Los movimientos campesinos del mundo y sus luchas expresan una rebelión contra el neoliberalismo y revindican el derecho a continuar siendo campesinos y a preservar su propia identidad cultural. Y Vía Campesina se ha puesto a la cabeza de esta movilización que cada día crece en todo el mundo, afirmó Camila Montecinos, representante de GRAIN, institución internacional con sede en Chile que promueve políticas de seguridad alimentaria. Durante su participación en la IV Conferencia Internacional el martes 15, en el panel de análisis del contexto internacional del sector agrícola y los nuevos procesos de movilización y resistencia, Camila Montecinos afirmó que en la actualidad existe una ofensiva coordinada de los instrumentos del neoliberalismo como la OMC y BM, incluso de la ONU; a los que se suman los gobiernos nacionales sumisos a estas políticas. Agregó que tal ofensiva está destinada a privatizarlo todo y a garantizar las mayores ganancias al capital transnacional que lo concentra todo; y busca crear un marco jurídico común que para legalizar el despojo, el abuso y la concentración del poder económico de estas empresas. Camila Montecinos remarcó que la respuesta a todo este proceso es mucho más clara en el campo que en la ciudad; y esta rebelión contra el sistema se expresa en la Vía Campesina y en las acciones que impulsan organizaciones como el MST de Brasil, que con la reivindicación del derecho a la tierra han pasado a la acción; o el movimiento zapatista de México, que levanta el derecho de los pueblos indígenas al autogobierno, entre otros de América Latina. Lo mismo expresan otros movimientos campesinos e indígenas de la India, o de países del Africa y Asia que no se someten a una legalidad que se les pretende imponer desde el sistema neoliberal, afirmó la representante del GRAIN. “No se trata solo de ser productores sino de seguir siendo campesinos con derechos, con una cultura propia y con una identidad”, agregó. En otra parte de su intervención, Camina Montecinos también se refirió al despojo que los campesinos de Chile han sufrido de sus recursos naturales, sobre todo del agua que ahora está en poder de grandes empresas. Informó que el 80 por ciento del agua del país está ahora en manos de la empresa española Endesa, que nada tiene que ver con el agro o la tierra, cuya propiedad es para siempre y sobre la que no existe ningún tipo de control o fiscalización. Es contra este tipo de despojos que luchan ahora los movimientos que están organizados en la lucha de la Vía Campesina, concluyó la representante de GRAIN. VIOLACION A LOS DERECHOS HUMANOS Uno de los paneles presentados en la Conferencia, hoy en la tarde, trató el tema de violación de los derechos humanos de los campesinos. Sofía Monsalve de FIAN, organización internacional que defiende los derechos alimentarios, presentó varios aspectos de cómo los derechos básicos del ser humano son violados, como por ejemplo el derecho a la alimentación. Es muy contradictorio, que quienes pasan más hambre en el mundo sean los campesinos, que son los que producen los alimentos. Eso sucede porque ellos no cuentan con tierras, que ahora están en manos de las grandes empresas multinacionales o al servicio del sector eléctrico. A ello se suma la especulación de los precios de las tierras que promueven las empresas agroexportadoras, que impiden que los campesinos puedan tener acceso a la tierra, como acontece en Europa. Otro aspecto que apuntó Sofía Montalve, es la migración forzada que implica la pérdida de los derechos culturales, pues al salir de sus países, son obligados a adaptarse a una cultura distinta, perdiendo su identidad campesina ya que muchas veces deben trabajar en el mercado informa de los centros urbanos. Asimismo, se refirió a la violación de los derechos políticos y civiles que sufren muchos dirigentes y lideresas de las organizaciones sociales, con persecución y criminalización por impulsar la organización de los campesinos en la lucha por la garantía de los derechos a su condición de seres humanos que buscan dignidad y vida. La representante de FIAN expresó también su preocupación “por la instalación de conflictos armados que buscan apoderarse de los recursos naturales, acelerando la muerte de millares de campesinos, la privatización de la guerra, el impedimento de la organización colectiva y la impunidad de todos los crímenes contra los derechos humanos”. En su exposición, Sofía Monsalve, apuntó una serie de desafíos empezando por el fortalecimiento internacional de la solidaridad, aprovechando los pactos internacionales que están vigentes, que son una base para la defensa de los campesinos; así como la denuncia y la sensibilización por los daños causados a los derechos de los hombres y mujeres. Para finalizar su intervención, remarcó también que para que no desaparezca el campesinado como comunidad y con identidad, la agricultura campesina debe ser un asunto que implique a todos así como los derechos humanos, pues ellos tienen enemigos internacionales que están articulados jurídicamente; y la alternativa es la unión de los campesinos en espacios como la Vía Campesina.