Argentina tiene una nueva oportunidad para redistribuir su riqueza
- Opinión
La economía Política no es una ciencia de cálculo; es una ciencia moral
J. C. Sismondi
Alberto Fernández acaba de tomar posesión de la Casa Rosada, pero Macri dejó empeñado el futuro de los argentinos. La deuda externa argentina llega a un nivel nunca visto. Macri siguió la misma política de préstamos que Martínez de Hoz/Menem- Cavallo, pero logró superarlos en endeudamiento.
Es criminal que, en 2017, cuando Macri ya sabía que perdería las venideras elecciones, acelerase el ritmo de endeudamiento y ese año aumentó la deuda en US$ 5.433.337, millones cifra igual a un 10% del PIB.
El propósito evidente era dejar a su sucesor atado, sin medios, con un pesado collar de deudas al cuello, para asegurar así que Argentina se hundiera con esa deuda y sobre todo que el próximo gobierno argentino continuase sometido a las políticas que le dicten desde Washington.
La libertad del nuevo gobierno está limitada porque, para colmo, tiene una precaria mayoría en el Congreso.
La deuda externa argentina, en diciembre del 2019, cuando entregó Macri, sumaba la astronómica cifra de 277.921 millones de US$. Cuando el PIB (2018) argentino es de US$ 519.049.millones.
Quién le haya prestado a Macri semejante cifra onerosa es aún más responsable de un default argentino que la Argentina misma; porque esa deuda supera la previsible capacidad de pago de la Argentina administrada por Macri. El haber continuado a prestarle fue un acto cómplice e irresponsable, de evidente mala fe; porque hay una vieja política del mundo financiero internacional que persevera, una y otra vez, en endeudar a los futuros argentinos. Una gran deuda externa argentina es algo ya tradicional, pues la guerra de independencia fue financiando una deuda con Inglaterra. Por ello, a veces parece que la entera clase política de Argentina sufre de una adicción colectiva al endeudamiento exterior.
El descontento con las medidas de ajuste y austeridad que el nuevo gobierno se supone que deberá imponer, para pagar las deudas contraídas por Macri se supone que causarán descontento y estorbarán un regreso exitoso del peronismo al poder. Con plena conciencia de la situación financiera de la Argentina, el Presidente Fernández ya anunció que su política será dar prioridad al bienestar nacional y que sólo después de reequilibrada la economía nacional se ocupará de los acreedores.
La legitimidad de la deuda contraída por Macri debe ser cuestionada, porque quién presta a un cliente insolvente es más responsable de la falta de pago que el deudor.
Postergar los pagos de deuda externa para cuando Argentina crezca de nuevo y genere divisas es un programa razonable que supone un rechazo implícito de las recetas del FMI en política económica, porque con ellas es imposible lograr crecimiento o el bienestar de la mayoría. Diferir los pagos para conseguir solvencia es sensato pero choca de bruces con la praxis del FMI y del mundo financiero internacional, que siempre apremian. Hay que ignorarlos, porque, para pagar siempre se está a tiempo.
El regreso a la Casa Rosada de un Presidente peronista, después de 65 años del golpe militar que derrocó al padre del peronismo, marca un hito en la Historia Argentina. Desde aquel golpe militar (1955) no hubo estabilidad política ni económica en Argentina .Cada nuevo gobierno caía en las trampas del endeudamiento.
Se devaluaban, una tras otra, las sucesivas denominaciones monetarias del peso argentino; enriqueciendo así en pesos a los dueños de capitales fugados al extranjero, pero esas devaluaciones robaban y empobrecían a todos aquellos argentinos con ingresos y ahorros en pesos. Una situación económica muy provechosa para las empresas extranjeras y los exportadores en general.
Esa política financiera absurda, pero perseverante mantuvo por años la desigualdad en la distribución de la riqueza que generaba el trabajo de los argentinos, que, sin embargo, continuaban generando riqueza, que igual se iba del campo para acumularse en bancos extranjeros. Porque las monedas argentinas no daban confianza.
Aquella creciente desigualdad mantuvo siempre vivo el recuerdo de Perón y de sus políticas para una distribución equitativa de la inmensa riqueza de Argentina.
Perón, Sismondi y las reuniones Paritarias
Las Paritarias eran foros presididos por el gobierno, y organizados por sectores, en que asociaciones empresariales discutían con los sindicatos respectivos los salarios y otros asuntos relacionados con la productividad y crecimiento estable del sector productivo en que ambos, trabajadores y empresarios, tenían un interés común.
Perón procuró una política de concertación de los sindicatos con las asociaciones patronales en búsqueda de la Paz Social y la prosperidad nacional. Esa política disgustaba por igual a los patrones que obtienen su beneficio de la plus-valía del trabajo obrero y a aquellos políticos que piensan ascender al poder catapultados por la confrontación social violenta. Creo que hay coincidencia entre la política conciliadora de Perón en la doctrina para repartir la riqueza de Sismondi cuyos Nuevos Principios de Economía Política señalan principios económicos y sociales del gobierno en distribución pacífica de la riqueza. Sismondi fue quien primero habló de lucha de clases y abogó por evitar conflictos mediante una concertación basada en los intereses comunes que compartían los distintos factores que intervienen en la actividad productiva y tienen interés en la prosperidad del propio sector.
Fue Sismondi quien descubrió que el pago de buenos salarios es una medida económicamente sabia para la prosperidad general.
Porque como los salarios son la única renta nacional que se gasta íntegramente en consumir, mientras mejores los salarios mayor crecimiento del mercado y de la actividad económica (Maynard Keynes desarrolla este tema en su Teoría General)
Sismondi fue el primer pensador en preocuparse por la distribución de la riqueza entre la población. También el primer autor (1819) en denunciar los vicios de la doctrina liberal de David Ricardo (1917).
Es probable que Perón o sus asesores lo conocieran, porque era bien conocido en la Argentina del siglo XIX (Sarmiento lo menciona).
Diferencias estructurales en la repartición de la riqueza argentina
En Argentina hay mucha riqueza, se produce en el campo pero se concentra en Buenos Aires. Por ello a finales del siglo XIX, Buenos Aires tenía ya tanto prestigio, opulencia e importancia; como para contratar al Barón Eugène Haussmann el urbanista más célebre de su época, el arquitecto que renovó Paris (1853-1870) para que hiciese el plan urbanístico de Buenos Aires.
Es así como, Buenos Aires tiene un parecido con Paris. Ambas muestran el estilo de Haussmann: avenidas diagonales y gran avenida central muy ancha (Av.9 de julio) o (Campos Elíseos) que conectan los poderes republicanos; aptas ambas para ostentar desfiles militares.
También Buenos Aires fue la primera en América en lucir un rascacielos en Art Decó (Torre Kavanagh) el tipo de Arquitectura que inundaría a todas las principales ciudades norteamericanas en los años del 1920.
El Teatro Colon de Buenos Aires era uno de los escenarios donde se consagraban y se consagran artistas de proyección mundial.
El Metro de Buenos Aires fue construido en la misma época que los de Paris, New York y Moscú.
Son las exportaciones agrícolas las que tradicionalmente han equilibrado el comercio exterior de Argentina. Cuando sumamos toda la cadena de valor agregado que llevan las exportaciones agrícolas, su valor está cercano al 20% del PIB argentino.
La fuerza laboral argentina es de 17,5 millones de los cuales cerca de ½ millón trabajan en el campo. Es evidente que la repartición de salarios se concentra en la Capital.
Perón intento repartir riqueza también a las provincias instalando en ellas la infraestructura industrial que comenzaba a perfilarse al momento de su derrocamiento.
Después de Perón, el único que cumplió con el propósito de liberar la economía argentina del peso de las deudas y distribuir riqueza fue Néstor Kirchner, pero murió muy poco después de comenzar a plasmar esa intención.
La estabilidad política y económica de Argentina sólo puede lograrse con una equitativa repartición de la riqueza, una tarea que siempre ha sido una tarea pendiente de la política argentina desde la época de Rosas.
Esa mala distribución de la riqueza es el gran obstáculo para consagrar a la Argentina como como el país de referencia para Hispano-América en el tema de desarrollo económico e y florecimiento cultural.
Argentina, a comienzos del siglo XX, ya parecía instalada en ese rol y así fue considerada como el único país desarrollado de la América Hispana y luego el único país americano con una doctrina autóctona para política económica y coordinación social que sostenga la soberanía política; con participación institucional de todos los sectores, una percepción fugaz de su propia realidad que duró hasta el derrocamiento de Perón.
Desde entonces, aquel rol ejemplar le resulta esquivo por el servilismo de su clase política cuya aspiración es ser aceptada en los salones de Londres, Paris o Washington. Eso sucede en parte porque la clase empresarial de Buenos Aires es educada con un espíritu subalterno, que mira obediente y se orienta, a pesar de su identidad cultural europea, a servir deslumbrada las modas e intereses del mundo anglosajón.
Argentina tiene personalidad, raíces y tradiciones propias, que en nada son inferiores a las de los otros países del Viejo o el Nuevo Mundo.
Buenos Aires es una ciudad única que está viva todo el día, la ciudad donde la gente visita librerías a las 3 de la mañana cuando sale de los espectáculos nocturnos.
De Argentina nació el Peronismo que es la única doctrina política elaborada en un país de América. Una idea nueva y original. Nacida de América Latina y apta para resolver sus problemas, su potente objetivo es la reconciliación y la paz social, un tema que sigue teniendo vigencia. Por ello el Peronismo sigue siendo popular después de décadas de guerra mediática nacional e internacional para desacreditarlo.
Lo más impresionante del peronismo es su popularidad transversal entre las distintas clases sociales entre el medio urbano y el medio rural, en toda Argentina, desde el ángulo que se la mire.
Creo que la doctrina y práctica del Peronismo debiera ser estudiada y analizada en las facultades de Ciencias Políticas como una opción moderna y exitosa; que remplaza la tesis de lucha de clases por una de colaboración nacional auspiciada por los gobiernos para la búsqueda de un bienestar nacional y una Paz Social.
El Peronismo está lejos de las teorías que entienden la repartición equitativa de la riqueza como el quitar propiedades a unos para darlas a otros; eso sería re-distribución de capitales y no de la riqueza; porque riqueza es lo que surge de la colaboración del capital con el trabajo. La riqueza son los bienes y servicios producidos que fluyen hacia un mercado donde se intercambian, por intermediación del dinero.
Los servicios públicos suelen ser monopolios de Estado que por lo tanto no se transan en un mercado, pero su buen funcionamiento es indispensable para el bienestar general e interesan y afectan al conjunto del aparato productivo nacional, porque su objetivo es servir a una población dada, es así como su éxito no se mide por la ganancia que generen al Estado sino por su calidad y cobertura. Esos objetivos que buscan el bienestar y la seguridad social están a las antípodas del liberalismo de David Ricardo, quien entroniza la Codicia como una virtud bienhechora porque la competencia entre codiciosos genera beneficios indirectos a la sociedad, porque el mercado ofrece mejores precios.
Max Weber encontró en el Calvinismo el origen de esa ética cuya idea oficial de repartición de la riqueza es por derrame, como decir que el pueblo coma de los mendrugos que caen de la mesa de los ricos.
Litio
Hay otra manera de repartir más riqueza y es desarrollando nuevos recursos.
Argentina hasta ahora ha sido un país eminentemente agrícola, como consecuencia de sus fértiles llanuras y su variedad de climas.
El mundo atraviesa en este momento un cambio tecnológico crucial. Así como el motor de combustión interna remplazó la máquina de vapor movida con carbón. Este es el preciso momento en que el motor eléctrico va a remplazar a los motores a combustión interna.
El motor eléctrico tiene a su favor que es más simple, barato, más liviano y sin contaminación. Pero para poder utilizarse con autonomía necesita baterías recargables de larga duración. El Litio es el metal escaso indispensable para elaborar esas baterías. En el Noroeste de Argentina hay grandes yacimientos de Litio; como también los hay en el noreste de Chile.
El golpe contra Evo en Bolivia está vinculado a los grandes yacimientos de Litio boliviano. Estados Unidos es el gigante de la Época del Petróleo. Su Hegemonía está muy ligada al uso de hidrocarburos como combustible. Desde que el Dólar abandonó el Patrón oro (1973), su aceptación como moneda se basó en algo parecido a un Patrón Petróleo. Como, al dejar el patrón oro, Estados Unidos pactó con los países de OPEP para que el petróleo se cotizase solo en dólares y sólo se aceptase US dólares como medio de pago y seguir así emitiendo dólares sin fondos. Por ello Estados Unidos no tiene ningún interés en que el motor eléctrico remplace al motor de gasolina.
Es por esa razón que una de las primeras acciones del gobierno títere que gobierna Bolivia después de Evo, fue cancelar el contrato a una firma alemana que estaba asociada con una empresa pública boliviana en la explotación del Litio.
Argentina deberá revertir las concesiones para extraer Litio que el gobierno de Macri otorgó a empresas norteamericanas y canadienses que están expuestas a presiones de Washington.
Como Argentina tiene suficiente cultura tecnológica, tal vez pudiera desarrollar una industria argentina de baterías de larga duración, como es probable que la tecnología para producirlas incluya varias patentes; puede convenir que la empresa argentina se asocie con empresas europeas y asiáticas que ya están adelantadas en la ciencia y tecnología de esa industria. Europa y China no tienen petróleo ni controlan su comercialización mundial y eso, junto con preocupaciones ambientales, es una razón para estar interesadas en anticipar la entrada del futuro mundo movido por electricidad.
Almería 14/12/2019
- Umberto Mazzei umbertomazzei2@gmail.com
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