Desafíos estratégicos que impone la cuarta revolución industrial

27/03/2018
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Cuando queremos detenernos a pensar solo por un momento las cuestiones atinentes al futuro de la humanidad, la mayoría de ellas tienen que ver o conducen a la parte tecnológica y sus consecuencias, no solo de dispositivos o aparatos electrónicos, sino también de su impacto en la vida de los seres humanos. El tiempo transcurrido es similar a la velocidad del sonido, al querer comprender las cosas que pasan, y mantenerse en un entorno atravesado por una tecnología que avanza a un ritmo frenético, es el verdadero desafío.

 

La cuarta Revolución Industrial, también denominada Industria 4.0, es el término que se atribuye para definir a la fábrica inteligente que está marcada por la tecnologías digitales, físicas y biológicas. Alemania fue el primer país en establecerla en su agenda de gobierno como “estrategia de alta tecnología”, a esta Cuarta Revolución. El comienzo de esta nueva era nos está anticipando que cambiará el mundo tal como lo conocemos y de hecho ello ya está ocurriendo en diversos aspectos, se trata de un nuevo paradigma de los medios de producción.

 

La Cuarta Revolución sigue a los otros tres procesos anteriores. Esta vez serán los robots integrados en sistemas ciber-físicos los responsables de una transformación radical, sin ir más lejos un dato más que interesante a tener en cuenta, es que en el mundo ya existen (según la Federación Internacional de Robótica) 1,63 millones de robots funcionando en todo el planeta.- En referencia a Latinoamérica son tres los países que cuentan con unidades robóticas, en primer lugar se halla México (33u), luego Argentina (16u) y por último Brasil (11u).

 

Por eso, los estados y principalmente los de nuestra región latinoamericana, considerados países en proceso de desarrollo, deben promover la innovación y preparar a las personas para que protagonicen el cambio y se beneficien de las transformaciones. Es necesario entender que las nuevas tecnologías, no son la amenaza en tanto y en cuanto los ciudadanos estén preparados para innovar y que ella se lleve adelante gradualmente. En países como Alemania, Corea del Sur o Suecia, con los más altos índices de robotización, son también los que tienen el mayor empleo industrial estructural y los que mejores pagan salarios y por eso la productividad es clave.

 

Estamos sin dudas frente a una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos entre los seres humanos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes, ya sea la forma en cómo funcionan nuestras economías, hasta lo que significa el ser humano; no solo debemos contemplar estos cambios sino que debemos dar forma al futuro en que queremos vivir, porque la desigualdad en el ingreso y sus coletazos impactaran de lleno en la Seguridad Geopolítica y en los marcos éticos, por ello es más que imprescindible estudiar y regular el espacio virtual, caso contrario estaremos dando vía libre al uso inadecuado de la internet, dejando en manos de quienes solo la utilizan para delinquir, o en mayor nivel provocar caos en la población mundial.

 

Solo las ciudades inteligentes podrán sobrevivir, y el elemento clave para llevar adelante esto con éxito es el control del territorio en toda su conceptualización; la compresión de sus límites y recursos es fundamental para garantizar que el mecanismo evolutivo no se detenga. Estas deberán ser capaces de reconocer la realidad circundante y de relacionarse con ella, es decir ciudades conscientes de esta nueva etapa. Un ejemplo sería tomar medidas urgentes en: entender eco-sistemas de educación, identificar cuáles conocimientos y competencias serán necesarias, las brechas actuales y las que existirán en el futuro, hacer uso del Big Data para tener una constante retroalimentación entre las necesidades del mercado laboral y las instituciones de la educación, entre otras.

 

Existen tres razones por las que las transformaciones actuales no representan una prolongación de la tercera revolución industrial, sino la llegada de una distinta: la velocidad, el alcance y el impacto. La velocidad de los avances actuales no tiene precedentes en la historia, y este fenómeno se percibe ya en todos los países del mundo. Se basa, como dijimos, en sistemas ciber-fisicos, que combinan infraestructura física con software, tecnología digital de comunicaciones, es por eso que la internet de las cosas jugará un rol fundamental, ante este nuevo fenómeno mundial.

 

En el Foro de Davos realizado hace un año atrás, los académicos, al pronunciarse respecto a la industria 4.0, tenían ambiciosos proyectos en mente que hoy muchos de ellos son realidad: nanotecnologías, neurotecnologías, robots, inteligencia artificial, biotecnología, almacenamientos de energías, drones, impresoras 3D, entre otros que hoy ya son parte cotidiana de la vida de los seres humanos. Un ejemplo de ello en el área de la nanotecnologia, es la apuesta que se está realizando sobre un nuevo material llamado Grafeno, es una sustancia compuesta por carbono puro, con características realmente novedosas, su lamina de 1 M2 tiene un espesor de 0.77mm, es 200 veces más fuerte que el acero y 5 veces más liviano que el aluminio. En Suramérica, Brasil tomó la posta con el primer centro de investigación de este material en San Pablo y se encamina a poner en funcionamiento la primera industria de Grafeno en Suramérica.

 

Otro factor clave para que los países puedan sumirse de lleno en esta nueva revolución con posibilidades de éxito es la capacidad de innovación y adaptación, en palabras simples seria pasar de una economía de bienestar a una tecnología de bienestar. Pensar un nuevo contrato social es una imperiosa necesidad, principalmente para Latinoamérica, y dentro de los puntos claves y primordiales sobre los que debe girar es la inclusión social.

 

El futuro empleo estará hecho de trabajos que no existen, en industrias que usan tecnologías nuevas en condiciones planetarias que ningún ser humano ha experimentado. Si bien se avecinan tiempos tormentosos, la creatividad siempre va a ser irremplazable, y las habilidades blandas van a ser sumamente importantes en las nuevas tecnologías.

 

El Director del centro alemán de investigación de Inteligencia Artificial señaló que la robotización de la economía no significara una total desaparición de empleos, y agregó que “los robots tienen una gran capacidad lógica y de gestión del Big Data, pero la inspiración, la intuición y la creatividad quedan lejos de su alcance”.

 

Todas las cuestiones enunciadas precedentemente ponen en vilo a gran parte de la población mundial, y con razón porque aún se halla a la espera de las consecuencias de este ciber-modelo, del cual se espera las mejores respuestas a las demandas actuales. El entusiasmo no es injustificado, estas tecnologías representan avances asombrosos. Pero el entusiasmo no es excusa para la ingenuidad y nuestra historia está plagada de ejemplos de cómo la tecnología, pasa por encima los marcos sociales, económicos, legales, éticos y políticos, que necesitamos para hacer un buen uso de ella.

 

En el juego del desarrollo tecnológico, siempre hay perdedores. Y una de las formas de inequidad que más preocupa es la de los valores.

 

Es por ello que recomiendo la lectura un artículo que escribí el pasado mes de enero de este año en el sitio digital ALAI, donde hago mención a la imperiosa necesidad de tener más temprano que tarde un marco regulatorio del ciberespacio, porque en la actualidad la internet no cuenta sino con reglamentaciones precarias e inconclusas, con muchos baches a nivel mundial, contando solamente con un convenio-tratado al cual algunos países recién empiezan a suscribirse. Este vacío da lugar a delitos criminales cibernéticos, al abordar el tema de la cuarta revolución industrial que tratamos en este artículo se ve la necesidad de un marco regulatorio acorde a los tiempos actuales, que tenga como eje al ser humano sujeto de derechos y obligaciones, sin este marco la revolución será incompleta y solo para unos pocos, ensanchado aún más la brecha que hoy divide tristemente a la humanidad.

 

Resumiendo, la inteligencia artificial, la automatización, la realidad virtual y la robótica están aquí, y como lo expresé al comienzo del artículo avanzan a un ritmo astronómico, nada es permanente, ya que estamos evolucionando todos los días a un ritmo que se multiplica a perpetuidad. Pero tengamos en cuenta un dato muy importante: si trabajamos, nos adaptamos o innovamos y asumimos seriamente que el mundo cambió para siempre (los avances tecnológicos han creado más puestos de trabajos de los que se han destruidos) hoy en día hay una agenda de futuro muy atractiva e inspiradora.

 

La carrera tecnológica está en marcha, seamos artífices de ello, capital humano sobra, estemos a la altura de las circunstancias, y vayamos en busca de un futuro que cambie nuestra realidad por el bien de las nuevas generaciones.

 

Fuentes consultadas

 

http://www.ambientum.com/boletino/noticias/La-Cuarta-Revolucion-Industrial-tendra-lugar-en-10-anos.asp

 

http://www.bbc.com/mundo/noticias-37631834

 

https://www.infobae.com/circulo-rojo/2017/12/05/beliz-ni-tsunami-ni-arcoiris/

 

http://construirtv.com/que-es-la-cuarta-revolucion-industrial-y-como-afectara-nuestro-trabajo/

 

-Geopolítica de la seguridad en América Latina. Editorial Biblos. 2017. C.A.B.A. Argentina.

 

https://www.infobae.com/tecno/2018/03/23/7-claves-para-entender-la-cuarta-revolucion-industrial/

 

Dr. Mario Ramón Duarte

Abogado

Juez de Faltas – Corrientes – Argentina

Especialista en Derecho Municipal de Faltas y Contravencional

Investigador/Consultor Seguridad

Integrante Equipo Dossier Geopolítico/Cees

 

 

 

 

 

 

 

 

https://www.alainet.org/de/node/191868
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