Del oscurantismo a la apertura

Teodoro Rentería Arróyave

10/10/2013

Opinión

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Si algo es una verdad que nadie discute, es que el periodo conocido como el Oscurantismo, fue propiciado en forma preponderante por la Iglesia.

Dicha etapa histórica se significó por el secretismo, del cual se aprovecharon jerarcas eclesiásticos con la complicidad, por los intereses económicos, de los gobernantes, la mayoría de ellos monárquicos, y los dueños del dinero, para cometer toda clase de crímenes.

Crímenes, inclusive de lesa humanidad, y dentro de ellos la esclavitud de miles y miles de seres mantenidos en la miseria.

Ante ello, es de llamar la atención la apertura de la Iglesia, en cuanto a la transparencia del manejo económico y financiero del Vaticano, dictada por el Papa Francisco.

Tenía que ser un Papa latinoamericano, Jorge Mario Bergoglio, quien iniciara esta verdadera revolución dentro de la Iglesia, que a pesar de las resistencias tendrá que extenderse por todas las diócesis en el mundo.

Es una renovación, que puede atribuirse a la consistencia de lo que se conoce como el Nuevo Mundo, que por siglos fue colonizado en forma brutal por el colonialismo europeo. Ésta es una respuesta para la historia de la humanidad.

El antiguo Banco Ambrosiano, ahora conocido como el Banco Vaticano, con su apertura ordenada por Francisco, no sólo se limita al hecho de permitir la transparencia sino además, dejará de ser un instrumento de lavado de dinero, como se había venido denunciando con las críticas procedentes de todo el planeta.

Bien por Francisco, y que los demás Estados tomen ejemplo, porque el mundo está entrando en esta etapa irreversible de la transparencia y la rendición de cuentas.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx

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