Honduras: Apertura “inteligente” de la economía en plena pandemia

22/06/2020
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Foto en vida del doctor Alexis Reyes, que perdió la vida por el Covid-19
Foto: La prensa.hn
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Hay que convivir con el Covid-19, pero no con un respirador artificial o con un costal en el lomo”

Leandro Castillo, humorista paceño

 

Honduras quedó atrás en la lucha contra el COVID-19, no solo en la aplicación de pruebas rápidas y PCR, entrega de resultados y protección al personal de salud, especialmente médicos y enfermeras, sino en la disminución de impactos negativos en la economía e ingresos monetarios de las familias. En el Departamento de Cortés y municipios del Distrito Central, no se tenía confianza en las pruebas rápidas ya que, a falta del recurso humano calificado, se creía que la población no estaba consciente de su importancia para la detección temprana del virus. Mientras que, en otros países de la región, como El Salvador y Guatemala, desde el inicio se aplicaron dichas pruebas para tener información más confiable sobre el comportamiento del COVID-19, el país seguía dependiendo de uno o dos laboratorios para aplicar pruebas PCR.

 

Estas pruebas PCR, no estuvieron disponibles en las cantidades requeridas, y hoy incluso existe un déficit. A ello se suma el retraso en las entregas de casi 15 días, lo que no permite saber cual es el comportamiento del virus en tiempo real. De acuerdo a epidemiólogos, los retrasos pueden sumar solo en el Distrito Central unas 3,000 pruebas no entregadas a tiempo. Y este es un problema que amerita un solución efectiva y pronta, en tanto los pacientes no son confirmados como pacientes COVID-19 y las pruebas pueden dañarse o perderse.

 

Mientras esto sucede, en los últimos días han muerto tres (3) galenos por Covid-19, lo que preocupa al Colegio Hondureño Médico (CMH), en tanto cuando esto sucede no solo evidencia la falta de protección al personal de salud con equipo de bioseguridad, sino que la pandemia ha entrado en una fase donde los principales actores en la lucha contra el virus están muriendo.

 

El gobierno de la República a través del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER) aceptó la propuesta de la Mesa Multisectorial que integran representante del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), las Universidades, Maquiladores, Asociación de Municipios de Honduras (AMHON), Medios de Comunicación, Iglesias, entre otras, para una reapertura de la economía según el grado de incidencia de Casos Covid-19 por departamento y Regiones. En las regiones donde el grado de incidencia es menor, la apertura es mayor, y cuando la incidencia es mayor, caso de Tegucigalpa y San Pedro Sula, la apertura es menor. Esta apertura se refiere a la contratación de empleados por las empresas que deben presentarse a laborar, igualmente el número de empleados públicos. En la Región 3, donde se encuentra la mayor parte de los casos Covid-19, la apertura es de 20%, o sea que del total de empleados que laboran en la empresa, solo podrán presentarse a trabajar el 20%.

 

“Están exceptos de la reapertura los siguientes comercios en todo el país: transporte público urbano e interurbano, bares, discotecas, cines, gimnasios, teatros, eventos deportivos, centro de convenciones, aeropuerto, centros educativos en sus niveles de primaria, secundaria y superior; así como reuniones en casas particulares de más de 10 personas. Los SINAGER regionales deberán estructurar comité de vigilancia para el cumplimiento de esta disposición, con excepción de la región 3 donde la vigilancia y control de lo antes dispuesto se llevará a cabo por los órganos de fiscalización de la Policía Nacional y la Secretaría del Trabajo y Seguridad Social”. (El Ocotal, 4 de junio de 2020).

 

La apertura “inteligente” de la economía respeta el confinamiento decretado por el gobierno, donde las personas pueden salir de sus casas según el último número de la tarjeta de identidad, empezando por la terminación 1, hasta la terminación 0, es decir que una persona puede salir cada quince días, ya que los sábados y domingos hay cuarentena o toque de queda total. Se permite que una persona, principalmente de la tercera edad, puede circular con un acompañante para trámites en bancos y farmacias.

 

Esta propuesta ha sido cuestionada por organizaciones de sociedad civil. Para técnicos del Foro Social de la Deuda Externa (FOSDEH) debió esperarse el aplanamiento de la curva para tomar una decisión de este tipo, aunque se reconoce los problemas de falta de ingresos de las personas por la falta de trabajo y ventas, especialmente aquellos ligados al comercio y servicios. El problema es que se sabe muy poco acerca de cuándo será ese aplanamiento ya que todavía no se tienen datos sobre pacientes COVID-19 en tiempo real, lo que implica eliminar de urgencia la mora que se tiene en la entrega de pruebas PCR.

 

La apertura “inteligente” de la economía no consideró la dinámica del COVID-19 a nivel nacional, donde se evidencia un aumento acelerado de casos en regiones consideradas de baja incidencia, atribuido a la falta de información de las autoridades de salud para la no aplicación de pruebas rápidas y PCR en los departamentos y municipios de estas regiones, la insuficiencia de recursos de los hospitales y centros de salud para atender estos pacientes, y, sobre todo, su relación en cuanto a empleos y comercio con aquellos donde se encuentra el epicentro de la pandemia. Para el caso, departamentos como Comayagua y la Paz han visto aumentados los casos Covid-19, y una explicación es su relación con Tegucigalpa, San Pedro Sula y Choluteca.

 

Los municipios del Distrito Central, sobre todo la ciudad capital, en la última semana ha visto un aumento acelerado de casos COVID-19, y está próximo a convertirse en el nuevo epicentro de la pandemia superando al Departamento de Cortés. Además de los factores explicativos como falta de pruebas rápidas, retrasos en la entrega de pruebas PCR, saturación de hospitales y poca recepción de la población a las medidas de control y contención del virus, destaca el mayor impacto del COVID-19 en los ingresos de asalariados y aquellas personas que dependen de la venta de productos y prestación de servicios en el comercio informal. La informalidad de Tegucigalpa es mayor que en el resto del país, y gran parte de la población vive de lo que logra vender o recibir al día, no de un empleo en maquila como en la zona del Valle de Sula. Este contingente de población capitalina tiene que salir a buscar el sustento de su familia, desafiando la cuarentena y prohibiciones por el no uso de mascarillas.

 

Foto: La prensa.hn

 

Frente al aumento de los casos Covid-19, sobre todo en la ciudad capital, el gobierno decidió congelar la apertura en 20% y no avanzar a la fase de 40% de apertura hasta finales de junio y mientras la curva se aplana, igual sucede con los empleados públicos donde varias de las instituciones volverán a cerrar la atención al público. Para el alcalde municipal de Tegucigalpa y miembros del Foro Nacional de Convergencia (FONAC), convertido en un veedor social patronal, el foco de contagio son los mercados, principalmente el mercado de mayoreo Zonal Belén. La solución es que, a partir de viernes 19 de junio de 2020, los principales mercados del país serán cerrados hasta nuevo aviso. Esto no resuelve el problema en tanto los mercados son los centros de operación de la economía informal, pero, además, caso del mercado mayoreo, el centro de convergencia de productores, comerciantes, vendedores minoristas y pulperos. Desde ya, los vendedores empiezan a utilizar las calles y avenidas de la ciudad de Comayagüela, para poder vender sus productos y obtener el ingreso monetario de sustento diario.

 

Igualmente, en respuesta a una demanda de un periodista de un influyente medio televisivo, el gobierno decidió integrar equipos de campo para ir casa por casa y detectar posibles portadores del virus, y entregar el protocolo de medicamentos MAIZ (microdacyn, azitromicina, ivermectina, zinc) para aquellos que han sido confirmados. En complemento, fortalecer los llamados centros de recepción de pacientes que muestran síntomas y poder remitir a hospitales públicos aquellos que enfrentan un agravamiento para que se les aplique la PCR.

 

La Mesa Multisectorial, donde hacen falta el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), el FOSDEH, Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD) y las organizaciones de mujeres, ha evaluado a través del Comité de Vigilancia esta apertura inteligente. Algunas de las recomendaciones son las siguientes:

 

a) Mantener la progresión laboral inicial del 20% en la zona 3, 40% zona 2 y 60% zona 1 en forma efectiva hasta el lunes 29 de junio

 

b) Control estricto en la salida del 20% efectivo del personal laboral autorizado para la región 3, 40% para región 2 y 60% para región 1, verificando que los salvoconductos autorizados sean estrictamente para acudir a sus sitios de trabajo;

 

c) Fortalecer la capacidad hospitalaria en: espacios, equipamiento, insumos necesarios, protocolos de gestión hospitalaria y recurso humano, según reportes periódicos del Comité de Vigilancia;

 

d) Aumentar en la zona 3, en forma urgente, los centros de triaje con ambulancia en puntos cardinales y zonas con mayor incidencia de casos Covid-19;

 

e) Desarrollar de inmediato un plan de fortalecimiento de la red sanitaria en todos los departamentos que comprenden la región 2 contemplados en el plan de reapertura económica y social;

 

f) Que se incremente el número de pruebas de PCR y que haya un aumento sostenido y continuo en el número de pruebas realizadas hasta lograr superar al menos la realización de 2000/día;

 

g). Crear una instancia para la vocería oficial de esta Mesa Multisectorial integrada por los ciudadanos Alden Rivera Montes, en representación del COHEP, Francisco Herrera Alvarado, rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y Omar Rivera Pacheco, director del FONAC, así como por un representante de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica y un representante de la Confraternidad Evangélica de Honduras. (declaración N.003-2020, de 19 de junio 2020).

 

Las cifras publicadas por SINAGER muestran que Honduras al 19 de junio de 2020, tiene 11,258 casos confirmados con Covid-19, de los cuales han fallecido 349, con una tasa de letalidad de 3.1%. Los departamentos de Cortés y Francisco Morazán son los más afectados. En Cortés los casos suman 5,674, un 50.3% del total, y en Francisco Morazán representan 33.1%, pero se espera que aumenten más en las próximas semanas. En el departamento de Cortés la tasa de letalidad es de 4.1%, y para Francisco Morazán de 1.8%, pero hay denuncias de un subregistro, en tanto varias de las muertes no son reportadas y en otras se aduce que no fue por COVID-19, aunque presentaron todos los síntomas previamente.

 

Es muy importante que el fortalecimiento del sistema de salud empiece en la base, o sea en las comunidades, municipios, departamentos y regiones de salud. Se necesita contratar más personal de salud, y fortalecer la atención primaria y hospitalaria en las áreas y regiones. En lo económico, es recomendable una solución a los vendedores de los mercados y comercio ambulatorio informal, ya que el “saco alimentario” entregado por las FFAA resultó insuficiente y todavía el dinero en el bolsillo de las personas anunciado por el Ministro de Trabajo no llega. Un nuevo mercado de mayoreo en las afueras de la ciudad capital se viene proponiendo como solución desde hace 30 años, pero la alcaldía municipal sigue sin poder concretar el proyecto para el cual hay financiamiento externo.

 

Honduras no puede forzar una apertura de los negocios e instituciones públicos cuando no se sabe cuándo se podrá empezar a ver el descenso en los casos Covid-19 sin retraso en las pruebas rápidas. Se estima que ello suceda a finales de julio, por lo que las pruebas con retraso deben ser entregadas en estas semanas.

 

Necesitamos aprender de otros países de la región, que como el caso de Costa Rica ha podido llevar en forma gradual el control de la pandemia. Este país reporta al 19 de junio 2,058 casos confirmados y 12 muertes, con una tasa de letalidad de 0.58%. Son evidentes las fortalezas del sistema de salud y control de la corrupción, pero además la integración de actores en la estrategia nacional de combate al Covid-19. No debe excluirse a nadie, mucho menos aquellos que manifiestan un desinterés económico o político al proponer soluciones para el control efectivo y rápido del Covid-19, apertura y recuperación planificada de la economía para 2021.

 

Tegucigalpa, DC, 21 de junio de 2020

 

 

 

 

 

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