Una verdadera salvajada la terapia que el imperialismo, sus socios de Bogotá, del grupo de Lima y de la ultraderecha fascista de los escuálidos realizan contra Venezuela y su pueblo.

El sabotaje cibernético al sistema eléctrico con los apagones de ciudades, de la industria, del gobierno, del transporte, etc., es un procedimiento demencial de guerra para barrer con el gobierno del presidente Maduro y con las conquistas populares alcanzadas por el chavismo revolucionario.

Este ataque apocalíptico es evidentemente una retaliación política para provocar la caída del Presidente Maduro, cosa que no lograran, en los términos que lo proclama Míster Pompeo, Guiado la marioneta y el delegado gringo para América Latina sacado de la gusanería de la Florida.

Pidieron el funcionamiento de una Mesa de diálogos y la misma, con el apoyo de Noruega y de otros actores internacionales, está funcionando de manera permanente en la isla de Barbados con avances políticos encomiables y de gran alcance haciendo efectiva la resolución democrática de los diversos conflictos que aquejan a la nación.

Pero todo indica que la presencia escuálida en Barbados es más una treta y un acto de simulacro que se quiere utilizar como cortina de humo por parte de los golpistas para profundizar en sus ataques al gobierno y el Estado soberano de Venezuela.

El apagón de ayer, el rearme de Bogotá con F16, la expansión del paramilitarismo en la Frontera de Cúcuta y las descaradas presiones del grupo de Lima y de la narcocancillería bogotana no emiten un mensaje alentador para la paz y la concordia.

¿Será que toda esta fatal andanada se orienta a un “apagón político” de Barbados para impedir que prevalezca la racionalidad política y el buen entendimiento entre los actores intervinientes en el los diálogos y negociaciones?

¿Definitivamente se pretende incendiar a Venezuela y desatar una terrible guerra civil con todas las nefastas consecuencias regionales que tal situación traería?

No luce muy favorable el escenario y todo indica que el imperialismo gringo y sus aliados se la juegan a fondo para desatar una oleada feroz de violencia para doblegar a la patria de Bolívar.

Por supuesto, no hay que dejar apagar a Barbados como un escenario que favorece la prevalencia de la Constitución, de la paz y los derechos de la población.