"Este planeta nunca tuvo tantos sociópatas e idiotas en el poder", decía el cineasta finlandés Aki Kaurismäki, al recoger la medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes. Pero para que haya tantos idiotas en el poder, es que hay tantos idiotas que votan por ellos y que los mantienen ahí.

Vivimos la Society Fast, de la comida rápida, de la distracción rápida, del compartir rápido con la familia, etc. Todo es rápido. Nada es profundo, sentido, disfrutado, asimilado. Lo que interesa es pasar rápido por todo, creyendo tener todo, pero a la final no se tiene nada. Si observamos a las personas con sus "smartphones inteligentes", casi no se detienen en lo que miran, simplemente ven rápidamente algo, y pasan con su "dedo vital" a otra imagen o texto, y siguen, y siguen...

De vez en cuando se detienen y ven más en detalle, pero no terminan todo, sino que con un poco ya se contentan. Como hay tanto por mirar tienen que seguir moviendo el dedo vital para "no poderse nada". Cuando se detienen es para ver si hay algo divertido, algún entretenimiento, algo fuera de lo común; pero no para leer un texto, una crítica política, un análisis científico. Eso es aburrido, y todos repiten: La política es una porquería. Todos son unos corruptos. Todos son iguales. Las mismas historias de siempre. Ya sabemos que siempre será así y nada se puede hacer.

"Nada se puede hacer", es una frase que se repite constantemente en relación con la pobreza, la guerra, la destrucción de la naturaleza, el capitalismo, etc. Se ha impuesto la idea de que siempre hubo y habrá pobres, de que la violencia es innata en el ser humano, de que el hombre es depredador por naturaleza, de que el capitalismo es lo menos malo que ha inventado el ser humano, etc.

Y todo esto viene acompañado de ideas de que: Nadie te puede salvar. Solo tienes que confiar en ti. Todo depende de ti. Tú eres el único responsable de tu vida. etc. Es decir, una serie de criterios individualistas, que dejan toda la responsabilidad en el ser humano en particular. Como que éste no fuera parte de una sociedad y de un sistema que ha construido todo ello. Decir: "el ser humano es la especie más depredadora que hay", es un concepto individualista y enajenante, que pone la responsabilidad en la especie humana y no en el capitalismo, el generador y causante de todo ello. No son todos los seres humanos, son los hombres de los países industrializados o del primer mundo los que más contaminan y destruyen el planeta. Entonces, no es un problema individual o de especie, sino social y sistémico.

A esto, además hay que añadir al movimiento new age y alternativo, los que con buenas intenciones cuestionaron a la religión y toda la ciencia racionalista cartesiana, pero que también cayeron en la trampa del individualismo. El discurso autoayuda de "todo depende de ti", es un discurso neoliberal, un discurso de derecha, porque pone toda la responsabilidad en el individuo. Solo tiene que cambiar el individuo y ya todo se resuelve. Y eso es mentira, pues no todo depende del individuo inmerso dentro de un mundo social.

Por eso, la cantidad de frustrados, de decepcionados, porque no pueden cambiar. Amargados, que no le responsabilizan al sistema, sino a ellos mismos: de que no son capaces, de que no pueden cambiar, de que no pueden desarrollarse, de que no pueden crecer. El discurso "espiritual" es un discurso del individualismo y no de la sociedad o de lo colectivo, pues considera que lo social es de la política, pero como para ellos la política es sucia, solo cabe el individuo salvándose a sí mismo. Discurso perverso, y presentado como alternativo. Otra trampa más. De ahí, que hemos opuesto el discurso alterativo, como una forma de salida profunda a todo esto.

De dónde viene todo esto. Si nos ponemos a discutir con alguien sobre algún tema, nos va a soltar una serie de frases o conceptos cliché, es decir, de creencias que se han establecido como verdades, que la han aprendido rápidamente en las redes sociales, en la escuela o en la familia. No, porque hayan profundizado o estudiado críticamente algo, sino porque repiten mecánicamente lo que el sistema ha creado como verdades. Esta es la castración de la creatividad que produce este sistema y que ha generado tantos idiotas como nunca en la historia humana. Hay tantos idiotas en las redes sociales, repitiendo frases de cajón que la sociedad dominante los ha establecido como verdades absolutas.

Está comprobado que la generación digital es menos inteligente que las anteriores. Y si bien leer no es signo de inteligencia, pero sí ayuda, y ahora La gente lee cada vez menos, leen básica y rápidamente las redes sociales y nada más. A veces textos más grandes, obligados por presiones escolares o por compromisos estudiantiles, pero no porque realmente estén interesados en investigar. La mayoría solo quiere tener rápido el título, para pasar a vivir rápidamente todo lo que presenta la sociedad del entretenimiento o del espectáculo. Trabajar para tener dinero, para comprar lo más posible que trae la sociedad de mercado. Dinero para viajar, para divertirse y olvidarse del trabajo obligado, del trabajo que no gusta, pero que da dinero.

Quiénes van a leer este artículo. Pues muy pocos. Y quizás, no todos lleguen al final. Incluso, entre los que leen, como en mi propio caso, hay tanta información ahora que no se puede leer todo, y toca leer solo lo que uno quiere profundizar, y básicamente artículos que condensen criterios o temas, pues no se puede leer tantos libros y artículos. Paradójicamente, hay muchos escritores, pero que solo les leen unos pocos. Ahora, uno se deja llevar por los nombres que se han hecho o les han famosos, pero si es desconocido y puede escribir maravillas, pero como no le han hecho popular pasa desapercibido. Y solo con el tiempo es valorado.

A este paso, los idiotas van a ir aumentando, solo repitiendo conceptos creados, agachando la cabeza a un trabajo para tener el "maldito dinero", y aceptando de que así es la vida, de que la vida es una mierda y de que no se puede hacer nada. Los idiotas no pueden ver que la vida es el sistema creado, que si hubiera otro sistema, otra sería la vida. No quieren ver los noticieros, porque no les gusta la política. Pues, esa es la vida que nos está dando este sistema. Pero, el idiota convencido por el sistema no puede ver alternativas estructurales o alteridades, no puede creer en algo más. No tiene más utopías, sueños, pues según él, es realista.

Quién le ha convencido de esto. Pues, las propagandas de TV, la desinformación, y todo el discurso neoliberal. Ellos dirigen el mundo, estamos en una sociedad neoliberal, una sociedad rápida, una sociedad de idiotas. Se ha cumplido la profecía de Einstein, hemos llegado a la generación de idiotas o embobados por el sistema, al servicio del sistema.