes debilitados deciden ir hacia el norte, Zacatecas y Saltillo; con una escaza tropa avanzaron hacia Monclova. En el camino caen en una emboscada, siendo llevados a Chihuahua presos, los juzgan y decapitan, sus cabezas fueron llevadas a la Alhóndiga de Granaditas, Guanajuato, donde fueron exhibidas públicamente en una jaula, como un acto terrorista para la población.

El movimiento por la Independencia de México no se detuvo, con la fatídica muerte de Hidalgo y Allende, pues, se había extendido por casi todas las regiones, bajo la forma de guerrillas campesinas, que atacaban las villas y haciendas, así pasó algún tiempo, mientras que de nuevo se coordinaron las fuerzas revolucionarias. En Zitácuaro se formó la “Suprema Junta Gubernativa de América” dirigida por Ignacio Rayón, abogado y ex secretario de Hidalgo. Rayón se esfuerza por mantener la unidad del movimiento, mientras que José María Morelos logra importantes victorias en el sur.

Morelos se convirtió en el dirigente popular que el momento requería, sus estrategias militares le permitieron obtener muchos triunfos, ocupó Chilpancingo, Tixtla, Taxco, Tehuacán y, logra tomar

Cuautla. En 1812, Calleja sitia Cuautla, el cerco tuvo una duración de casi 3 meses, Narcizo Mendoza, insurgente, ubicado por la historia, como “El Niño Artillero”, destacó en la lucha por romper el cerco, lo lograron y evacuaron la ciudad (2 mayo de 1812). El ejército insurgente seguía creciendo, en su mayoría campesinos, uniéndoseles los indígenas y algunos esclavos negros, todos ellos armados con palos, flechas, lanzas, machetes, etc. En Veracruz surgen los Galeana, formando una importante tropa, coordinándose con Morelos. Mucho tiempo atrás (1570), en Veracruz, Gaspar Yanga, esclavo africano de la Hacienda la Providencia, logró escapar y formó un poblado en las montañas, –San Lorenzo de los Negros-, primer zona de hombres y mujeres libres, fueron combatidos por más de 30 años, el ejército español no lograba someterlos, reforzado el ejército español en 1609, logran tomar el palenque, formado por Yanga y demás afrodescendientes, durante el combate algunos murieron, pero muchos lograron huir adentrándose en la montaña, por lo que no hubo victoria del ejército español. Hoy todavía existe en Veracruz, el pueblo conocido como “Yanga”.

En casi todo el Bajío, se formaron grupos guerrilleros, gente común que aprovecharon los caballos para hacer más veloz la marcha, a ellos se les unieron flecheros y honderos de varios pueblos, e incluso la tropa de Rayón se conformaba exclusivamente de los pueblos originarios buenos en el uso del arco con flecha, y el de Morelos se formaba por negros y mulatos del sur.

Un elemento de importancia que se une al movimiento insurgente fueron los sectores medios, es decir, un puñado de letrados o intelectuales que divulgaron con sus plumas los hechos que se estaban dando; ellos ayudaron desde afuera y desde lejos; desde la ciudad de México, Joaquín Fernández de Lizardi, desde Londres, Fray Servando Teresa de Mier, entre otros más.

Rayón y Liceaga enviaron una misiva a Calleja, en la que le explican los fines que persigue el movimiento insurgente, le dicen de la incapacidad de gobernar de Fernando VII y sobre la necesidad de realizar un Congreso, que devuelva el orden legal a la nación; no se le menciona ninguna referencia a la reforma económica y social; la moderación de la carta tenía como objeto atraer de nuevo a la oligarquía criolla y ponerla contra la europea, apaciguando de esta forma, su temor a la rebelión popular; de la misma manera el doctor José María Cos, escribió un plan de paz, que consistía en que “la soberanía reside en la masa de la nación y que España y América son partes integrantes de la monarquía, sujeta al rey, pero iguales entre si y sin dependencia o subordinación de la una con respecto a la otra”.

Este plan favorecía a los criollos, es decir, a la oligarquía nacional, ya que se planteaba el derecho de participar en el gobierno de su país, y el poder desarrollarlo rompiendo las trabas impuestas por la dependencia de España. No plantea ninguna amenaza contra su preminencia social, los más afectados serían los partidarios de la dependencia española; pero este plan no logró su objetivo, de atraer a los propietarios criollos.

Fue Morelos, quien sí logró atraer a los sectores medios, en el documento, “Los Sentimientos a la Nación”, describía el más puro humanismo, en grandes rasgos, pide que los empleos sean para todos los americanos, que las leyes “moderen la opulencia y la indigencia” que “comprendan a todos sin excepción de cuerpos privilegiados” y que la esclavitud sea proscrita para siempre y lo mismo las distinciones de castas, quedando todos iguales, y solo distinguirán a un americano de otro “el vicio y la virtud”. La idea de Revolución es un orden de igualdad y justicia social que se funde en la abolición de privilegios, en la protección de los trabajadores y en la propiedad del labrador sobre la tierra.

Fray Servando Teresa de Mier, detalla lo que es el soberano, -el soberano- dio instituciones propias a la Nueva España, para que no se manejara de forma dependiente, por lo tanto, el nexo que debe haber entre España y América, es el de la capacidad que tiene cada país de gobernarse no en lo común, sino separadamente como lo señala la “Constitución Americana”, los insurgentes están de acuerdo con ésta, pero, señala, son los europeos los que abogan por un gobierno tiránico, aboliendo el pacto social. Las leyes fundamentales de América, dijo, quedaron sin efecto, por los decretos que las distorsionaron y por el absolutismo de los reyes; los insurgentes tratarán de rescatarlas.

EL ejército de Morelos, después de la salida del sitio de Cuautla, avanzó sobre Tehuacán, los estados de Oaxaca y Guerrero, gran parte de Puebla y Veracruz, Orizaba, Xalapa y logra tomar Acapulco, logra establecer gobierno en las partes liberadas por los Insurgentes

Por el lado de España, en Cádiz, marzo de 1812, se firmó la nueva Constitución española, semejante a la de los franceses -1793 y 1795-, donde se le dieron amplios poderes a las cortes, reduciendo el papel del rey; el poder ejecutivo proclama la soberanía popular, decreta la libertad de prensa y expresión, etc.. En cuanto a las colonias, éstas quedaban bajo las cortes y la administración. A la Nueva España la dividieron en 5 provincias, limitando el poder del virrey. El virrey Venegas promulgan la Constitución en México, pero esta no llegó a ponerse en práctica íntegramente. Fernández de Lizardi tan solo aprovechó 2 meses para publicar sus escritos y poco tiempo después la libertad prensa fue suprimida y, el virrey Venegas puso en la cárcel a Fernández de Lizardi, parecía que todo quedaba igual.

Mientras tanto, para los Insurgentes era indispensable tomar ciertas medidas, en cuanto a la formación de gobierno, asegurar la coordinación y garantizar la unidad y la permanencia del movimiento. El 15 de septiembre de 1813 Morelos se reúne en Chilpancingo y se forma un congreso, donde estaban representantes de las zonas liberadas y algunos eclesiásticos y abogados. El 6 de noviembre el Congreso de Chilpancingo le da legitimidad o formalidad a la Independencia de México, rechazando la monarquía y estableciendo la República y ahí se discutió sobre la formación de una nueva Constitución. La Constitución de Apatzingán surge precisamente por decisión del congreso con cierta semejanza a la de Cádiz, con respectivas adecuaciones para las condiciones de México.

Mientras el Congreso estaba reunido, la situación empieza a cambiar, desfavorablemente, Morelos decide tomar Valladolid, pero es derrotado, a partir de este momento se vino una serie de acciones no favorable para las fuerzas independentistas. Sucumbe en la lucha Mariano Matamoros y Hermenegildo Galeana, ante tales hechos no hubo entusiasmo por la nueva Constitución libre. En enero de 1814, los realistas tomaron Chilpancingo y Oaxaca, debido a que el Congreso inhabilita a Morelos, dejándolo inactivo, mientras la anarquía surte efecto en las filas de

los insurgentes, Morelos cae preso por los realistas, bajo el mando de Calleja, el 5 de noviembre de 1815, fue degradado y fusilado por el tribunal de la Santa Inquisición, en San Cristóbal, Ecatepec, el 22 de diciembre de 1815; antes de caer preso, el Congreso le dio el grado de “Alteza Serenísima” la cual rechazó, autonombrándose sencilla y humildemente, “Ciervo de la Nación”; el movimiento popular decae ante la muerte de Morelos, Nicolás Bravo toma el mando, pero el Congreso le quita el mando militar. Otro caudillo, Mier y Terán, al ver esto disuelve el Congreso y el movimiento se divide y colapsa.

Mientras que en México, los revolucionarios retroceden, en España parece triunfar de nuevo el absolutismo, Fernando VII regresa a España dispuesto a gobernar como monarca absoluto. En poco tiempo, declara abolida la Constitución de Cádiz y disuelve las Cortes, el despotismo real se vuelve a imponer. El imperio español volvía a ser como antes era.

Félix María Calleja en México, es nombrado Virrey en marzo de 1813, en sustitución de Venegas, éste suprime la Constitución -que aún no había sido puesta en práctica-, restablece el tribunal de la Santa Inquisición, entre otras regresiones más; Calleja regresa a España y lo sustituye Juan Ruiz de Apodaca, éste trata de poner orden e indulta a algunos insurgentes y empieza a organizarse militarmente, preparando un golpe final.

Del ejército insurgente solo quedaban pequeños grupos al mando de Osornio y Guadalupe Victoria en Veracruz, guerrillas encabezadas por Vicente Guerrero en el sur. De Europa llega Francisco Xavier Mina, un revolucionario liberal, que había luchado en España contra los franceses, y a favor de la Constitución, fue desterrado a Inglaterra, organiza desde ahí una expedición para venir a México y combatir el absolutismo en tierras americanas. Al emprender el viaje Mina llega a Galveston, donde obtiene armas y gente, con él venía uno de los principales ideólogos de la Independencia, fray Servando Teresa de Mier.

El 15 de abril de 1817 llegó a Soto la Marina, Tamaulipas, donde lanza una proclama a los americanos, destacando el liberalismo, y combatiendo al absolutismo español; Mina informaba que su objetivo es el restablecimiento de la Constitución de Cádiz, pero no encontró gran apoyo, sino al contrario, cierta desconfianza; sólo en el Bajío, algunos insurgentes se le unieron como Pedro Moreno y sus tropas, no logra encender los ánimos populares, a pesar de haber logrado algunas victorias, su expedición no duraría mucho, fue derrotado y hecho prisionero cerca de Guanajuato, el 11 de noviembre de 1817 muere fusilado.

La oligarquía criolla toma el poder en México

Noticias llegadas de las colonias sudamericanas, mostraban que esa oligarquía criolla podría ponerse al frente de los países; en 1816 sucede la Independencia de las Provincias Unidas de la Plata; en 1818 se da la Independencia de Chile y en 1819 en el Congreso de Angostura, surge la República de Colombia. En México, como en estos países, la oligarquía criolla suplanta a la europea, es decir, la peninsular; con ello surge el ejército, como grupo dominante, debido, desde luego a la buena recompensa o paga.

En España, el movimiento liberal logra avanzar de nuevo, Fernando VII es obligado a reconocer la Constitución de Cádiz; en México como una repercusión, pasa lo mismo en ese sentido, el virrey Apodaca y la Real Audiencia también la reconocieron.

Agustín de Iturbide, llega a la jefatura del ejército, este era un alto oficial criollo, de familia de hacendados nobles, que había combatido a los insurgentes. El alto cargo que le dieron fue con el objetivo de confrontarlo con Vicente Guerrero en el sur. Iturbide diseña entonces, el Plan de Iguala, que habría de unir a la oligarquía criolla, bajo las tres garantías -orden, unión y religión-. Logró atraer a Guerrero. Iturbide al frente del ejército trigarante, (religión, unión e independencia) entra a la ciudad de México, el 27 de septiembre, después de 10 años de cruentas guerras, estas terminaban, con resultados distintos a como la habían percibido las fuerzas populares, más aún cuando Iturbide no tenía nada que ofrecer, desde el punto de vista social, ni nada en común con los ideales de Hidalgo y Morelos; por lo tanto, la proclamación de la Independencia en 1821, dio la impresión de que solo se trató de una oligarquía criolla, que suplantaba a la otra, a la peninsular; al final de cuentas, se conformaron dos grupos o fracciones, el ejército, el alto clero, los hacendados y nobles criollos, quienes apoyaron a Iturbide, en la oposición quedaba, el bajo clero, algunos abogados y los sectores populares. Iturbide y su trono duró corto tiempo, dándose nuevos hechos y nuevos movimientos para lograr la proclamación de la República en la Guerra de Reforma y después la Revolución Mexicana.

Bibliografía.

Historia general de México. Tomo I. El Colegio de México.

 

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