La anulación de la sentencia contra Ríos Montt y los fertilizantes de la impunidad

24/05/2013
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La Corte Constitucional (CC) de Guatemala revocó el lunes pasado la sentencia por genocidio contra el dictador Efraín Ríos Montt, acusado de ser responsable de la muerte de 1771 indígenas Ixiles, durante su régimen desde marzo de 1982 hasta agosto de 1983.
 
Para algunos en Guatemala, especialmente la elite de poder asociada al Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), amos y señores feudales del país, el juicio al dictador no es más que la reapertura de las heridas de la guerra librada durante casi medio siglo.
 
La Fundación Contra el Terrorismo y su libelo intitulado “La Farsa del Genocidio en Guatemala, conspiración marxista desde la iglesia católica”, está impregnado de una serie de acusaciones temerarias y de justificaciones sobre las masacres en contra de la población indígena, perpetradas en su gran mayoría por el ejército de Guatemala.
 
A partir de 1954, comenzó en Guatemala una guerra promovida por los Estados Unidos, la cual se inició con una batalla de desinformación manejada a través de la Operación PBSuccess. En los años 60 la guerra se recrudece, llegando a su momento álgido durante la sangrienta dictadura del pastor evangélico Ríos Montt.
 
El juicio librado, no es solamente contra Río Montt. Es un juicio en contra del sistema feudal imperante en la mayoría de los países centroamericanos, donde los grupúsculos de poder asociado a los Estados Unidos han logrado mantener sus privilegios y botines de pillaje durante décadas.
 
El Juicio a Ríos Montt llegó a su momento álgido cuando uno de los testigos señaló al actual presidente Otto Pérez como partícipe de las masacres en contra del pueblo Ixil. Otto Pérez en una columna que publicó el 25 de julio del 2000, señaló: “En julio de 1982, recién ascendido al grado de mayor, fui asignado a la Fuerza de Tarea Gumarkaaj, con sede en Santa Cruz del Quiché, y de allí, enviado como comandante de un equipo de combate al Triángulo Ixil, con sede en Nebaj. Mi estancia en esa área se extendió por casi un año, y constituyó una experiencia que dejaría una huella imborrable en mi vida personal y profesional”.
 
La sentencia por genocidio en contra de Ríos Montt, más que reabrir las heridas de la guerra como clama la ultraderecha, puso a tambalear al actual mandatario guatemalteco, el cual en su momento no tuvo reparo para posar frente a cadáveres en el destacamento militar de Nebaj, tal como se encuentra consignado en un documental finlandés en el que participó el periodista Alan Nairn.
 
Entre los argumentos utilizados por la ultraderecha para exculpar a Ríos Montt se encuentra el hecho de haber logrado un triunfo electoral en las comunidades Ixiles en las elecciones del año 2003. Sin embargo el “triunfo” de Ríos Montt fue una derrota para la democracia guatemalteca. El reciclamiento del carnicero Tito Arias como el presidente Otto Molina, es un severo cuestionamiento a los procesos electorales que se viven en Centroamérica, donde personajes siniestros asociados a la guerra fría son reciclados como “demócratas” y como presuntos salvadores de la patria.
 
Entre los actos deplorables acontecidos en los últimos días en Guatemala, fue el traslado de ixiles bajo engaños a la ciudad capital, para una supuesta entrega de fertilizantes, fue convertida en una manifestación de apoyo a Otto Pérez. Posteriormente salió a relucir la manipulación por parte de un ex alcalde de Nebaj.
 
El fenómeno de la impunidad que tanto daño ha causado en Centroamérica, parece agudizarse con la reversión de la sentencia al pastor-dictador Ríos Montt. Conferir tintes ideológicos a la aplicación de justicia es una de las estrategias de la ultraderecha para lograr evadir las consecuencias de los crímenes cometidos. La capacidad tropical de distorsionar el debido proceso, nos ha conducido a convertirnos en los países más violentos del planeta.
 
No nos resta más que efectuar un reconocimiento al pueblo Ixil, en especial a sus mujeres; las que han puesto la cara durante décadas, para lograr su sobrevivencia como pueblo indígena, además de haber sido capaces de confrontar a uno de los grupúsculos de poder más despiadados del continente.
 
Sambo Creek, La Ceiba, 24 de Mayo del 2013
 
Organizacion Fraternal Negra Hondurena, OFRANEH
 
 
OFRANEH
Organización Fraternal Negra Hondureña 
 
 
https://www.alainet.org/de/node/76257
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