“Asumiremos con mucha más fuerza y potencia la integración regional de nuestra América Latina y el Caribe”, señaló el candidato progresista a la presidencia de Ecuador, Andrés Arauz.

El Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América conversó con el economista Andrés Arauz, candidato a la Presidencia de Ecuador por el frente Unión por la Esperanza (UNES), sobre algunos temas como: los retos pendientes para la integración de los países en la región, la democratización de los medios y el rol del país andino en el caso de Julian Assange.

Integración regional

El candidato del frente UNES, sigla de la que hace parte el expresidente Rafael Correa, destacó la importancia de impulsar la integración regional y consolidar un único bloque latinoamericano y caribeño a través del cual la región se relacione con el mundo, pero también con grandes potencias, como Estados Unidos.

“La región está viviendo una situación en donde las fuerzas del imperialismo, ya sin ninguna censura, sin ningún cuidado sobre sus formas, está emergiendo en América Latina [y el Caribe] teniendo incidencia en la política de cada uno de los países, con intentos explícitos de fomentar divisiones en el campo popular”, apuntó.

Entonces, además de retomar proyectos vitales como la Unasur, recuperar iniciativas como el Banco del Sur, para el candidato, es fundamental que América Latina y el Caribe avancen en la institucionalización de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

“Tenemos una CELAC que ha logrado consolidar su presencia en la región, donde se deliberan muchos temas de importancia para nuestros países, pero quisiéramos institucionalizarla. Es decir, que no solo se maneje desde la dinámica de una presidencia ‘pro tempore’ sino que también tengamos una secretaría permanente, una institucionalidad permanente. Una sede, a partir de la cual podamos construir una agenda común y de largo plazo para la integración latinoamericana [y caribeña]”, afirmó.

Arauz, también añadió la necesidad de apostar por una integración más allá de los gobiernos y Estados, es decir, planteó la importancia de lograr una integración entre los pueblos (organizaciones de trabajadores, indígenas, estudiantes y mujeres como también la comunidad científica, los gestores culturales y artistas, entre otros) para profundizar el tejido social latinoamericano y caribeño que se ha visto afectado en el último tiempo.

“Una propuesta concreta sobre eso, es diseñar un programa de un millón de becas latinoamericanas y caribeñas para el intercambio estudiantil entre países hermanos, donde estudiantes de secundaria puedan pasar un semestre o un año en otro país, conviviendo con las familias. Es decir, tejer lazos de fraternidad y sororidad entre nuestros pueblos de América Latina y el Caribe”, comentó.

El candidato resaltó la importancia de impulsar la paz, la cooperación y el respeto a la soberanía como principios de relación entre los pueblos latinoamericanos y caribeños. Mencionó acciones importantes como restablecer el apoyo de la misión médica cubana, nominada al premio de la paz, como fundamental para confrontar el impacto de la pandemia y dejó claro su distanciamiento de instancias como el Grupo de Lima.

“No queremos pertenecer a grupos que fomenten la división entre países latinoamericanos [y caribeños], entonces no participaremos del Grupo de Lima”, dijo.

Arauz insistió que frente a lo que parece ser una recomposición de las fuerzas progresistas en la región, más allá de la hermandad entre los líderes, lo que debe fortalecerse es “la integración entre los pueblos de Latinoamérica y el Caribe, un reto muy importante para los gobiernos de la región”, afirmó.

Democratización de la comunicación

Por otro lado, el candidato, también comentó sobre lo que llamó una deuda pendiente, no sólo en Ecuador sino en América Latina, hacia los medios de comunicación, teniendo en cuenta el papel que han jugado en el último tiempo para el retorno de fuerzas conservadoras y extremistas en la región.

“Es indispensable que el Estado garantice una democratización de los medios, donde haya una distribución equitativa y efectiva del alcance tanto público, privado y comunitario”, señaló.

“Creemos que, así como se debe respetar el derecho humano a la plena libertad de expresión también deben respetarse otros derechos, en tratados internacionales y en la constitución ecuatoriana, como el derecho al acceso a la información y el derecho a una participación equitativa de todos los sectores de la sociedad”, resaltó.

El protagonismo de los medios públicos [no necesariamente gubernamentales] y la gobernanza conjunta de los mismos, fueron puntos clave que el economista también mencionó, con el fin de garantizar una “línea plural e independiente dirigida hacia un objetivo de carácter social y público”.

“Una gobernanza conjunta en donde participen las universidades, la Asamblea Nacional, el Ejecutivo y representantes de la sociedad civil pero también medios públicos de instancias autónomas, de los gobiernos autónomos descentralizados, de las universidades públicas y otros, con la finalidad de tener una diversidad de contenidos sin que estén orientados exclusivamente por una dinámica mercantil sino social y pública”, afirmó.

Para Arauz, el impacto de la pandemia, también expuso la importancia de prestar atención en el plano digital de la comunicación y el desarrollo de políticas públicas que confronten el colonialismo digital, vigente en las grandes plataformas, que son en quienes todavía recae el control de los contenidos, pero desde una posición dominante.

Caso Julian Assange

Sobre el sonado caso internacional del periodista y fundador de WikiLeaks Julian Assange, quien fue detenido por la policía británica en 2019 después de que el gobierno de Ecuador le retirará la nacionalidad otorgada, Arauz dijo que el primer paso debe ser “avanzar en una investigación sobre cómo fue el proceso por el cual se le quitó la nacionalidad ecuatoriana”.

“Fue el gobierno de Moreno quien le concedió la nacionalidad como ciudadano ecuatoriano a Julian Assange y de forma acelerada, arbitraria y creo yo, ilegítima, decidió extirparle la ciudadanía a un ciudadano nacionalizado. Esto es la primera vez que ocurre en la historia del Ecuador y probablemente en muchos países”, explicó.

Esto ha permitido que el estado ecuatoriano se desvincule de la preocupación por quien fuera un ‘ciudadano nuestro’, dijo Arauz. Entonces lo primero será avanzar rápidamente en una investigación, restituir su derecho de nacionalidad, si fuera posible, y “solo así Ecuador podría nuevamente asumir un rol importante en el escenario internacional para proteger sus derechos humanos”, subrayó.

Assange, actualmente se encuentra encerrado en una cárcel de alta seguridad en Londres a la espera de un veredicto programado para el 4 de enero de 2021, cuando la justicia británica decidirá si autoriza o no su extradición a los Estados Unidos.

Mientras tanto, las elecciones en Ecuador están programadas para el 7 de febrero de 2021, en medio de un escenario turbulento provocado por una crisis económica, política y social que las políticas neoliberales del gobierno actual han dejado en el país.