Tu día es hoy
06/05/2014
- Opinión
El sentimiento de ser madre es indescriptible, se asegura que es el amor incondicional, el que no espera nada a cambio y lo da todo en cada instante. Puede ser que otras personas opinen distinto. Es cierto que hay madres que abandonan a sus hijos, otras los lastiman, los golpean y, hasta los matan a golpes o con insultos y agresiones. Pero hay infinitos ejemplos de maternidad excelsa, la que da la vida por el ser que se ha formado dentro de su vientre, incluso antes de que nazca, la que se pone de escudopara que a su descendiente no le hieran o lastimen, la que trabaja en horarios extendidos y todavía tiene ánimo para correr a abrazar a sus pequeños, guiarlos en sus tareas y, a veces, hacerlas cuando el maestro pide cosas extraordinarias.
Y allí están ellas cuando el pequeño está enfermo a la par de su cama cuidando su sueño y tomando la temperatura, corriendo al médico o al hospital si se pone más delicado. Buscando para la medicina si no cuenta con los recursos en ese momento. Pero también disfruta con sus risas y travesuras, con cada nuevo aprendizaje, con cada beso que recibe y hasta celebra alguna impertinencia.
Pero las madres tienen también sus propias categorías sociales. Unas gozan de privilegios hasta para ayudar en la crianza de los hijos, tienen tiempo para ellas y sus lujos. Otras, las que tienen un trabajo formal, cumplen con muchas presiones sus horarios y labores, tienen un salario digno para cubrir las necesidades familiares. A las madres trabajadoras de la economía informal les toca hasta acarrear a los pequeños a tuto y ponerlos como se pueda, entre cajas si son bebés o con cajas como escritorios si ya van a la escuela.
Algunas son madres de más de dos mil niños que están, junto a ellas en prisión, o están con familiares mientras ellas cumplen su condena. Otras muchas se han tenido que alejar de los hijos para buscar, migrando, mejorarles el futuro; y miles lloran la pérdida de sus retoños por la terrible violencia que azota al país o por la violación a sus derechos al no tener cómo garantizarles salud y vida a sus descendientes.
Es cierto que muchos padres enfrentan similares situaciones, pero hoy escribo para las madres, que de manera silenciosa son el cimiento de éxitos y el consuelo de fracasos. Esas que ponen el hombro para recibir las lágrimas que ella acompaña con las suyas cuando a quienes ama tanto buscan su compañía.
Les comparto este mensaje: “El día es hoy para amar, para perdonar, para compartir, para sonreír, para acompañar o para pedir perdón, porque mañana puede ser tarde”.
Otro mensaje simpático dice que los hijos “reconocen” las enseñanzas de las madres: “Enseñan lógica: ¡porque lo digo yo, … por eso… y punto!; enseñan ironía: “seguí llorando y te voy a dar una razón verdadera para llorar”; enseñan ósmosis; ¡cerrá la boca y comé!; enseñan contorsionismo: ¿mirá la suciedad que tenés en la nuca, …volteate!; enseñan fuerza y voluntad: ¡te vas a quedar sentado todo el día hasta que te comás todo!; y, entre otras cosas, también mesura: ¡te he dicho un millón de veces que no seas exagerado!”.
A las madres, con cariño.
Guatemala, 7 de mayo de 2014.
- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, es directora de la Agencia CERIGUA - http://cerigua.info/portal/
https://www.alainet.org/de/node/85385
Del mismo autor
- Una nueva agresión contra la libertad 18/01/2018
- Informe sobre la libertad de prensa 05/12/2017
- Guatemala evidenciada en Ginebra 17/11/2017
- Guatemala en el Consejo de Derechos Humanos 10/11/2017
- Programa de protección a periodistas, estancado 30/10/2017
- Alto a las agresiones contra periodistas 13/10/2017
- Exigimos saber lo que ocurre en el Estado 06/10/2017
- En esta crisis, cada uno libra su batalla 29/09/2017
- Este gobierno no cumple ni atiende nada 22/09/2017
- Urge dialogar, pero no solo sobre la crisis 15/09/2017
Mujeres
- Paola Ricaurte 10/03/2022
- Giorgio Trucchi 03/03/2022
- Diana Carolina Alfonso, Mónica Miranda 22/02/2022
- Miguel Pinto Parabá 26/01/2022
- Jo-Marie Burt, Paulo Estrada 12/01/2022