De tomates, shocks y agro-power

15/01/2014
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

 

La semana pasada uno de los temas de la agenda periodística fue “el tomate”.  En realidad se trata de un capítulo más en la saga de la “aventura del tomate” o  de “Todo lo que Usted siempre quiso saber sobre precios y no se animó a cuidar”. Una re-edición hostil de la traición a los acuerdos firmados o convenidos. La expresión de una farsa, que si no fuera por cómo afecta el poder adquisitivo de los ciudadanos junto al daño que la nunca conformada burguesía nacional intenta infligir al Gobierno Nacional, quedaría en eso: Farsa y grotesco . La realidad es que tanto en la cuestión del precio del tomate como en el intento de controlar la inflación y los esfuerzos por frenar  las “corridas” especulativas mediante los vaivenes en el valor del dólar ilegal, lo que está en juego es dos proyectos o modelos de país: Uno, el de la intervención reguladora del Estado en la actividad de los mercados, intervención que busca sostener los niveles de empleo, el consumo interno y el poder adquisitivo del pueblo trabajador; y otro, bueno, ya lo conocemos, lo hemos sufrido hasta el derramamiento de sangre de compatriotas: El dominio absoluto del Mercado por sobre la acción del Estado junto a la implementación de brutales medidas de ajuste, de recortes del salario y el gasto público. Es decir, la ortodoxia económica capitalista; la fase superior del imperialismo, parafraseando a Vladímir Ilich Uliánov- Lenin.
 
Y ello va acompañado de un accionar constante de esmerilamiento, de desgaste del Gobierno que los enemigos políticos y financieros a este proceso político, vienen realizando desde el mismo 25 de Mayo de 2003. No pudieron ver convertido en hecho político la frase de Claudio Escribano escrita en el diario La Nación: “Los argentinos han decidido darse un gobierno por un año”. Pero no cejan en su vocación por hacerse nuevamente de la hegemonía política y para ello han persistido en su táctica de “guerra de trincheras”.  Allí, el vivo recuerdo de la asonada patronal-campestre, el Agro-Power,  de 2008; el lobby político local a favor de los fondos mal llamados buitre; la construcción de sistemáticas operaciones de prensa cuyo modus operandi ha sido el de instalar abstracciones de una efectividad lingüística, publicitaria y política pasmosa:  El enigma de las bóvedas y la dilapidación de los fondos públicos para “negocios” espurios, o la “plata de los jubilados”,  o la “Re-re-elección de Cristina ( las Islas Seychelles entraron en el menú de opciones junto al escándalo mediático protagonizado por Leandro Fariña, Federico Eláskar, el pobre Rossi y, claro, Lázaro Báez, el superdemonio de los “afanos” kirchneristas) Así hasta llegar, en nuestros días, a las dos versiones del “fin de ciclo” y a esa apuesta de cartas marcadas para que estos dos años de gobierno se transformen en un "caos" social y económico.
 
Para ello trabajan. Lo sabemos: Luego de los shocks económicos y el caos social y emocional, del que nuestro país tiene una profunda memoria, queda el terreno fértil para la restauración de las más terribles políticas económicas, donde los "patrones" vuelven a ser los mercados y los financistas con sus empleados como funcionarios de gobierno, mientras que el pueblo aleccionado por el shock y el miedo sobre los "males del populismo", acepta mansamente y casi en su totalidad,  las baterías económico-financieras que atentan directamente contra ellos, es decir, contra nosotros, y contra nuestras vidas, nuestros trabajos, nuestra salud, nuestra educación y nuestro futuro. Y decía que el tamaño del enemigo es muy grande y poderoso, además de regional, como ha quedado evidenciado en los desabastecimientos, al mejor estilo del Chile del  73´, que viene sufriendo Venezuela bajo el constante hostigamiento del caprilismo junto a la CIA, la NSA (Agencia Nacional de Seguridad) y sus socios – ¿o son ellos mismos? financistas. O el permanente asedio al Ecuador de Correa y a la Bolivia de Evo. Aunque es necesario plantearse, como lo ha escrito Emilio Modesto Guerrero, los desafíos y posibles retrocesos de los gobiernos progresistas de Suramérica.
 
Pero volviendo al tema inicial, el que dio la impresión de tener visos de banalidad que no fueron tales. El tan mentado caso del tomate es una muestra de lo que intentamos describir párrafos arriba: El Secretario de Comercio, Augusto Costa, y el Ministro de Economía, Axel Kicillof, mediante la herramienta de detección o alerta temprana de irregularidades en el acuerdo de los precios, pusieron en claro dos aspectos  contundentes del poder de “fuego” en la suba de precios: 1- La importancia de ir monitoreando y manteniendo contactos permanentes con los representantes de toda la cadena de valor. Esto es vital: Para tomar cualquier medida que pueda ser efectiva hay que conocer en detalle la estructura de costos en la producción de bienes; 2 - La puesta en evidencia, mediante el anuncio en potencial, por ejemplo, de la importación de tomates del Brasil, de cuáles son los sectores que violan acuerdos y atentan contra los intereses populares. En este caso hay que citar el caso del Sr. Alfredo Coto, presidente de la Asociación de Supermercados Unidos, quien firmó el convenio voluntario de precios acordados y la semana  pasada inició una operación de desestabilización anunciando que por problemas climáticos el precio del tomate subiría. Es decir, trató de enmascarar la operación con un "problema estacional" que justifique la suba de precios, cuando los técnicos, productores y analistas (y parte del sector de consumidores) que están en el tema saben perfectamente que estamos en el pico de producción del mentado tomate. Pero los productores, amenazados en sus posibilidades de colocar sus productos y verlos finalmente pudrirse a la vera de un camino (como lo he visto personalmente en las quintas de Abasto, San Ponciano, en la zona de La Plata) y con esa visión, ver también cómo se esfuma el esfuerzo de su trabajo e inversión al tiempo en que se diluirían los ingresos por la venta del producido (tomate en este caso) denunciaron que no faltaba el tomate y que no existía tal problema climático. He allí el valor de la detección temprana de alteraciones en la cadena de valor, las reuniones del Secretario de Comercio con los productores primarios de frutas y hortalizas, y el inteligente anuncio de Kicillof que produjo la visibilización del accionar desestabilizador del Sr. Coto.
 
Por otro lado, es importante también señalar la fuga de información desde el Gobierno que Alfredo Coto aprovechó para instalar este episodio. Pero Coto es sólo uno de los que siempre están atentos para sacar provecho y ganancias de posibles errores del Gobierno y de las operaciones que se realizan para esmerilarlo. Un ejemplo de ello es la foto política del último fin de semana: Sergio Massa, se reunió este fin de semana, con los representantes de las cuatro entidades agrarias. Que dice esa foto: Menos (o casi nulo) Estado, más Mercado sin intervenciones, y menos impuestos para el sector. El “sector” denominado “campo” viene sosteniendo que la actividad está en una situación crítica. Pero el verdadero interés del Presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, y sus tres laderos está contenido en este dato: “La Argentina desplazó a China como tercer productor mundial de oleaginosas a partir de la campaña 2012-2013, ya que por su muy buena cosecha de soja el país alcanzó una producción total de 52,79 millones de toneladas de semillas oleaginosas.Así, superó al país asiático, que ascendió a 50,15 millones de toneladas. Así lo afirmaron los especialistas Julio Calzada y Emilce Terré de la Bolsa de Comercio de Rosario, en la última edición del Informativo Semanal de la entidad.”  Diario Ámbito Financiero  http://www.ambito.com/noticia.asp?id=721817.  Y este gráfico que da cuenta del alza de los precios de los granos en los mercados internacionales, es otro dato significativo: http://www.ambito.com/economia/mercados/granos/
 
En estos datos se concentra el interés por eliminar todo tipo de retenciones que devendrían en abultados ingresos en dólares a las arcas-bolsillos de los 4 Jinetes del Agro Power. Mientras tanto, el verdadero productor se encuentra cada vez más postergado en el reparto de la renta del agro. En algo coinciden el presidente de la SRA y el  ministro de Agricultura y Ganadería de la Nación, Carlos Casamiquela. Mediante un comunicado, Agricultura anunció que la producción de trigo de la presente campaña (2013/14) se ubicaría en 9,2 millones de toneladas. Etchevehere lo reconoció en declaraciones periodísticas pero arguyó que la cosecha anterior había sido muy por debajo de lo esperado.
 
Sin dejar de advertir que la sojización es una actividad que se ha expandido en detrimento de otros cultivos y también de la ganadería, desconocer que el interés que guía a Etchevehere y la mesa de Enlace es la anulación total de las retenciones y de la intervención estatal en sus negocios, es de una ingenuidad preocupante. Hay archivos y declaraciones que afirman lo escrito aquí.
 
Luego de haber iniciado esta nota  desde el “caso tomate” y haber pasado brevemente por  aspectos económicos de la cuestión “campo”, persisten los interrogantes que subyacen como una acechanza, como la visión de aquella piedra que espera pacientemente el pie que ha de toparse, otra vez, con ella: ¿Son viables los acuerdos con las hienas y en su territorio? ¿No existe un esquema económico aplicable para establecer y lograr un cumplimiento real de precios que no pase por los acuerdos con los lobos disfrazados de corderos? ¿No se pueden acortar las cadenas? ¿No se puede trabajar con el productor primario directamente y evitar intermediarios? ¿En frutas y hortalizas es tan importante la participación de los Supermercadistas para asegurar precio y calidad? ¿Es improbable, técnicamente imposible, fomentar mercados populares, ferias francas?
 
Quien escribe estas líneas no es economista, aunque lee y le interesa la política económica. De ese interés es que surgen estas reflexiones e interrogantes. Dependerá de la centralización de informaciones, de los buenos diagnósticos, de los sistemas de alerta y detección temprana no sólo de aumentos de precios, de acercarse más al productor primario, y de lograr sintonizar con fineza el ecualizador de todas las medidas y políticas que la heterodoxia económica del Ministro Kicillof promueve. He allí el gran desafío: Los menús ortodoxos están escritos y son aplicables para sus cultores tanto en épocas de bonanza como en tiempos de vacas flacas. La heterodoxia siempre la tiene más difícil: No hay bitácoras pre-establecidas. Es dinamismo y creatividad. Y luego, no dejar al albur el resultado de tamaña empresa. La restauración ortodoxa  acecha a la vuelta de la esquina.
 
Conrado Yasenza
Periodista, director de la Revista La Tecl@ Eñe http://lateclaene.wix.com/la-tecla-ene
 
 
https://www.alainet.org/de/node/82343?language=en
America Latina en Movimiento - RSS abonnieren