Paz, el Acuerdo político de La Habana

06/11/2013
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El gobierno del Presidente Santos y la delegación de las Farc han hecho público un Acuerdo que refleja un amplio consenso sobre el tema de la participación política, los derechos de la Oposición y las garantías para la intervención política de los movimientos sociales. La paz ha dado un trascendental salto, volviéndola irreversible.
 
El texto del documento sugiere que en Colombia avanzamos hacia la construcción de una democracia de nuevo tipo, que trasciende los viejos formatos de la representación liberal y elitista, que abandona una visión monológica de la democracia asociada a la estabilidad institucional.
 
Lo que está consignado en el Pacto alcanzado es, ni más ni menos, que en adelante la democracia colombiana será un “pluralismo agonístico democrático”, que replantea la vieja democracia liberal para proteger las instituciones democráticas, abandonando la perspectiva racionalista que lleva al antagonismo (y al uso permanente de la violencia ilegal), tendiendo más bien a desactivarlo, transformándolo en agonísmo, es decir, en una manera de “convertir al enemigo en abatir, en un adversario al que se debe tolerar” (como en el caso de la Unión Patriótica). De ese tamaño es el cambio proyectado en la vida política nacional como resultado de los diálogos de paz que se realizan en Cuba.
 
El proyecto democrático de la paz, que es la esencia de lo consensuado, parte del reconocimiento de las contradicciones, en que el objetivo de la política, más que atacar los conflictos y mitigarlos, consistirá en movilizarlos, ponerlos en el centro del escenario de manera pacífica, visibilizarlos en el marco de la expresión del pluralismo. Las contradicciones que se generaran en la sociedad, lejos de llegar a representar un peligro para la democracia, como ocurre hasta ahora, serán su condición de existencia.
 
La necesaria institucionalización de las mediaciones que permitirán ejercicios delegados del poder legítimo, inclusive promoverán la proliferación de minorías y de los disensos. De lo que se trata es que en Colombia experimentemos un modelo de democracia crítica radical que ponga en cuestión las estructuras hegemónicas del sistema y enfatice en la necesidad de contar con estructuras organizativas democráticas conformadas de abajo hacia arriba. De ahora en adelante es necesario que entendamos que la nueva democracia denotara una manera de ser de lo político. O un modo de subjetivación de lo político que no puede leerse al margen de la sociedad sobre la cual se sostiene y de la cultura política que se constituye al mismo tiempo en la base y en los límites de su desempeño.
 
Se han sentado las bases de lo que Boaventura De Sousa Santos denomina la DEMODIVERSIDAD en la que coexistirán distintas formas de democracia, en la que es natural el desarrollo critico transcultural, democratizar los saberes, crear autoridad compartida, ubicar los movimientos y organizaciones sociales como protagonistas de la nueva democracia, en una gramática de organización de la sociedad y de la relación entre Estado y sociedad. Se abre una nueva gramática histórica porque queda establecida una condición de publicidad capaz de generar una gramática social construida en los ámbitos de la esfera pública (Habermas)  y no como una simple obra de ingeniería institucional, consideradas las incidencias del debate colectivo.
 
Con el Acuerdo refrendado ganó Colombia porque vendrá un crecimiento exponencial de la ciudadanía.
 
Son asuntos que la ultraderecha sectaria (Rangel, et.al) no asimila porque su capacidad mental esta recortada e inhabilitada para mirar hacia el futuro y la paz. Por eso su simpleza cuando descalifica lo escrito y firmado señalándolo de abstracciones y generalidades. Es de una ignorancia fatal y feudal.
 
Vamos a explorar a fondo cada elemento del texto publicado y haremos una reflexión a fondo sobre el tema grueso de la nueva democracia cuyas bases quedan sentadas en este segundo momento de los diálogos de paz.
 
Veamos los detalles del material.
 
 Se trata de un Acuerdo fundamental sobre la participación política que compromete la voluntad  de las partes en calidad de plenipotenciarios, proyectando una sólida legitimidad del mismo al resto de la sociedad.
 
Se han logrado consensos suficientes sobre estos puntos:
 
1)      Derechos y garantías para el ejercicio de la Oposición política en general, y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo Final. El acceso a medios de comunicación es una medida trascendental.
 
2)      Mecanismos democráticos de participación ciudadana, incluidos los de participación directa, en los diferentes niveles y diversas materias.
 
3)      Medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional, regional y local de todos los sectores, incluyendo la población más vulnerable, en igualdad de condiciones y con garantías de seguridad frente a la violencia de los grandes poderes locales y regionales.
 
4)      Lo que se ha convenido, en su desarrollo, profundiza y robustece la democracia, ampliando los derechos y garantías para el ejercicio de la oposición, al igual que espacios de participación política y ciudadana.
 
5)       Promueve el pluralismo y la inclusión política, la participación y la transparencia en los procesos electorales y el robustecimiento de una cultura política democrática.
 
6)       Es una apertura democrática en el marco del fin conflicto. La construcción de la paz requiere de la participación ciudadana en los asuntos de interés público, en especial en los territorios más afectados por la violencia y, también, en los mecanismos de implementación de lo acordado.
 
7)      El ejercicio de la oposición política es fundamental para la construcción de una democracia amplia. Ello cobra mayor relevancia luego de la firma de un Acuerdo Final, que abrirá espacios para que surjan nuevos movimientos políticos que requerirán garantías para el ejercicio de la política.
 
8)       Se establece que, se convocará en un evento nacional a los voceros de partidos y movimientos políticos para integrar una Comisión que defina los lineamientos del estatuto de garantías para los partidos que se declaren en oposición.
 
9)      Se acordó que esta Comisión, mediante la realización de un foro, facilitará la participación de voceros de organizaciones y movimientos sociales, expertos y académicos para que hagan sus propuestas sobre el Estatuto de la Oposición. Y sobre estos lineamientos, se elaborará la normatividad correspondiente.
 
10)   Se impulsará igualmente una legislación de garantías y promoción de la participación ciudadana democrática y de otras actividades que puedan realizar las organizaciones sociales, con base en los lineamientos establecidos en este acuerdo y escuchando las propuestas de los voceros de los movimientos sociales en otro evento de carácter nacional. Al respecto, en el texto se dice que las organizaciones y movimientos sociales, incluyendo los que surjan de la firma del presente Acuerdo, están llamados a ejercer los derechos y cumplir con los deberes de participación ciudadana. Se busca empoderar a los ciudadanos a través de la participación.
 
11)   En el escenario del fin del conflicto, el acuerdo recoge un conjunto de garantías para canalizar las demandas ciudadanas, incluyendo garantías para la movilización, la protesta y la convivencia pacífica dentro de un contexto de democracia ampliada.
 
12)  Se abrirán espacios adicionales para que las fuerzas políticas, las organizaciones y movimientos sociales y las comunidades en general, en especial aquellas que trabajan en la construcción de la paz, puedan dar a conocer sus propuestas y proyectos en medios institucionales y regionales. Y además se acordó darle un fortalecimiento especial a los medios comunitarios para impulsar la participación ciudadana.
 
13)   Se acordó establecer medidas para garantizar y promover una cultura de reconciliación, convivencia, tolerancia y no estigmatización lo que implica un lenguaje y comportamiento de respeto por las ideas, tanto de los opositores políticos como de las organizaciones sociales y de derechos humanos.
 
14)   Para tal efecto, se prevé el establecimiento de Consejos para la Reconciliación y la Convivencia tanto en el nivel nacional como en los territoriales con el fin de asesorar y acompañar a las autoridades en la implementación de lo convenido.
 
15)  Se convino que se establecerá un plan de apoyo a la promoción de veedurías ciudadanas y observatorios de transparencia, con especial énfasis en la implementación del presente Acuerdo. Un mayor control por parte de los ciudadanos de la administración y la gestión pública contribuye a la transparencia y la lucha contra la corrupción.
 
16)   Se acordó una revisión integral del sistema de planeación participativa para asegurar la efectividad de la participación ciudadana en la construcción y el seguimiento a los planes de desarrollo, que será un instrumento fundamental en la etapa de la construcción de la paz. Por esa misma razón, se acordaron una serie de medidas para fortalecer los consejos territoriales de planeación y, nuevamente, garantizar la incidencia de la participación ciudadana.
 
17)   En el sub punto de promoción del pluralismo político, se acordó que en el marco del fin del conflicto y con el objetivo de consolidar la paz, se harán cambios institucionales para facilitar la constitución de partidos políticos y el tránsito de organizaciones y movimientos sociales con vocación política para su constitución como partidos o movimiento políticos.
 
18)   En el caso de nuevos movimientos, se acordaron unas condiciones especiales, en una fase de transición, para dar apoyos especiales a los nuevos movimientos y partidos políticos y de esa manera asegurar el necesario pluralismo político en la construcción de la paz.
 
19)   Se acordaron, dentro del marco de fortalecimiento de la democracia y el pluralismo político, medidas para asegurar la transparencia en los procesos electorales en especial en las zonas de mayor riesgo de fraude y la promoción de la participación electoral de los ciudadanos, principalmente los que habitan en las regiones de más difícil acceso.
 
20)   Adicionalmente, tras la firma del Acuerdo Final, se pondrá en marcha una Misión de Expertos para hacer una revisión integral de la organización y el régimen electoral y, sobre la base de las mejores prácticas nacionales e internacionales, presentar recomendaciones para hacer los ajustes normativos e institucionales correspondientes.
 
21)  Se acordó la creación de Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz para promover la integración territorial y la inclusión política de zonas especialmente afectadas por el conflicto y el abandono, de manera que durante un periodo de transición estas poblaciones tengan una representación especial de sus intereses en la Cámara de Representantes, sin perjuicio de su participación en las elecciones ordinarias. Estas circunscripciones transitorias serian adicionales a las circunscripciones ordinarias existentes. Contarían con las garantías de acompañamiento para asegurar la transparencia del proceso electoral y la libertad del voto de los electores. Esta se pondrá en marcha en el marco del fin del conflicto, en democracia y luego de la firma del Acuerdo Final.
 
22)   Se acordó un sistema integral de seguridad para el ejercicio de la política. Dicho sistema se concibe en un marco de garantías de derechos, deberes y libertades, y busca asegurar la protección de quienes ejercen la política sobre la base el respeto por la vida y la libertad de pensamiento y de opinión, para así fortalecer y profundizar la democracia y contribuir a crear un clima de convivencia y tolerancia, y de manera especial del nuevo movimiento que surja de las FARC -- EP a la actividad política legal.
 
23)   Las condiciones particulares para el nuevo movimiento que surja del tránsito de las FARC-EP a la activad política legal, serán discutidas en el marco del punto 3 de la Agenda.
 
24)   La firma e implementación del Acuerdo Final contribuirá a la ampliación y profundización de la democracia, en cuanto implicará la dejación de las armas y la proscripción de la violencia como método de acción política para todos los colombianos, a fin de transitar a un escenario en el que impere la democracia, con garantías plenas para quienes participen en política, y de esa manera abrirán nuevos espacios para la participación.
 
25)   Finalmente se acordó que todo lo referente al punto de participación política incluyendo su implementación se llevara a cabo tomando en cuenta un enfoque de género y asegurando la participación de la mujer.
 
Los elementos centrales de este Pacto adquieren la dimensión de un hecho histórico trascendental similar a otros ocurridos a lo largo de la historia nacional como fue el acto de independencia de 1810.
 
Es que superar la violencia y la guerra civil prolongada por más de 50 años impacta lo más profundo del ser nacional colombiano.
 
Bogotá, 6 de noviembre de 2013.
 
Horacio Duque
Licenciado en Ciencias Sociales e Historia de la Universidad del Quindío (Armenia, Colombia); autor de varios libros y artículos sobre historia y política colombiana.
 
https://www.alainet.org/de/node/80667

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