Con el anuncio de la reunión al más alto nivel de las comandancias de las FARC y el ELN, el país queda informado sobre una estrategia de acción política coordinada entre dos organizaciones que en casi medio siglo de existencia han tenido encuentros y desencuentros, el mayor de estos últimos, de una gravedad, que solo la sociedad Araucana es consciente de ello y que afortunadamente ya fue superado.

 

FARC y ELN, son dos organizaciones de texturas ideológicas, políticas y organizativas, con marcadas diferencias, que las han hecho estar más bien alejadas en lo general y que no son pocas las deudas acumuladas de lado y lado, pero al anunciarle al país que tienen el propósito de trabajar de manera más estrecha, ubican el escenario de negociaciones políticas en un momento muy interesante.

 

La reunión entre Timoleón Jiménez y Nicolás Rodríguez Bautista,   es un mensaje del buen momento por el que cruzan las relaciones, son igualmente una nueva reafirmación del interés de las dos organizaciones, por transitar juntas este periodo de la vida Colombiana, donde el signo es la concertación y la construcción de acuerdos, para cerrar medio siglo de alzamiento armado contra-estatal.

 

Esta "foto" política, es para la paz y no para la guerra, los dos documentos presentados esta semana, han sido construidos desde una perspectiva de concurrir a escenarios de concertación política, con el Estado colombiano, para construir acuerdos, sobre las mínimas reformas, que hagan posible la transformación de estas organizaciones políticas en armas, en organizaciones políticas, que se acogen a un orden civil, para seguir compitiendo por su ideario, con argumentos, movilizaciones sociales, debate político, acción de gobierno  desde lo local, en proyección de ganar mayor presencia y disputar una hegemonía política nacional.

 

Los mensajes políticos centrales que presentan FARC y ELN, están en una crítica amplia a este orden social, lo cual no es ninguna novedad y su interés en amplios reordenamientos, que deben quedar incorporados en un proceso constituyente, lo que unifica a las dos organizaciones en un propósito de acción política compartido y sobre el cual el país debate actualmente y que sin duda coloca un punto muy alto, sobre el que está por verse como se van alineando las opiniones y las fuerzas sociales y políticas para una propuesta de gran calado y controversial.

 

Las FARC, al concurrir a esta cita, como ya lo dijimos al inicio, al más alto nivel, está enviando el mensaje de que tiene interés y compromiso en que se establezca un proceso de diálogos y negociaciones, igualmente con el ELN, que al no existir de manera abierta hasta el día de hoy, debe preocupar a unas FARC, que están trabajando juiciosamente por construir un conjunto de acuerdos políticos para poner fin a su alzamiento armado de medio siglo y que no debe ver con buenos ojos, que el ELN, este al margen del camino de la concertación y cierre igualmente de su acción política con armas.

 

Esta ha sido una buena semana, al saberse de la reunión de las comandancias de FARC y ELN en perspectiva de paz y al volverse a discutir en el país sobre la importancia de una mesa y el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y el ELN. Los tiempos para que esta mesa se establezca corren y esperemos buenas noticias en julio, en este sentido.