Ocho puntos para entender la historia de Hamás y el Islam político
30/07/2014
- Opinión
¿Qué es el Islam político mal llamado fundamentalismo islámico? ¿Cuándo surge? ¿Por qué? ¿En todos los países es igual? ¿Y cuál es el proyecto de Hamás? Algunas preguntas que es necesario responder para entender el conflicto palestino-israelí y la situación actual en Medio Oriente.
1. ¿Cuándo surge el Islam político?
En 1928 se funda la Hermandad Musulmana en Egipto. Con el correr de los años se fue expandiendo por varios países del mundo árabe. Esta es la primera organización moderna que adopta el Islam como basamento de su proyecto político.
A pesar de su temprana aparición y el desarrollo de diversos teóricos a lo largo del siglo XX, durante décadas estuvo relegada por los gobiernos nacionalistas o pro-occidentales que imperaron en la región. Debido a las persecuciones su trabajo fue eminentemente social.
La irrupción masiva y expansión del islamismo se dio entonces a partir de 1979 con la llegada al gobierno de la Revolución Iraní.
2. ¿Cuáles son sus fundamentos?
El Islam político es aquel que sostiene que los postulados del Islam y sus preceptos son aplicables a un programa político e integral para la sociedad. De allí se desprende la Sharia o ley islámica.
Pero resulta necesario aclarar que no existe una única forma de interpretar el Corán (libro sagrado de los musulmanes) y los preceptos del Islam. Esto se refleja, a su vez, en las distintas organizaciones que promueven el islamismo.
No es lo mismo la Sharia en Sudán (donde se práctica la mutilación genital femenina) o Nigeria (donde se puede apedrear hasta la muerte a una mujer por cometer adulterio) que en Irán donde las mujeres pueden manejar autos y asistir a la Universidad.
El cientista político francés y especialista en Medio Oriente, François Burgat, explica algo básico pero necesario aclarar: “Son las personalidades islamistas quienes hacen el islamismo y no al contrario”. Además agrega que “según la naturaleza del terreno social que atraviesa, de las fuerzas políticas que se apropian de él, y de las reacciones de los regímenes, la corriente islamista se expresa con multitud de registros y a través de modos muy distintos. Ninguno de ellos puede ser una clave de lectura única e intemporal”.
Por eso es equivocado plantear que Hamás en Palestina es lo mismo que Boko Haram en Nigeria o la Hermandad Musulmana en Egipto.
3. ¿A qué sectores sociales representa el Islam político?
Con la revolución iraní de 1979 y el primer gobierno islamista de la historia, hacen su irrupción en la política sectores sociales que habían sido relegados en aquel rincón del mundo.
El investigador francés Gilles Keppel da cuenta de esto cuando sostiene que “el movimiento islamista es doble. En él encontramos a la juventud urbana pobre, surgida de la explosión demográfica del tercer mundo, del éxodo rural masivo y que por primera vez en la historia tiene acceso a la alfabetización”. A su vez, Keppel explica que también forman parte “la burguesía y las clases medias piadosas que fueron marginadas en el momento de la descolonización llevada a cabo por los militares o por dinastías que se hicieron con el poder”.
Es decir que el islamismo tiene un importante arraigo popular, especialmente en su versión más radicalizada, y también nacional. Pero esto no supone necesariamente un proyecto político ligado a las reivindicaciones populares progresistas o de izquierda.
4. ¿Por qué el islamismo se dividió en dos corrientes mayoritarias?
Toda revolución genera su reacción, y en el caso de Irán no fue la excepción. La llegada al poder del Ayatola Jomeini en 1979 supuso un auge del Islam político y a su vez una radicalización del mismo en contraposición a los planteos reformistas de la histórica Hermandad Musulmana.
Es así que en la década de 1980 aparecen o cobran fuerza grupos armados islamistas como el Hezbolá en El Líbano y Hamás en Palestina.
Como respuesta, la dinastía de Arabia Saudita emerge como foco de contención a la radicalidad de esos nuevos movimientos. El islamismo conservador pasó así a ser financiado por uno de los países más ricos del mundo y sus aliados estratégicos.
Para sofocar el intento de extender la revolución iraní al resto de Medio Oriente, Arabia Saudita impulsó su propia “cruzada”: la guerra de Afganistán. Miles de mujaidines fueron enviados como combatientes internacionalistas a detener el avance del comunismo soviético por la dinastía de Riad. De allí la ligazón del saudí Osama Bin Laden con los Talibán que luego gobernaron Afganistán.
5. ¿Cómo y por qué surge Hamás?
En este contexto convulsionado de Medio Oriente, con el Islam político en auge durante la década del ochenta surge Hamás (‘Despertar’, en árabe).
Si bien sus orígenes están ligados a la Hermandad Musulmana egipcia, debido al trabajo social que realizaban principalmente en la Franja de Gaza, la nueva organización expresó y expresa una de las versiones del islamismo radicalizado consecuencia de la influencia de la Revolución Iraní.
La primera Intifada (‘levantar la cabeza’) que comenzó en 1987 y duró hasta los Acuerdos de Oslo de 1993 fue el contexto en el cual emergió este nuevo movimiento político-militar. Durante esos años las poblaciones palestinas de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este se rebelaron contra la ocupación israelí.
6. ¿Hamás fue impulsado por Israel?
Pocas mentiras sobre el conflicto palestino-israelí han tenido tanta difusión y aceptación, incluso en ambientes occidentales progresistas.
Como se comentó más arriba, Hamás surgió de la organización del trabajo social realizado en las mezquitas palestinas, muy similar al de la Hermandad Musulmana en Egipto. Durante décadas Israel permitió la proliferación del trabajo religioso islámico por considerarlo inofensivo y ser un freno a la posición laica, democrática y de liberación nacional de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Aquí nace el error y la tergiversación histórica.
Fue esta construcción subterránea la que le permitió a Hamás desarrollar una hegemonía muy fuerte entre la población (fundamentalmente de Gaza). La Revolución Iraní y la politización masiva del Islam en Medio Oriente catapultaron ese trabajo social al plano político.
7. ¿Qué diferencias tiene Hamás con la OLP?
En primer lugar Hamás es una organización cuyo objetivo es constituir un Estado islámico en la región histórica de Palestina mientras que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) es laica y por lo tanto pugna por un Estado palestino democrático similar al estilo occidental.
Otro punto de desencuentro en la década del ’90 fue el reconocimiento del Estado de Israel como tal. Luego de años de lucha la OLP optó por la vía de la negociación. De esta forma se alcanzaron los acuerdos de Oslo de 1993 que dieron origen a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), gobierno del proto Estado que nunca se constituyó debido a los incumplimientos por parte de Israel.
Hamás por su parte, nació y postula en su carta orgánica, la destrucción del Estado de Israel. Por lo tanto rechazó en un comienzo los acuerdos de Oslo y la misma ANP. Sin embargo esta postura inicial cambió con el tiempo hacia posiciones más realistas.
8. ¿Cuál es la política actual de Hamás?
Hamás optó en un comienzo por una línea de acción radicalizada que incluyó la realización de atentados suicidas entre 1994 y 2004 (desde entonces no los ha vuelto a realizar aunque desde la propaganda israelí se hable sistemáticamente de ello). Esta radicalización, junto al giro dialoguista de la OLP le permitió crecer y consolidarse como una alternativa diferente para el pueblo palestino.
Sin embargo, su política ha ido variando. En el año 2001, Ahmed Yassin, máximo dirigente de la organización, que fue asesinado por Israel en 2004, afirmó: “No luchamos contra pueblos de otras religiones o los judíos por el hecho de ser judíos. Luchamos contra los que ocuparon nuestras tierras, tomaron nuestras propiedades, convirtieron en refugiados a nuestras familias y masacraron a nuestros niños y mujeres”.
En 2006 se presentaron por primera vez a elecciones legislativas para la ANP. En uno de los comicios más democráticos de la región, Hamás resultó triunfante. Pero la política de Israel y Estados Unidos buscaron dividir y deslegitimar el triunfo del grupo islámico. Con cierta anuencia de Al Fatah (organización preponderante en la OLP) el gobierno palestino se dividió en dos. Hamás en Gaza y la OLP en Cisjordania.
Esta división favoreció y favorece la política israelí de negar la creación de un Estado palestino autónomo y soberano. Sin embargo a principios de este año Hamás y la OLP habían acordado reunificar el gobierno palestino mediante una administración de transición hasta que se realicen nuevas elecciones. La decisión palestina generó la ira en el gobierno israelí que, pocos meses después, inició la ofensiva que aún hoy perdura.
Santiago Mayor – @SantiMayor
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