Algunos indicadores del golpe en Bolivia

15/11/2019
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Tras el golpe, la represión
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La comunidad internacional se encuentra debatiendo si lo que se ha ocurrido en Bolivia es un golpe de Estado o no. Desde Bolivia, tenemos la necesidad de enviar hacia el exterior los datos concretos que demuestran que efectivamente está en curso un Golpe de Estado que ha interrumpido el mandato constitucional del presidente Evo Morales.

 

En este marco, resulta importante explicar que lo que el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, señaló como la evidencia más fehaciente del golpe, vale decir el "pedido" del Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, al presidente Evo para que renunciara a la presidencia, no es el indicador más importante al respecto. Aunque hay que reconocerlo también, que por sí sólo, ese indicador ya demuestra que lo que ha ocurrido es un golpe.

 

Más importante aún, como indicador de golpe de Estado, es la masacre que está ocurriendo en estos momentos, ante la resistencia que han decidido interponer diversos movimientos sociales al golpe de Estado. Hasta el momento, circula como dato referencial, la muerte de entre 8 a 10 personas en los enfrentamientos con la policía y el ejército. Varias de estas víctimas serían producto de heridas de bala. Se tiene entonces un régimen supuestamente provisional, que para consolidarse está cometiendo una masacre. ¿Qué más se necesita para determinar que efectivamente hay golpe?

 

Para aquellos, a quienes esta evidencia palpable, no sea suficiente, aquí va otro dato: La masacre está siendo sistemáticamente ignorada por los medios de comunicación, que se han alineado al discurso del nuevo gobierno, que pretende por todos los medios posibles ocultar esta realidad, desvirtuando de este modo, la tan cacareada libertad de prensa. La situación, sin embargo, ya no es la de los años 70, del militarismo, en el que acallando a los medios se podía ocultar las monstruosidades cometidas por los golpistas. Hoy existen redes sociales, por las cuales nos enteramos de lo que ocurre. Así también, la televisión por cable, ha dado lugar a que la prensa extranjera pueda ofrecer a los bolivianos, los testimonios de lo que está pasando. La respuesta del nuevo régimen golpista, al más típico estilo de las dictaduras del pasado, es acusar de sedición a todo lo que se le oponga. En este marco, el portal de Carasycaretas del Uruguay ha reportado que periodistas argentinos de "Todo Noticias", "Telefé" y "América 24" tuvieron que recurrir a la protección de su embajada ante la represión ejercida contra ellos por las fuerzas de seguridad del régimen de facto.

 

Así, la represión contra los "sediciosos" es otro de los indicadores del golpe. En este marco, las fuerzas represivas golpistas comienzan a llenar las cáceles con los que se les oponen. Obviamente, no existen datos al respecto, pero por las redes sociales, se sabe que uno u otro compañero ha sido detenido. En este marco, es muy ilustrativa la declaración que hizo el nuevo Ministro de gobierno Arturo Murillo ante la prensa, minutos después de que fuera designado en el cargo. Refiriéndose al que fuera Ministro de la Presidencia Ramón de la Quintana y al hermano del vice presidente, Raúl García Linera, dijo: "¡que comiencen a correr!", al más puro estilo de las dictaduras fascistas y militares de la década negra de los años 70.

 

Por todos estos datos breves, de ninguna manera exhaustivos, sino sólo indicativos, se puede concluir que el golpe de Estado está en curso. Sectores populares de la población boliviana lo están resistiendo. Esa resistencia, en sí misma, es a su vez otro indicador del golpe.

 

 

https://www.alainet.org/de/node/203291
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