Putin, ¿víctima colateral de la Guerra Fría?
10/09/2014
- Opinión
En su primer mandato como Presidente, Putin logró la defenestración de la primitiva clase dominante proveniente de la época de Yeltsin (oligarcas), corrupta camarilla mafiosa equivalente a un miniestado dentro del Estado Ruso (el 36% de las grandes fortunas concentrarían en sus manos el equivalente al 25% del PIB), de la que serían paradigmas Berezovksy, exiliado en Londres y Mijaíl Jodorkovski, en prisión acusado de evasión y fraude contra el Estado, procediendo a su sustitución por sujetos de probada lealtad a su persona, sin veleidades políticas y con el único afán de lucro rápido. Posteriormente, silenciando las voces y medios de comunicación disidentes mediante el miedo escénico, la asfixia económica y la incoación de arbitrarios expedientes por delitos fiscales y las vías expeditivas, Putin habría conseguido la desaparición de la oposición propia de los países democráticas y la instauración del oficialismo: doctrina política que conjuga las ideas expansionistas del nacionalismo ruso, las bendiciones de la todopoderosa Iglesia Ortodoxa, los impagables servicios del FSB (sucesor del KGB), la exuberante liquidez monetaria conseguida por las empresas energéticas (GAZPROM) y parte del ideario jruschoviano simbolizado en un poder personalista autocrático.
En el plano internacional, consciente de que jugaba con ventaja ante la incapacidad de EE UU y sus aliados europeos de marcar la iniciativa en los conflictos de Oriente Medio y Próximo (Egipto, Siria, Palestina e Irán), Putin utilizó la estrategia del decidido apoyo al régimen sirio de Al-Assad con el objetivo de fijar su posición como colaborador ineludible en la búsqueda de un acuerdo internacional sobre el contencioso sirio. Así, tras su jugada maestra convenciendo a Assad para que entregue todo su arsenal de armas químicas y el escaso apoyo internacional recibido por Obama para iniciar su operación militar contra Siria, Rusia habría recuperado la influencia geopolítica perdida tras la extinción de la URSS.
Además, Putin habría jugado con maestría sus bazas en el affaire Snowden y tras concederle el asilo , apareció ante los ojos del mundo como adalid de la defensa de los Derechos Humanos, (diluyendo de paso su imagen de represor en el conflicto checheno), siendo no obstante consciente de la nueva dinámica acción-reacción en la que verán envueltas las relaciones ruso-estadounidenses a partir de este momento, plasmadas en la futura estrategia de EEUU de hostigamiento y aislamiento de Rusia en los escenarios internacionales dentro de la dinámica propia de la Guerra Fría (acción-reacción). Así, Putin se encargará de desbaratar la hoja de ruta diseñada por la UE y EEUU y procederá a restringir las importaciones metalúrgicas y de productos alimenticios y a aumentar los aranceles aduaneros sobre Ucrania con el objetivo inequívoco de doblegar al sector europeísta ucraniano mediante la asfixia económica y la inanición energética, al tiempo que utilizará el arma del chantaje energético a la UE para resquebrajar la unidad comunitaria, en la certeza de que tanto Alemania como Francia no dudarán en sacrificar a Ucrania en aras de asegurar su abastecimiento energético.
Así, tras la negativa de Gazprom a rebajar las tarifas gasísticas vigentes desde el acuerdo ruso-ucraniano del 2009 y conminar al nuevo Gobierno interino de Kiev a pagar una deuda acumulada de 2.262 millones de dólares , asistiremos a una nueva edición de la Guerra del Gas ruso-ucraniano del 2006 que tendrá como efectos colaterales importantes recortes de suministro en varios países de la UE, (el gas ruso abastece en más de un 70% a países como los Países bálticos, Finlandia, Eslovaquia, Bulgaria, Grecia, Austria, Hungría y República Checa y más del 80% del total del gas que la UE importa de Rusia pasa por Ucrania), lo que aunado con la intervención del Ejército ruso estacionado en la base de Sebastopol en Crimea (rememorando la fallida Primavera de Praga (1.968) provocará la división de facto de Ucrania en dos mitades casi simétricas y separadas por el meridiano 32 Este, quedando el Sur y Este del país (incluida Crimea) bajo la órbita rusa mientras el Centro y Oeste de la actual Ucrania navegarán tras la estela de la UE, episodio que significará “de facto” el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría Rusia-EEUU.
¿Entrada en recesión de la economía rusa?
En la esfera económica, Putin estableció como prioridad tras su primer nombramiento como Presidente en el año 2000, la Modernización de Infraestructuras de Transporte y Energéticas y el Desarrollo de Nuevas Tecnologías,(aeroespacial; robótica; bio-medicina; bio-combustibles y nano-tecnología) aprovechando la exuberante liquidez proporcionada por los ingresos del petróleo, aunado con una posible ofensiva junto con los países del BRICS para cambiar de patrón monetario mundial y sustituir el papel del dólar como moneda de referencia así como una reforma monetaria doméstica (medidas calcadas del economismo jruschoviano).
Asimismo, siguiendo la doctrina del pragmatismo económico, mantiene acuerdos preferenciales con la UE para asegurarles el suministro de gas y petróleo rusos e incrementar los intercambios comerciales, debido a la dependencia energética europea (21% de las importaciones de petróleo y 40% de gas proceden de Rusia) y a que el 40% del comercio exterior ruso se realiza con la UE, frente a un exiguo 5% con EEUU, aplicando asimismo una política de diversificación de las ventas energéticas. Así, según la agencia Reuters, Rusia y China habrían sellado un estratosférico contrato petrolero que se convierte en uno de los mayores de la historia de la industria energética por el que la empresa rusa Rosneft, (la mayor petrolera del país), suministrará petróleo al gigante asiático durante 25 años por valor de 270.000 millones de dólares (unos 205.000 millones de euros), con la que se sentarían las bases económicas de la futura Unión Euro-Asiática como alternativa económica y militar al proyecto de Obama de crear una Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés), pieza central de EEUU en su política de reafirmación del poder económico y militar en la región del Pacífico.
Sin embargo, la agencia internacional de calificación de riesgos Standard & Poor's señaló que “el actual modelo económico ruso se ha agotado, funciona al límite de sus capacidades y debe ser reformado con urgencia” , no siendo descartable la entrada en recesión de la economía rusa en el 2014 así como un incremento del desempleo hasta el 7% (tasa de paro del 5,6 % en marzo del 2014) al tiempo que Standard&Poor´s estima que las sanciones occidentales contra Moscú habrían provocado la fuga de 70.000 millones de $, cifra récord que según el Banco Mundial (BM) podría situarse a finales del 2014 en los 150.000 millones $.
La estructura económica rusa controla solo 2,5% de las exportaciones mundiales y adolece de una excesiva dependencia de las exportaciones de gas y petróleo ( el 70 % de los ingresos provienen de estas vías), la devaluación del rublo respecto al dólar ( un 20% desde que comenzara la crisis de Ucrania) , una inflación galopante (7% en marzo del 2014) y un severo recorte de los Superávits ( un exiguo 0,3% del PIB en el 2014) y la obsoleta planificación estatal, pues el complejo militar,los proyectos espaciales y las subvenciones a la agricultura siguen acaparando la mayoría del presupuesto ruso condenando a la inanición financiera a la industria ligera y la producción de alimentos.
Así, según el Instituto de Estudios Estratégicos de Londres (IISS), Rusia destinó 45.300 millones de dólares para la defensa en 2012 y está previsto que en el 2014 la cifra alcance un monto total cercano a los 60.000 millones $ y respecto a la carrera espacial, Putin anunció que invertirá 52 millones $ con el objetivo de lanzar el primer vuelo tripulado desde la nueva plataforma de lanzamiento de Vostochny (cerca de la costa rusa del Pacífico) en el horizonte del 2.018, establecer una estación permanente en la Luna en el 2020 y llegar a Marte en el 2025 y según lo anunciado por el Jefe de Gobierno Medvédev en un artículo publicado en el diario económico Védomosti, asistiremos a la implementación de un nuevo modelo económico que implicará una drástica reducción del sector público y la consiguiente merma de las prestaciones sociales para el 2014 tras el recorte del 5% en los presupuestos del 2013.
Todo ello conllevará la Agudización de la fractura social al quedar amplias capas de la población obligadas a vivir en umbrales de pobreza y depender de los subsidios sociales ( 30% de la población), debiendo destinar amplias partidas de las reservas para subsanar el rampante Déficit del Plan de Pensiones y acelerar la anunciada Reducción de la Burocracia, quedando así diluidos los efectos benéficos de sus objetivos de impulsar la Vivienda y Sanidad Públicas, Reducción de Impuestos y el Cambio de tendencia Demográfica (la población de Rusia es de 145 millones y adolece de un crecimiento negativo desde 1.991 que se ha traducido en una reducción de 5 millones de personas en la última década.
Por otra parte, a pesar de ser Rusia es uno de los graneros mundiales ( 8% de la producción mundial de trigo), en el 2010 sufrió una sequía sin precedentes que afectó a la parte occidental de Rusia y que provocó que el 20% de sus 10 millones de Has. de sus tierras cultivables quedaran arruinadas, con una cosecha de trigo de 60 millones de Toneladas en vez de la media anual de 90 millones y el posterior embargo de las exportaciones de trigo previstas para el 2010 ( en el 2009 exportó 21,4 millones de Toneladas) y según la consultora rusa SovEcon citada por Reuters, Rusia recortaría sus exportaciones de granos en el 2014 alrededor de 2 millones de Toneladas debido a una cosecha más reducida, manteniéndose estables las cifras de importaciones de grano (1,3 millones de Tm) así como la previsión de existencias finales (cercanas a las 12 millones de Tm. en el ejercicio 2014-2015).
Caso de producirse un nuevo desabastecimiento de grano y productos básicos, Putin deberá recurrir a una masiva importación de productos del exterior y dada la depreciación galopante del rublo respecto al dólar, podríamos asistir a escenarios de inflación de dos dígitos y a una Revolución Naranja que movilizará a la sociedad rusa para protestar contra la carestía de la vida, pudiendo reeditarse los disturbios y protestas sucedidas con Jruschov debido a la carestía de la vida (represión del levantamiento de obreros de Novocherkaask, 1962), escenario que aprovechará Putin para defenestrar a su Primer Ministro Medvédev tras ser acusado “de ineptitud manifiesta y negligencia peligrosa” y asumir un poder cuasi omnímodo al aunar en su persona los cargos de Primer Ministro, Presidente de Rusia y Presidente de su partido (Rusia Unida), sufriendo de paso la “sui generis” democracia rusa un severo recorte de libertades plasmado en el culto a la personalidad del último zar de Rusia, Vladimir Putin.
¿Golpe de mano contra Putin?
Sin embargo, las reformas para aligerar la Burocracia y sus fracasos en materia económica (los malos resultados agrícolas obligarían a la importación masiva de cereales lo que originaría una desbocada inflación que rondaría los dos dígitos), podrían hacerlo impopular en el partido y en la Administración y podrían debilitar el otrora poder omnímodo de Putin y permitir que se fraguara una conspiración alentada por oligarcas defenestrados por Putin y obligados a exiliarse en el extranjero para apartarlo del poder, siendo acusado de los mismos cargos con los que decapitó a la camarilla oligarca: abuso de poder, corrupción y delitos fiscales, ( reviviendo el golpe de mano contra Jruschov en 1964 y su sustitución por Leoniv Brézhnev tras ser acusado de culto a la personalidad y errores políticos).
Caso de ser finiquitado políticamente, asistiríamos a la reaparición de la Troika para evitar la acumulación de un poder autocrático y al regreso de la Doctrina Brézhnev (también llamada doctrina de la soberanía limitada), doctrina que instauró que Rusia tiene derecho a intervenir ( incluso militarmente) en asuntos internos de los países de su área de influencia y que conjugando hábilmente la ayuda a minorías étnicas rusas oprimidas, el chantaje energético, la amenaza nuclear disuasoria, la intervención militar quirúrgica, la desestabilización de gobiernos vecinos “non gratos” y el ahogamiento de la oposición política interna intentará situar bajo su órbita a la mayoría de los países desgajados de la extinta URSS y gestar la Nueva Gran Rusia en el horizonte del 2020, fruto del atavismo de Pedro el Grande.
Germán Gorraiz López es analista internacional
https://www.alainet.org/en/node/103251
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