Declaración de la ASC sobre el ALCA
15/03/2001
- Opinión
La Alianza Social Continental tuvo sus inicios en la Tercera Cumbre Sindical
paralela a la Reunión Ministerial del ALCA, realizada los días 12 y 13 de mayo
de 1997 en Belo Horizonte. En esa reunión, un conjunto de organizaciones
sindicales y sociales emitió una declaración conjunta que expresó demandas y
propuestas claras frente al ALCA. Ya a casi cuatro años desde la publicación
de esa declaración, y después de repetidas iniciativas en varios países de
abogar por un acuerdo que sirva para promover el desarrollo equitativo y
sustentable, todas las informaciones disponibles indican que esas demandas han
sido completamente ignoradas.
A partir de Belo Horizonte y después en la Primera Cumbre de los Pueblos en
Santiago de Chile, la ASC ha continuado a reivindicar una serie de demandas en
torno al ALCA. Reiteramos nuestras reivindicaciones frente al carácter
antidemocrático que ha caracterizado las negociaciones del ALCA. Sabemos que
lo que se esta negociando actualmente se inscribe en la misma perspectiva de
acuerdos anteriores como el NAFTA/TLCAN lo cual rechazamos rotundamente:
1. No puede haber ALCA si corresponde a una extensión del TLCAN para el
conjunto de las Américas. Queda claro que las propuestas actuales para el
ALCA duplican o van más allá que el TLCAN. Esas propuestas incluyen, por
ejemplo, la reproducción del capítulo 11 del TLCAN sobre la inversión
extranjera, otorgando trato nacional a los inversionistas, prohibiendo los
requisitos de desempeño, y otorgando a los inversionistas la facultad de
demandar contra un gobierno que instrumenta leyes o reglamentos que podrían
socavar sus ganancias. En las negociaciones sobre servicios, hay propuestas
para expandir notablemente el rango de servicios incluidos en el TLCAN,
inclusive servicios públicos. El gobierno EEUU, por ejemplo, propone incluir
a toda la cadena de actividades relacionadas a la provisión de energía, algo
que fue excluido del TLCAN. La propuesta de los estados Unidos sobre
propiedad intelectual también va más allá de los acuerdos mismos de la OMC
(TRIP'S). Si esta propuesta llega a ser aprobada en el ALCA, las
multinacionales del sector farmacéutico tendrán un inmenso poder para combatir
los permisos de patentes, frenando la producción de medicamentos a precios más
bajos y comprometiendo la continuidad de programas de salud pública en los
países pobres.
2. No puede haber ALCA si no incluye una agenda social que contenga al menos
los siguientes elementos fundamentales:
i) Participación amplia y plural de los pueblos en la negociación, a través de
mecanismos verdaderamente democráticos de consulta y participación directa.
La transparencia de estas negociaciones es un principio básico que debe ser
respetado si se pretende un mínimo de legitimidad. En lugar de una
participación amplia, existe la burla del Comité Gubernamental sobre la
Participación de la Sociedad Civil, comité que recibe entregas sin
contestarlas a las organizaciones remitentes ni entregarlas directamente a los
grupos de negociación del ALCA. Debido a la grave falta de transparencia en
las negociaciones, la ASC lanzó una campaña continental para "liberar" los
textos secretos del ALCA, con la esperanza de iniciar un debate real sobre sus
contenidos. Frente al riesgo que modelos como ALCA presentan para la
soberanía nacional reiteramos que estos acuerdos de integración deben ser
sometidos a consultas y plebiscitos en los países que se pretenden
implementar.
ii) Respeto y mejoramiento de todos los derechos económicos y sociales de los
trabajadores, de las mujeres, que han sufrido el impacto mayor por la
reestructuración productiva, de los campesinos, de los indígenas, de los
migrantes. A pesar de repetidas demandas de la ASC y otros representantes de
la sociedad civil de las Américas, estos temas no están incluidos de ninguna
forma en las negociaciones. El libre comercio en su modelo actual no
considera ni asegura que estos derechos serán respetados. Tampoco se está
contemplando la provisión de fondos para compensar los perdedores del proceso
de globalización.
3. La competitividad de nuestros países no debe basarse en la
sobreexplotación de los trabajadores y en el dumping social. Deberá impedirse
la actual tendencia a la estandarización hacia abajo de las condiciones de
trabajo y de salarios, dirigiéndose a una homologación hacia arriba de las
condiciones laborales en el mediano plazo, y a una recuperación de los
salarios. Estos temas tampoco están incluidos en las negociaciones oficiales
del ALCA.
4. No puede haber ALCA si no se garantiza la protección y mejoramiento del
medio ambiente, si no se asegura el respeto a los derechos de los migrantes, y
si no se pone especial atención a la soberanía alimentaria, y por ello, a la
protección y fomento de campesinos y pequeños agricultores familiares o del
sector social, y dejar de subsidiar únicamente a las grandes empresas
agropecuarias. También deberá protegerse y fomentarse la micro y pequeña
empresa urbana, por su capacidad de generar empleo. La propuesta más
"atrevida" en las negociaciones oficiales viene del gobierno estadounidense,
que propone que los gobiernos deben esforzarse para asegurar que no se bajen
las normas ambientales o laborales para atraer a la inversión extranjera, sin
mención de consecuencia alguna si eso es el caso. Deben fijarse políticas
claras que aseguren la protección del medio ambiente como un legado histórico
para las futuras generaciones.
5. No puede haber ALCA si no se protege a la población de la vulnerabilidad e
inestabilidad que provocan los capitales especulativos y golondrinas. Toda la
información disponible de fuentes oficiales indica que controles sobre la
capital especulativo quedarían prohibidos bajo un ALCA, a pesar de la
creciente aceptación de esas medidas por la comunidad internacional, aún
dentro de las instituciones de financiamiento internacional.
6. En el aspecto comercial, debe resolverse el problema de las barreras no
arancelarias. Ello no se contrapone con pactar estándares fitosanitarios y de
preservación ecológica. La interacción de nuestras economías debe
compaginarse con la integración nacional de cadenas productivas, por lo que
hay que exigir reglas de origen con un contenido nacional. Estos temas, que
deben estar al centro de cualquier acuerdo equitativo para la integración
económica, tampoco parecen estar tratados de manera sustancial en las
negociaciones oficiales.
La ASC se opone al modelo actual del ALCA, creemos que este modelo de
integración se inscribe en la misma lógica neoliberal dominante en el actual
proceso de globalización de los mercados. Este modelo dará grandes
privilegios a las corporaciones multinacionales y deja de lado los derechos de
los pueblos y la protección del medio ambiente del continente. Reiteramos
nuestra demanda por otro tipo de acuerdo continental que privilegie el
desarrollo equitativo, democrático, sustentable y con justicia de las
Américas.
La ASC nunca ha sostenido que los países de las Américas adopten una postura
aislacionista ni proteccionista frente a otros países del continente. No nos
oponemos a la integración económica y social de las Américas a condición que
el acuerdo de integración favorece el mejoramiento de las condiciones de vida
de todos los pueblos del continente. Tal como afirmamos en Belo Horizonte,
"Sabemos que nuestras economías no pueden aislarse de la dinámica mundial,
pero pensamos que el libre comercio no es la solución...Trabajaremos en
nuestros países para luchar contra cualquier acuerdo que no coincida con estas
demandas."
Camino hacia Buenos Aires y Quebec, seremos miles a reiterar nuestra
convicción de que es posible construir otra América!!
https://www.alainet.org/en/node/105496?language=en
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