En esta serie de reflexiones que iremos haciendo sobre la Renta Básica (RB), y demás conceptos como veremos más adelante, haremos una muy breve referencia, a algunas reflexiones realizadas por uno de sus principales defensores Daniel Raventós y lo que para nosotros es un punto ciego de la propuesta de la RB en materia de igualdad de género. Por una cuestión de contextualización, para aquellas personas que aún el tema es desconocido, a pesar del bombardeo mediático, haré una referencia introductoria, muy sucinta, sobre sus orígenes y principales defensores. Finalmente abordaremos el ineludible tema de igualdad de género en el discurso, y la puesta en práctica, de la RB.

El discurso de la Renta Básica Incondicional Universal (RBIU), Salario Garantizado (SG), Renta Garantizada Ciudadana (RGC), Renta Básica (RB), Ingreso Básico Universal (IBU), entre otros, adquiere en los últimos meses, de caos global, protagonismo.

Para las redes de opinólogos, periodistas, twitterxs e influencers sobrevivientes del anquilosado macartismo quizá les sea mentalmente saludable relajarse e intentar respirar sin la poco ruborosa caviarparanoia ó trasnochada rojoparanoia y reconocer que el tema de la RB ha pasado – desde sus orígenes - por una pluralidad de defensores que distan muchísimo de ser caviares ó rojos.

Dentro de  los más representativos se encuentran: el fundador de la Red Europea de Renta Básica (Basic Income European Network , BIEN) Philippe van Parijs y Robert van der Veen, propusieron la RB como Una vía capitalista al comunismo ó Milton Friedman el cual en el Capitalism and Freedom propuso el  subsidio o renta garantizada para todos los ciudadanos sin ingresos o con ingresos por debajo de algún nivel mínimo.[1] Y, por si estos ejemplos no fueron claros sobre las bases, nada caviares, ni rojizas, sobre los orígenes de la RB, Richard Nixon, responsable intelectual del derrocamiento militar del gobierno democrático de Salvador Allende, y responsable intelectual y operativo, junto a su secretario de Estado, Henry Kissinger, de la arremetida neoliberal en la región, fueron defensores de la RB en los EE.UU.[2] 

Por otro lado, y desde el otro lado del charco ideológico y político, citamos a unos de los académicos más representativos de la RB, Daniel Raventós,[3] presidente, de la asociación “Red Renta Básica”, que es la sección española - Red Europea de Renta Básica (Basic Income European Network) - de la organización internacional de Red Global de Renta Básica (Basic Income Earth Network, BIEN) constituida el 5 de febrero de 2001.

Entre los actuales defensores solo citar al Papa Francisco, al fundador de Facebook Mark Zuckerberg y al vicepresidente del Banco Central Europeo Luis Guindos quien señaló: es tiempo de pensar en una renta básica universal frente al abismo económico sin precedentes que plantea la crisis sanitaria del coronavirus. Concluyendo la cita de sus principales defensores tenemos a los integrantes al Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF), también llamado Foro de Davos, meca de la economía mundial.

En la actual coyuntura internacional, donde la pandemia ocupa nuestra principal atención, sin soslayar otros temas que intencionalmente se mueven, y remueven, en la sombra, han salido a la palestra diferentes iniciativas de RB ó BU los cuales se presentan, sin ser RBIU, como apoyo solidario para los sectores más vulnerables de la sociedad como el rubro de personas desempleadas e informales. 

Sólo por citar un ejemplo, el propuesto por la organización política Movimiento Nuevo Perú, por medio de la lideresa Verónika Mendoza Frisch, quienes proponen un Bono Universal (BU) de 1000.00 soles (274.26€, US$302.00),[4]  para quienes no reciben sueldo. Propuesta que surge como alternativa al insuficiente bono de 380.00 soles (102.6€, US$114) propuesto por el gobierno peruano.[5]

Entrando en materia, por lo observado en redes, no son muchos los que hacen enfoques – sobre RBIU - en trabajo infantil, mujeres trabajadoras del hogar y sexuales,[6] migración informal ó en materia de género.  

En el caso del sector de mujeres trabajadoras del hogar, Ana Bardají hace mención a un interesante artículo de Daniel Raventós en el cual no sólo propone como renta básica 1000€ sino enfatiza la urgente necesidad de visibilizar sectores vulnerables como el de las mujeres trabajadoras del hogar.

Como muchos sostienen la pobreza tiene rostro de mujer. Tenemos claro que las brechas económicas, resultado de alicaídas estructuras inicuas y agonizantes, no podrán ser resueltas por paliativos como las RB o BU pero seguramente si resuelve el problema en lo inmediato.

Desigualdad e injusta realidad que nos escupe históricamente, sin mascarilla, en cara. Escenario en donde la vida está en juego y son las mujeres, en el amplio abanico de géneros que las representa, que no deben ser entendidas implícitamente. No existen vidas implícitas ni semántica, cultural, económica o políticamente hablando. La vida es un hecho explicito. Al hacerla implícito se la sepulta en anónimas e indignas fosas comunes como cunde en estos días.[7]   

En palabras de Sara Berbel y Carme Porta: la ONU en sus informes, la pobreza es femenina ya que siete de cada diez pobres que hay en el mundo son mujeres. El género resulta, por tanto, determinante, a la hora de hablar de la exclusión social ya que es un elemento estructurador de la sociedad en todos sus ámbitos: económico, social, religioso y político.[8]

Para Raventós: Las malas condiciones en los trabajos de servicios afectan a los entornos familiares de las empleadas, siendo en muchos casos estas mujeres las únicas adultas en familias monomarentales donde un solo salario tiene que dar para todo y en un mundo laboral pensado para personas que no cuidan.

El texto de Raventós enfatiza la urgencia de una regulación económicamente equitativa con el sector de mujeres trabajadoras más aún cuando el actual gobierno español se autodefine como feminista:

Aún sin renta básica, son muchas las mujeres que sacrifican su independencia económica para cubrir necesidades de cuidados. ¿No es feminista preocuparse también por su autonomía, por su existencia, por sus condiciones materiales de libertad? […]Universalizar una renta básica, ahora de cuarentena, mañana como derecho constitucional, debería de ser un objetivo claro para un gobierno que se considera feminista: son mujeres quienes se encuentran en mayor situación de precariedad y van a verse económicamente más golpeadas por la crisis, son mujeres en la mayor parte de los casos quienes están lidiando solas contra el colapso con hijas o hijos a cargo, son mujeres las que tiene peores pensiones y mujeres son las que tiene peor capacidad de ahorro para hacer frente a imprevistos, y son muchas las mujeres que dependen materialmente de su pareja masculina.[9]

No obstante que el artículo, y propuestas de Raventós,[10] van a la vanguardia en materia de redistribución monetaria a favor, no sólo del discriminado sector laboral, sino del ser humano en general hay un detalle el cual considero es aún punto ciego en la discusión sobre Renta Básica o Garantizada: la pluralidad de género (LGBTQIA).[11]

Lamentablemente, lo sostenido por Raventós, es de perfil heteronormativo. Esta limitación del análisis presenta la relación mujer-varón como la medida referencial de la situación de la mujer trabajadora a no ser que existan escritos posteriores que superen la explicita semántica heteronormativa.

A estas alturas sabemos que la situación de exclusión y marginalidad económica y laboral es independiente al sexo, género, religión y etnia. De allí que la formulación de la RB tendría que sentar solidas bases, desde su marco teórico, sobre las diferentes tipologías de los sectores beneficiados. Aunque la “universalidad incondicional” de la RB comprende todos los segmentos de la sociedad sería recomendable siempre poner el punto en la íes con respecto a la tentación a invisibilizar sujetos de derecho como en el tema de equidad, igualdad y diversidad de género.[12]